Montera, a 25 im¨¢genes por segundo
Comienzan a funcionar las 31 c¨¢maras de Montera para combatir la prostituci¨®n - La mayor¨ªa de afectados aprueba la medida - Los gays presentar¨¢n una queja
La vida en la calle de la Montera transcurre ya a 25 im¨¢genes por segundo. Es la velocidad a la que graba el sistema de v¨ªdeo y es, tambi¨¦n ahora, la cadencia a la que los 31 ojos electr¨®nicos que ayer comenzaron a funcionar transmitir¨¢n la vida de vecinos y transe¨²ntes que se muevan por el entorno de Soledad Torres Acosta, Montera y Callao; 24 horas al d¨ªa. Sin parpadear. Para su seguridad. Una medida pol¨¦mica, pero respaldada por la Agencia de Protecci¨®n de Datos y la Comisi¨®n de Videovigilancia, que garantizan los derechos de los ciudadanos. La mayor¨ªa de vecinos, comerciantes y trabajadores de la zona est¨¢ conforme. Unos pocos, como la direcci¨®n del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam), cuya sede est¨¢ en la calle de Puebla con Ballesta, rechazan de plano las c¨¢maras y presentar¨¢n una queja ante el Ayuntamiento porque creen que se vulnera la intimidad de sus usuarios.
La medida quiere reducir la delincuencia en la zona, pero de paso, y en voz baja, el Consistorio espera que contribuya a erradicar la prostituci¨®n callejera. Ayer -quiz¨¢ fue la lluvia- hab¨ªa pocas meretrices. "Mal. Mi marido ni siquiera sabe que trabajo de puta. Cree que limpio en casas por ah¨ª. No me gusta que me graben", protestaba Mar¨ªa, una ecuatoriana de 25 a?os que ejerce en Desenga?o desde hace cuatro. "Los clientes cada vez se sienten m¨¢s intimidados. Primero la polic¨ªa y ahora esto. Antes ganaba 700 a la semana. Ahora no paso de 400", resume con cara de ni?a y minifalda imposible.
S¨ª reconoce Mar¨ªa que adosado al descenso de clientela ha ido la reducci¨®n de la delincuencia. Pero ella trabaja en una de las zonas donde se producen m¨¢s robos de la capital. Por eso, los vecinos est¨¢n a favor de la medida. "Bien. Pero siempre que no sea a costa de reducir la presencia policial", pide Isabel Rodr¨ªguez, de Acibu, la asociaci¨®n del barrio de Justicia. La asociaci¨®n de comerciantes de Montera est¨¢ encantada. Fueron ellos los que pidieron las c¨¢maras.
En el sector de las sex shops, cuyos locales ha anunciado el alcalde que est¨¢ dispuesto a expropiar si no se van por voluntad propia, hay divisi¨®n de opiniones. Para el empleado de una de ellas (no quiere que se revele el nombre), "lo de las c¨¢maras no tiene nombre" y es "una violaci¨®n clar¨ªsima de la intimidad de mis clientes". Para el dependiente de American, sin embargo, "si asustan a la gentuza que entra al local, bienvenidas".
Las c¨¢maras que se instalaron en la plaza Mayor en diciembre de 2005 son el ¨²nico precedente de videovigilancia municipal. El Ayuntamiento dice que no tiene datos sobre la incidencia de los artefactos en la delincuencia, pero al concejal de Seguridad, Pedro Calvo, le gusta decir que "los japoneses han vuelto a la plaza Mayor" para ilustrar el descenso de la delincuencia. Algunos de los comerciantes interrogados ayer discrepan. "Nada. Todo sigue igual. Ni japoneses ni nada. Vienen los ni?os rumanos y arrasan con todo. Las c¨¢maras no han hecho nada", dice uno de los camareros del bar El Soportal. Parecido piensa un compa?ero del bar de al lado. "Hombre, un poco ha mejorado. Pero sigue habiendo muchos robos".
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