"Puedo volver a ser invisible"

Pilar Gonz¨¢lez, numero 1 de la lista al Congreso de Coalici¨®n Andalucista por Sevilla, no esconde su entusiasmo al entrar en la Facultad de Geograf¨ªa e Historia de Sevilla. Busca y encuentra uno de sus patios, peque?o, sombr¨ªo, rodeado de esculturas y, coyunturalmente, alg¨²n que otro andamio. Es el rinc¨®n que ha elegido para hacerse la foto que acompa?a a esta entrevista. "Aqu¨ª empez¨® todo, este fue mi inicio".

"Desde esa ventana, agarrada a la reja, gritaba con un meg¨¢fono en la mano", dice al pasar ante la fachada del Rectorado, en el mismo edificio que su Facultad. "Estaba reunida la Junta de Gobierno de la Universidad, era el d¨ªa que se eleg¨ªa el porcentaje de representaci¨®n en el claustro de los distintos sectores. Ped¨ªamos el 35% para los alumnos y nos dieron el 21%. Ah¨ª empez¨® el foll¨®n".

"Los a?os de Universidad fueron como despertar a la vida "

Ese "foll¨®n", que dur¨® meses y situ¨® a Sevilla como motor del movimiento estudiantil, fue a la postre una cantera de pol¨ªticos. El ex portavoz municipal de IU Luis Pizarro; el ex concejal de Urbanismo, Rafael Carmona; el ex director general de Infraestructura de la Consejer¨ªa de Deportes, Luis Miguel Pons; el presidente de Cajasol, Antonio Pulido. Todos, como Pilar Gonz¨¢lez, nacieron para la vida p¨²blica en aquel escenario universitario.

"Los cinco a?os de Universidad los recuerdo como algo extraordinario, como despertar a la vida en un momento muy especial, porque est¨¢bamos estrenando la democracia y ten¨ªas la sensaci¨®n real de que era posible cambiar el mundo", recuerda. Y eso que reconoce que lleg¨® a Sevilla a rega?adientes. El 12 de octubre de 1980. Nacida y criada en M¨¦rida, su intenci¨®n era irse a estudiar a Salamanca, sola con sus amigas. Pero su abuela, "que era la que mandaba en todo", decidi¨® que Pilar se vendr¨ªa a Sevilla, donde ya estudiaban sus primos. "Nunca le agradec¨ª lo suficiente que tomara la decisi¨®n por m¨ª".

Luego lleg¨® la movilizaci¨®n estudiantil y decidi¨® vivirlo en primera l¨ªnea, present¨¢ndose a vicedelegada de su Facultad. De c¨®mo lleg¨® una extreme?a a implicarse con el Partido Andalucista, hay tambi¨¦n algo de casualidad. Su primer contacto con unas siglas fue en el CDS, al que se afili¨® en Sevilla empujada por algunos amigos; unos a?os m¨¢s tarde, cuando aquella formaci¨®n ya estaba casi extinguida, Alejandro Rojas Marcos se puso en contacto con ellos para proponerles que se sumaran al proyecto andalucista. "Coincidi¨® con que yo acababa de empezar a trabajar en una editorial donde escrib¨ªa libros de texto de Ciencias Sociales y ten¨ªa que leer mucho sobre Andaluc¨ªa. Me di cuenta de que se pod¨ªa hacer mucho, que la sociedad andaluza estaba adormecida, descubr¨ª a Blas Infante y me entusiasm¨®. Sin renunciar nunca a mi M¨¦rida, mi lugar en el mundo era ya Andaluc¨ªa desde hac¨ªa tiempo".

En su familia no hay tradici¨®n de dedicaci¨®n a la pol¨ªtica y tampoco cree que la estirpe vaya a extenderse. Asegura que no ve inquietudes de seguir sus pasos en ninguna de sus tres hijas, de 12, 16 y 17 a?os. "No les interesa mucho. Nada", reconoce sin demasiadas muestras de decepci¨®n. "Lo que me preocupa es que valoren las cosas que cuestan esfuerzo". De todas formas, advierte de que es m¨¢s f¨¢cil la teor¨ªa que la pr¨¢ctica. "Hemos procurado que asuman esto, pero la verdad es que tambi¨¦n hemos intentado que tuvieran todo lo que quer¨ªan. La mala conciencia de dedicarles poco tiempo siempre est¨¢ presente".

Ahora est¨¢ inmersa en la vor¨¢gine de campa?a para que los andalucistas recuperen su presencia en el Congreso de los Diputados. "Es dif¨ªcil pero no imposible", afirma. Para desconectar, se aferra todas las noches a la ¨²ltima entrega de Harry Potter. "Ya me lo le¨ª en ingl¨¦s, por ansiedad, no pod¨ªa esperar. Pero ahora me lo releo en espa?ol", confiesa. "Estos d¨ªas de tanto estr¨¦s no puedo leer algo que exija m¨¢s concentraci¨®n. Lo malo es que me engancho a Harry Potter y me duermo muy tarde". Los poderes del joven mago le inspiran tambi¨¦n para plantearse su futuro si no consigue asiento en el Congreso. "Yo era invisible antes de dedicarme a esto y puedo volver a serlo".