Mentiras
No es arbitrario ni falso decir que el PP se ha empleado a fondo en mentir en esta legislatura. Es verdad que la mentira no es algo que se pueda atribuir a un solo partido o a una persona. Sin embargo, si en algo se ha caracterizado este ¨²ltimo per¨ªodo pol¨ªtico es porque los responsables de mayor relevancia del grupo popular, sea a nivel nacional o auton¨®mico, han seguido una estrategia de mentiras y de manipulaci¨®n de las verdades para hundir al adversario pol¨ªtico, en concreto, al grupo socialista. No les ha dado miedo que las instituciones pudieran reventar. Lo importante para este grupo de la falacia era destrozar al adversario sin sujeci¨®n a ¨¦tica alguna. No trato con esto, ni mucho menos, de mirar al pasado.
Atr¨¢s queda la guerra de Irak con sus mentiras y que, en uni¨®n de otros actos de gobierno, como el famoso decretazo y la huelga general que le sigui¨®, hicieron que tras las ¨²ltimas elecciones cada uno quedara en su sitio. Sin embargo, como el agua pasada no mueve molino, aunque ya se vio c¨®mo se mol¨ªa y m¨¢s con Andaluc¨ªa, entiendo que hay que mirar hacia delante. Claro que para mirar hacia delante tenemos que pensar tambi¨¦n qu¨¦ nos espera y en qu¨¦ grupo pol¨ªtico podemos confiar. La acci¨®n p¨²blica, la que se ejerce desde el poder, no puede actuar con limpieza si quienes la detentan son sospechosos de ejercerlas sin las cualidades que se les deben presumir y, entre ¨¦stas, no est¨¢n los enga?os ni las manipulaciones. Ejemplos en esta legislatura hay, y muchos. Ahora, en fechas recientes, hemos visto que cuatro o 40 energ¨²menos han ofendido a Mar¨ªa San Gil en Galicia y a dos cargos del PP en Madrid. Todas las fuerzas pol¨ªticas lo han condenado. No basta para el PP, sino que hace responsable al PSOE. Es mentira y una manipulaci¨®n de los hechos. Los responsables son los energ¨²menos que han cometido los actos.
En cambio, en el llamado caso Bono, que acudi¨® a una manifestaci¨®n en apoyo de las v¨ªctimas, le pegaron y le maltrataron y el PP no s¨®lo no le respald¨® sino que si por ¨¦l fuera, y no por los tribunales, hubieran ido a la prisi¨®n Jos¨¦ Bono y toda la polic¨ªa. M¨¢s manipulaci¨®n. Como m¨¢s mentira y manipulaci¨®n en el caso del m¨¦dico Montes, acusado por este grupo, casi, de practicar la eutanasia, someti¨¦ndole a todo tipo de vejaciones y procesos penales. Hoy, con sentencia en la mano, se sabe que no es verdad; que todo fue falso. El PP sigue sin rectificar y manipulando la verdad judicial se mantiene en sus trece y sin pedir una disculpa. Y as¨ª, todo un rosario de manipulaciones, como en materia de desempleo -el m¨¢s bajo en la historia de Espa?a-; siniestralidad laboral -la m¨¢s baja de la democracia-; viviendas de VPO -los gobiernos estatal y andaluz son los que m¨¢s viviendas de esta naturaleza han construido y han puesto las bases legales para que as¨ª contin¨²e en la pr¨®xima legislatura-. Son formas de actuar que permiten presumir que, de ganar las elecciones, es lo que nos espera.
Recuerdo, y de esto hace ya alg¨²n tiempo, que leyendo un libro sobre la historia m¨¢s reciente y m¨¢s dura de Espa?a, conten¨ªa una referencia a un comunista. Se le preguntaba, porque en el fondo dudaban de su condici¨®n, si era o no comunista. Su respuesta fue: siempre estar¨¦ en frente del fascismo. La he recordado con motivo de las manifestaciones del presidente Manuel Chaves en el vel¨®dromo de Dos Hermanas. Ha pedido que no se vote al PP "hasta que aprendan a respetar y a no mentir". No pide el voto a su grupo, que tambi¨¦n se pide, se pide que se vaya a las urnas y se le diga al PP que no y que acepte democr¨¢ticamente el resultado. Es la ¨²nica forma que puede llevar a una normalizaci¨®n democr¨¢tica, en la que el gobierno gobierne y la oposici¨®n haga oposici¨®n. Un objetivo dif¨ªcil de lograr si vuelven los mismos que mintieron; los mismos que han continuado mintiendo y los mismos que no paran de enturbiar y deteriorar las instituciones. Es razonable que, con la que ha ca¨ªdo de norte a sur, se pida el voto para aquellos grupos que no han hecho de la manipulaci¨®n ni de la mentira una constante en la forma de hacer pol¨ªtica.
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