Pol¨ªticos al borde del suspenso
La formaci¨®n de los l¨ªderes espa?oles se estanca por falta de reciclaje - En otros pa¨ªses y en el sector privado se cultivan el liderazgo y la estrategia
El futuro presidente del Gobierno no sabr¨¢ ingl¨¦s. S¨®lo uno (Leopoldo Calvo-Sotelo) de los que han gobernado Espa?a a lo largo de la democracia dominaba esta lengua. En el caso de Adolfo Su¨¢rez o Felipe Gonz¨¢lez quiz¨¢ se entienda m¨¢s, pero resulta extra?o que no tuvieran tiempo o inter¨¦s para aprenderlo Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en los 14 a?os que estuvo en su esca?o antes de gobernar; ni Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en los 18 a?os que permaneci¨® en esa misma situaci¨®n, ni tampoco Mariano Rajoy, en los 22 a?os que lleva como diputado. En todo ese tiempo (desde mediados de los a?os ochenta) se ha exigido este idioma para entrar en la mayor¨ªa de las empresas, y m¨¢s a¨²n para acceder a un puesto de responsabilidad. Tras las pr¨®ximas elecciones, la situaci¨®n no cambiar¨¢: ni Zapatero ni Rajoy se manejan en ingl¨¦s. Este dato es s¨®lo una peque?a muestra de lo poco que se reciclan los pol¨ªticos. La inmensa mayor¨ªa (el 75% de los diputados nacionales) son licenciados, pero no m¨¢s de un centenar de los que est¨¢n en activo realizan cursos de reciclaje (ingl¨¦s aparte) cada a?o en centros independientes de los partidos.
Tres de cada cuatro diputados nacionales son licenciados
La clase pol¨ªtica francesa procede casi en bloque de la legendaria ENA
Los dirigentes justifican sus carencias en la falta de tiempo
Les es dif¨ªcil seguir un curso que dure seis meses, pero algunos lo intentan
Los altos cargos de empresas no ponen pegas a actualizar conocimientos
En la pol¨ªtica domina el prejuicio de que hay que estar ya formado
El funcionamiento de las pol¨ªticas p¨²blicas, la estrategia pol¨ªtica, el liderazgo, la gesti¨®n de equipos o la comunicaci¨®n son asignaturas pendientes para los pol¨ªticos espa?oles. Una formaci¨®n que se hace cada vez m¨¢s necesaria en una sociedad en continuo movimiento que plantea retos cada vez mayores derivados de cuestiones como el vertiginoso avance de las tecnolog¨ªas, el mundo virtual, los avances cient¨ªficos o el incremento de las migraciones. Todo ello hace que el ejercicio de la pol¨ªtica requiera tener una visi¨®n cada vez m¨¢s global de la sociedad. Con independencia del nivel de preparaci¨®n inicial que tengan, ?est¨¢n los pol¨ªticos adecuadamente formados para liderar esta sociedad?
La respuesta un¨¢nime de soci¨®logos, expertos en formaci¨®n pol¨ªtica y de muchos cargos es un rotundo no. En medio de ese complicado panorama social, los dirigentes anuncian cambios que muchas veces no tienen detr¨¢s un an¨¢lisis previo de la situaci¨®n ni obedecen a estrategia pol¨ªtica alguna. Y, cuando la hay, muy a menudo no se sabe transmitir bien a los ciudadanos.
La inmensa mayor¨ªa de los pol¨ªticos son autodidactas en estas cuestiones, van aprendiendo de la experiencia o asistiendo a minicursos (de dos o tres d¨ªas) sobre cuestiones como telegenia o comunicaci¨®n impartidos por fundaciones vinculadas a los partidos.
En otros pa¨ªses, como Francia, hay una preocupaci¨®n porque los pol¨ªticos sepan de liderazgo, pol¨ªticas p¨²blicas o estrategia. En Francia, la mayor¨ªa de los presidentes y altos funcionarios han recibido este tipo de formaci¨®n a su paso por la legendaria Escuela Nacional de Administraci¨®n (ENA), aunque estos diplomados escasean en el actual Gobierno franc¨¦s. El equipo es m¨¢s variado que nunca en cuanto a fuentes de reclutamiento. La tradici¨®n implica que el diploma de la ENA tenga valor de salvoconducto para entrar en instituciones prestigiosas de Francia: el Tribunal de Cuentas, el Consejo de Estado, los ministerios. Pero muchos se pasan a la empresa, tejiendo una red de poder que ha sido muy criticada en la sociedad francesa. Lo que ha hecho Sarkozy ha sido reclutar a las gentes del poder en otros lugares. Empezando por ¨¦l mismo, que tampoco es un enarca, sino un profesional del Derecho con pocos a?os de ejercicio, ya que se ha dedicado a la pol¨ªtica desde su primera elecci¨®n como alcalde, a los 28 a?os.
En Estados Unidos y el Reino Unido los pol¨ªticos de primera fila se han formado en las universidades de ¨¦lite -en Yale (los Clinton, Bush padre...), Harvard (Bush hijo), Oxford (Blair, Thatcher...), Cambridge...-. Y en ambos pa¨ªses hay un cuerpo de funcionarios estable (llega hasta el nivel equivalente al de los directores generales de Espa?a) que no cambia con los vaivenes de gobiernos y pasa por un reciclaje peri¨®dicamente.
Detr¨¢s de la carencia formativa de los pol¨ªticos espa?oles hay apretadas agendas, muchas veces marcadas desde abajo con dudoso criterio, y hay tambi¨¦n un t¨®pico: est¨¢ mal visto en la clase pol¨ªtica que un ministro, un secretario de Estado, un consejero o un alcalde en activo se forme. Sigue primando la idea de que "a determinado nivel ya hay que llegar preparado", coinciden numerosos expertos y pol¨ªticos. Una idea que en la compleja sociedad actual ha perdido ya todo su sentido, no s¨®lo en el ¨¢mbito pol¨ªtico. Hasta algunos presidentes de empresas asisten sin pudor a cursos de reciclaje para perfeccionar habilidades directivas o aprender nuevos contenidos. Pero este h¨¢bito no ha calado a¨²n en la pol¨ªtica espa?ola. La formaci¨®n de base con la que llegan a la pol¨ªtica los dirigentes espa?oles suele ser universitaria (alrededor de 75% de los diputados nacionales son licenciados o doctores). Tienen buenos conocimientos generalistas, pero no espec¨ªficos para el liderazgo. Y, una vez que ocupan un esca?o en un hemiciclo, una cartera o una alcald¨ªa, la inmensa mayor¨ªa no vuelve a pasar por un aula.
S¨®lo un centenar de dirigentes en activo se apuntan cada a?o a la media docena de cursos espec¨ªficos para pol¨ªticos en activo externos a los partidos que realizan algunas universidades y escuelas de negocios. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os se han empezado a detectar un mayor inter¨¦s en la clase pol¨ªtica.
Prueba de ello son, por ejemplo, la creaci¨®n del Centro de Estudios en Pol¨ªticas P¨²blicas y Gobierno por parte de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares (acaba de concluir el primer curso para pol¨ªticos electos de las Administraciones del Estado) as¨ª como el aumento de participantes en los cursos de corta duraci¨®n que ofrece el PSOE, a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Jaime Vera (que se han pasado de 830 a 5.500 en los ¨²ltimos cuatro a?os) o los planes del PP de incorporar, a trav¨¦s de la Fundaci¨®n para el An¨¢lisis y los Estudios Sociales (FAES), formaci¨®n en cuestiones como las pol¨ªticas p¨²blicas o el liderazgo mediante convenios con alguna escuela de negocios.
?Son mejores pol¨ªticos los hombres y mujeres que han hecho toda su carrera en el partido, los licenciados o los graduados en secundaria con un perfil m¨¢s parecido a la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa? La catedr¨¢tica de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Rey Juan Carlos Edurne Uriarte considera que la mejor formaci¨®n inicial para los representantes p¨²blicos es la licenciatura en Ciencias Pol¨ªticas y se queja de que la mayor¨ªa sean titulados en Derecho: "Un ministro de Justicia o de Sanidad, por ejemplo, lo prioritario es que tengan un conocimiento de qu¨¦ es la pol¨ªtica, qu¨¦ es el Estado, qu¨¦ quieren los ciudadanos y cu¨¢les son los problemas sociales, y que tengan capacidad para gestionar todo eso. No tiene que ser un especialista, debe ser un gran gestor y un gran comunicador. ?sta es una cualidad escasa, pero que se aprende".
El no saber construir estrategias globales se traduce muchas veces en la elaboraci¨®n de pol¨ªticas basadas en medidas que, injustamente o no, son tachadas de "ocurrencias". Los ciudadanos lo perciben. La imagen que tienen los espa?oles de los pol¨ªticos es mala. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) de hace un a?o es la ¨²ltima que preguntaba a los ciudadanos por esta opini¨®n. La respuesta es dura: el 70% cree que los pol¨ªticos "buscan siempre sus intereses personales por encima de cualquier otra consideraci¨®n" y el mismo porcentaje tiene la percepci¨®n de que "no se ocupan de la ciudadan¨ªa poniendo su atenci¨®n en problemas que no son los que afectan a los votantes".
Los datos de la ¨²ltima Encuesta Social Europea, conocidos el pasado noviembre, corroboran esas opiniones. El 36% de los espa?oles afirma que no le interesa nada la pol¨ªtica y la puntuaci¨®n media que da a los partidos es de un 3,6 sobre 10. En el resto de los pa¨ªses europeos encuestados, s¨®lo hay m¨¢s desinter¨¦s en Portugal.
El catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas y de la Administraci¨®n de la Universidad Rey Juan Carlos, Manuel Villoria, que dirige el Departamento de Gobierno, Administraci¨®n y Pol¨ªticas P¨²blicas del Instituto Universitario de Investigaci¨®n Ortega y Gasset, recuerda que "la visi¨®n que tienen los espa?oles es mala hist¨®ricamente, c¨ªnica y cr¨ªtica", aunque "muchas veces se basa en datos que tienen su raz¨®n de ser, porque a los pol¨ªticos les falta capacidad para ser l¨ªderes". Villoria dice que los que ocupan cargos en el Estado tienen, en general, "un nivel de formaci¨®n muy alto, hay pocos, hay muchos titulados superiores y de cuerpos de ¨¦lite de Estado".
De hecho, de acuerdo con los datos del Ministerio de Administraciones P¨²blicas, las titulaciones m¨¢s habituales a d¨ªa de hoy entre los altos cargos (de secretarios de Estado a directores generales) son las de licenciado en Derecho y en Ciencias Econ¨®micas y Empresariales. La mayor¨ªa de ellos proceden de la Universidad (como profesores titulares o catedr¨¢ticos), las Administraciones Civiles del Estado, la inspecci¨®n y la carrera diplom¨¢tica.
"Para los pol¨ªticos es dif¨ªcil mantener un proceso de formaci¨®n largo de reciclaje, de seis u ocho meses, aunque algunos lo intentan, desde consejeros auton¨®micos a directores generales. Lo pasan mal porque no hay una cultura de formaci¨®n de altos cargos en Espa?a, y muchos reciben cr¨ªticas de sus compa?eros o de los miembros del Gobierno", cuenta Villoria, quien considera absolutamente necesario ese reciclaje por la transformaci¨®n constante del mundo en el que vivimos. "En Espa?a es preciso entender que los pol¨ªticos deben estar formados y preparados, sobre todo en el nivel intermedio, de secretario de Estado para abajo".
Francisco Longo dirige el Instituto de Direcci¨®n y Gesti¨®n P¨²blica de ESADE, una escuela de Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas que imparte uno de los cursos con m¨¢s tradici¨®n (lleva 20 a?os) en este campo. En ella se forman muchos directivos del sector p¨²blico. Opina que "es necesario incrementar tanto la demanda como la oferta", aunque matiza que no hay que olvidar que, en cualquier caso, "la legitimidad pol¨ªtica no se gana por la formaci¨®n sino por las cuotas de representatividad".
Pero, teniendo en cuenta que en democracia lo que m¨¢s hay es, como dice Longo, "profanos mandando a expertos", ?qu¨¦ formaci¨®n necesitan los pol¨ªticos cuando hay l¨ªderes como Luiz Ign¨¤cio Lula da Silva, el presidente de Brasil, sin apenas estudios, a los que adoran los votantes? "El que existan Lulas no es malo", dice Longo, "lo malo es que existan Lulas de mala calidad", reflexiona este experto. "El liderazgo no necesita legitimarse en el dominio de especialidades t¨¦cnicas y adem¨¢s se aprende. Y como nos hacen falta l¨ªderes en muchos terrenos no debemos tener una idea carism¨¢tica del liderazgo porque nos cerramos muchas puertas. Con los retos que tiene la sociedad actual ni hay que buscar grandes t¨¦cnicos ni l¨ªderes carism¨¢ticos, pero s¨ª gente con mucho sentido com¨²n, que sepa negociar, argumentar e influir, que son habilidades propias del liderazgo".
Longo menciona dos grandes enemigos de esta formaci¨®n: el activismo y la inseguridad. "Por una parte, los pol¨ªticos viven su actividad a salto de mata, sin tiempo, colgados de los m¨®viles y hacen gala de ello porque les parece que esa situaci¨®n es legitimadora, falsamente desde luego, y no piensan de forma estrat¨¦gica. Por otra parte, los pol¨ªticos tienen temor a mostrar sus carencias".
Virgilio Zapatero, rector de la Universidad de Alcal¨¢ y catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho, Moral y Pol¨ªtica, ha ejercido como pol¨ªtico durante 20 a?os antes de ser elegido rector en 2002. No es casualidad que esta universidad se haya interesado en crear un curso espec¨ªfico para el colectivo. "Hay cosas que se pueden aprender, por eso se montan estos cursos. En la pol¨ªtica hay de todo, pero es claramente mejorable la formaci¨®n. Algunos est¨¢n muy preparados, tanto en unos partidos como en otros, y hay muchos otros pol¨ªticos que se limitan a decir los temas". Zapatero opina que deber¨ªa haber adem¨¢s filtros m¨¢s rigurosos de entrada de la pol¨ªtica, los que es responsabilidad de los partidos. "Tienen que cuidar m¨¢s la entrada en sus listas y, una vez dentro, los pol¨ªticos tienen que prepararse bien el tema. Porque hay algunos que no dominan los temas y s¨®lo venden titulares o medidas publicitarias".
El problema que m¨¢s alegan los pol¨ªticos en activo para justificar las carencias esta formaci¨®n es la falta de tiempo. Pascual Monta?¨¦s imparte Direcci¨®n Estrat¨¦gica en el Instituto de Empresa, materia que ¨¦l define como "la asignatura del poder" y su especialidad es la"inteligencia pol¨ªtica". Explica la situaci¨®n con un relato: "Una empresa fich¨® a un le?ador por sus buenos resultados pero que al poco de estar trabajando en su nuevo destino empez¨® a rendir mucho menos. Cuando le preguntaron qu¨¦ es lo que le pasaba contest¨®: 'Es que estoy tan ocupado que no tengo tiempo de afilar el hacha'. Muchos pol¨ªticos no se paran a afilar el hacha ni siquiera a ver si hay alg¨²n problema en ella.
"En liderazgo hay un gran vac¨ªo. Muchos llegan mal preparados y les falta humildad", dice Rafael Bengoa, director del primer curso sobre esta cuesti¨®n realizado por la Universidad de Alcal¨¢. "En los pol¨ªticos de otros pa¨ªses se empieza a ver que hay m¨¢s humildad de gobierno, lo que quiere decir que aqu¨ª hay mucho trabajo por hacer", a?ade.
Pero Bengoa asegura que "los pol¨ªticos se est¨¢n dando cuenta de que est¨¢ cambiando la naturaleza de su trabajo". "El individualismo creciente hace dif¨ªcil hacer cosas colectivas. La gente vota cada vez menos y no se apunta a partidos pol¨ªticos como antes. Hay una p¨¦rdida de fuerza de lo pol¨ªtico que est¨¢ haciendo que est¨¦ cambiando la funci¨®n de los pol¨ªticos, la naturaleza de su funci¨®n, pero es algo que ellos no tienen interiorizado.
Los dos principales partidos, PSOE y PP, forman a sus afiliados en diversas cuestiones en la Fundaci¨®n Jaime Vera y la FAES, respectivamente. La Jaime Vera, con 25 a?os de vida, ofrece formaci¨®n a todos sus afiliados y otra espec¨ªfica dirigida a pol¨ªticos con perfiles concretos.Su director, Francesc Romeu, explica su actividad: "Organizamos jornadas; editamos publicaciones; hemos hecho, por ejemplo, El abc del concejal, una asesor¨ªa jur¨ªdica y pol¨ªtica permanente por Internet, en tiempo real, y por tel¨¦fono y convenios con universidades, porque la investigaci¨®n. Con todo esto se trata de ayudar al reciclaje permanente y, por supuesto, a la aplicaci¨®n de las pol¨ªticas del partido". Romeu recalca que los pol¨ªticos necesitan cursos muy pr¨¢cticos, en los que los pol¨ªticos pierdan sus miedos, detecten sus puntos d¨¦biles y aprendan la base de la organizaci¨®n de equipos.
La FAES est¨¢ configurada como un laboratorio de ideas (think tank), aunque proyecta dar m¨¢s relevancia en el futuro a la formaci¨®n, seg¨²n explica Jaime Garc¨ªa-Legaz. Es su secretario general desde junio de 2007 y va de n¨²mero cuatro en la lista del Partido Popular al Congreso por Murcia. "Damos formaci¨®n en cuestiones como comunicaci¨®n, telegenia, legislaci¨®n electoral a trav¨¦s del departamento de formaci¨®n del partido, que est¨¢ dirigido por el Berm¨²dez de Castro, el secretario de Formaci¨®n del PP. La coordinaci¨®n con el partido es completa. Pero no damos formaci¨®n espec¨ªfica en temas de fondo de pol¨ªticas p¨²blicas, estrategia de negociaci¨®n o gesti¨®n de equipos".
En la formaci¨®n de los pol¨ªticos "hay terreno en el que avanzar y mucho margen de mejora en conocimientos de pol¨ªtica y gesti¨®n p¨²blica", reconoce este pol¨ªtico. Y a?ade que, aunque hay altos cargos que son funcionarios y han recibido algo de formaci¨®n, por ejemplo, en el Instituto Nacional de Administraci¨®n P¨²blica (INAP), "en realidad la mayor¨ªa de la gente llega a ocupar cargos pol¨ªticos por otras razones. Hay una falta de sensibilidad porque al final los m¨¦ritos internos cuentan m¨¢s que cuestiones como la formaci¨®n y un diputado, por ejemplo, se puede preguntar para qu¨¦ se va a formar si lo que va a hacer que siga son otro tipo de m¨¦ritos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.