Cuando Espa?a prolonga la pesadilla
Unas leyes europeas injustas y el criterio de un solo juez, el espa?ol Baltasar Garz¨®n, son los responsables de la situaci¨®n de incertidumbre y de sufrimiento que est¨¢n viviendo dos veteranos residentes en el Reino Unido y sus familias.
Los dos hombres pasaron cinco a?os en las jaulas de las c¨¢rceles estadounidenses en Afganist¨¢n y Guant¨¢namo, donde fueron interrogados por agentes brit¨¢nicos, estadounidenses y espa?oles. Los dos sufrieron torturas, y uno perdi¨® la vista de un ojo.
Estados Unidos termin¨® declar¨¢ndolos inocentes tras un largo proceso legal abierto en Guant¨¢namo, un proceso injusto e ineficaz, muy criticado por las altas instancias judiciales del Reino Unido y del resto de Europa, as¨ª como por ciertos juristas militares y civiles estadounidenses.
Baltasar Garz¨®n es el responsable del actual sufrimiento de dos ex presos de Guant¨¢namo
Jamil el Banna y Omar Desghayes fueron reclamados por el Gobierno brit¨¢nico y volvieron a su pa¨ªs de residencia en diciembre. La polic¨ªa inform¨® a sus abogados que la misma tarde de su llegada, tras un breve interrogatorio, podr¨ªan estar en casa. Las familias de ambos, incluido el hijo peque?o de Jamil Banna, que ver¨ªa por primera vez a su padre, los esperaban con sus mejores ropas y una fiesta de bienvenida.
Pero mientras a¨²n estaban volando, Baltasar Garz¨®n dict¨® una orden de extradici¨®n, en la que se les acusaba de un delito de terrorismo. La polic¨ªa brit¨¢nica se vio obligada a detenerlos a su llegada al aeropuerto de Luton.
Bajo una orden europea de detenci¨®n y entrega, a las autoridades brit¨¢nicas no les quedaba elecci¨®n: s¨®lo pod¨ªan actuar a petici¨®n del Estado que hab¨ªa dictado la orden y llevar a los acusados a juicio. Por suerte, cuando comparecieron ante el juez de primera instancia, ¨¦ste, Timothy Workman, tuvo el buen criterio de concederles la libertad bajo fianza hasta que se celebrara la vista despu¨¦s del A?o Nuevo. Hasta la fecha, han comparecido dos veces m¨¢s ante los tribunales y est¨¢n a la espera de un nuevo juicio, que se celebrar¨¢ en mayo.
Los abogados de los dos han declarado que, si el caso sigue adelante, pondr¨¢n en un aprieto en sus interrogatorios a las autoridades espa?olas. Les preguntar¨¢n, entre otras cosas, si el Estado espa?ol pidi¨® a las autoridades estadounidenses la extradici¨®n de los dos hombres mientras estaban recluidos en Guant¨¢namo; les preguntar¨¢n acerca de los interrogatorios que llevaron a cabo en Guant¨¢namo, y mostrar¨¢n informes de los vuelos sobre territorio espa?ol cuando los dos acusados fueron enviados desde Afganist¨¢n a la base en Cuba.
Los cargos que les imputa el Estado espa?ol carecen de toda solidez, para decirlo educadamente, y tanto las autoridades judiciales brit¨¢nicas como las estadounidenses ten¨ªan conocimiento de ellos desde hace tiempo.
Los agentes de seguridad espa?oles entrevistaron en Guant¨¢namo a estos dos hombres y a varios otros. Uno de estos ¨²ltimos sali¨® de Guant¨¢namo para ser juzgado en Espa?a y los tribunales espa?oles lo declararon inocente al no encontrar pruebas en su contra. El Banna y Deghayes, quienes, en su desesperaci¨®n por salir de Guant¨¢namo, tambi¨¦n firmaron un documento aceptando ser trasladados a Espa?a, quedaron relegados al olvido en la c¨¢rcel estadounidense. Su abogado en Estados Unidos se reuni¨® varias veces con el embajador espa?ol en Washington para pedirle que agilizara la solicitud de extradici¨®n a Espa?a, en donde, al menos, ser¨ªan juzgados. Pero pasaron a?os sin que el Gobierno espa?ol hiciera nada al respecto.
?Por qu¨¦ la polic¨ªa y la justicia brit¨¢nica han de dedicar su tiempo y sus recursos a satisfacer los caprichos de un juez espa?ol, cuando se trata de unas personas que ya han sido investigadas exhaustivamente por los servicios de seguridad estadounidenses y brit¨¢nicos y ha quedado demostrado que no suponen amenaza alguna contra nuestra seguridad o la de nuestros aliados, Espa?a incluida? A su llegada al Reino Unido, los dos hombres fueron interrogados por agentes de la Brigada Antiterrorista, quienes los pusieron en libertad y les dijeron que no tomar¨ªan medidas en su contra.
En este asunto, el Reino Unido tambi¨¦n tiene mucho de lo que avergonzarse. La complicidad del Gobierno brit¨¢nico en la entrega a Estados Unidos de El Banna, quien ser¨ªa trasladado de Gambia a Afganist¨¢n, para terminar en Guant¨¢namo, es del dominio p¨²blico y un motivo de verg¨¹enza para todos. El Gobierno brit¨¢nico es consciente de que los abogados de El Banna y Deghayes llevaban cinco a?os presionando a los sucesivos ministros del Interior para que exigieran a Estados Unidos su liberaci¨®n y devoluci¨®n al Reino Unido. Pero hasta el mes de agosto pasado, cuando el Gobierno de Gordon Brown solicit¨® por fin su extradici¨®n, no se hab¨ªa hecho nada.
Omar Deghayes y Jamil el Banna llegaron al Reino Unido hace a?os en calidad de refugiados. El primero era un muchacho cuyo padre acababa de ser asesinado por el r¨¦gimen del coronel libio Gaddafi; el segundo, un palestino que hu¨ªa de la tortura jordana. Se establecieron en el Reino Unido y formaron familias felices y respetables. Es un milagro que, pese a su amarga experiencia, hayan conservado intacta la confianza en la justicia y la honestidad brit¨¢nicas. Ahora las autoridades judiciales espa?olas deber¨ªan archivar este caso y permitir que Deghayes y El Banna rehagan sus vidas con sus familias en el pa¨ªs que los acogi¨®.
Firman este art¨ªculo Ken Loach, cineasta, y Victoria Brittain, periodista y coautora de Enemy Combatant. Traducci¨®n de Pilar V¨¢zquez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Terrorismo internacional
- Justicia universal
- Baltasar Garz¨®n
- C¨¢rceles secretas
- Estados Unidos
- Reino Unido
- Pol¨ªtica exterior
- Europa occidental
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Sentencias
- Europa
- Sanciones
- Relaciones internacionales
- Lucha antiterrorista
- Relaciones exteriores
- Juicios
- Proceso judicial
- Terrorismo
- Pol¨ªtica
- Ordenamiento jur¨ªdico
- Justicia