"En mi estilo se puede reconocer cierto perfume"
El artista canario, introductor del conceptualismo en Espa?a, expone en Jugando con bolas sus ¨²ltimas obras
El koan es un problema aparentemente absurdo, il¨®gico o banal, cuya resoluci¨®n mediante la liberaci¨®n de los resortes del pensamiento racional ayuda a aumentar el nivel de conciencia de quien est¨¢ entregado a la experiencia contemplativa. De larga tradici¨®n en el zen, el koan nutri¨® la po¨¦tica de Juan Hidalgo desde que se pusiera a estudiar el budismo japon¨¦s en Mil¨¢n, all¨¢ por la d¨¦cada de los sesenta, y sigue aliment¨¢ndola a¨²n, como acredita en Jugando con bolas, que muestra estos d¨ªas en la sala San Antonio Abad del Centro Atl¨¢ntico de Arte Moderno (CAAM), de Las Palmas de Gran Canaria.
Suspendidas del techo, custodiadas en vitrinas como reliquias infraleves, envueltas en condones o expuestas en pedestales carentes de solemnidad; navide?as, planetarias, de peluche o de billar, las bolas del octogenario artista se combinan mediante una econom¨ªa po¨¦tica de lo m¨ªnimo en forma de chistes obvios, gestos c¨®mplices, historias privadas y permutaciones con resonancias oraculares para jugar, en ¨²ltima instancia, el papel de objetos restablecedores del silencio.
"Oriente y el sexo est¨¢n presentes en mi obra unas veces de forma m¨¢s expl¨ªcita y otras menos"
Miembro fundador del legendario grupo Zaj -formado por ¨¦l, Esther Ferrer y Walter Marchetti-, introductor del conceptualismo en Espa?a en los a?os sesenta, Juan Hidalgo vive desde 1997 retirado en la aldea de Ayacata, en las monta?as de su isla natal de Gran Canaria, en una hermosa casa de color violeta en la que comparte sus trabajos y sus d¨ªas con su marido, Carlos Asti¨¢rraga; sus 14 perros, un p¨¢jaro del Himalaya y el segundo almendro m¨¢s grande del pueblo.
PREGUNTA. ?Existe algo as¨ª como un estilo Juan Hidalgo?
RESPUESTA. M¨¢s que un estilo, puede haber eso que el zen llama un perfume. En mi trabajo se puede reconocer un perfume.
P. Oriente y el sexo son dos constantes en su trabajo. ?Es esta exposici¨®n una invitaci¨®n a jugar el juego de las bolas chinas?
R. No. Oriente y el sexo est¨¢n presentes en mi obra unas veces de forma m¨¢s expl¨ªcita y otras menos. En esta ocasi¨®n s¨®lo cuento con 13 piezas distribuidas en las dos plantas de la sala colocadas de forma muy eficaz para lo que representan. He pintado las paredes de gris plata y los techos de amarillo canario y esta escenograf¨ªa forma tambi¨¦n parte de la obra.
P. Hay en la exposici¨®n una extra?a pieza cuadrada, Diecis¨¦is ojos, compuesta por otras tantas bolas de billar. ?Puede hablarnos sobre ella?
R. El cuadrado es una forma b¨¢sica de la cultura china porque es un ideograma central. En ese cuadrado est¨¢n los cuatro dragones que defienden al emperador. En esta pieza el emperador no existe porque el centro del cuadrado est¨¢ vac¨ªo, pero hay cuatro colores: las bolas verdes, por el drag¨®n verde, son la Primavera y el Este; las rojas son el Verano y el Sur; las blancas, el Oto?o y el Occidente, y las negras, el Invierno y el Norte. Esos son los cuatro dragones. Falta el amarillo, que tendr¨ªa que estar en el centro, pero es el color del emperador. El ¨²nico ser que en China se pod¨ªa vestir de amarillo de la cabeza a los pies era el emperador porque era el Sol. A la persona que se pon¨ªa algo amarillo sin permiso del emperador se le cortaba la cabeza.
P. Entonces, en esta pieza el emperador est¨¢ desnudo.
R. No, el emperador es el techo que est¨¢ pintado de amarillo.
P. ?Qu¨¦ busca en las monta?as de Gran Canaria? ?El silencio perdido?
R. Me gustan los volcanes. En Gran Canaria no hay ninguno activo pero s¨ª lava que emite radiaciones que te envuelven. El pueblo de Ayacata, donde vivo, es un inmenso volc¨¢n en el centro de la isla que llega hasta el mar.
P. Azar en conserva, de Duchamp; azar casi ciego, de Stockhausen; azar guiado, de Pierre Boulez; azar por accidente, de John Cage, etc¨¦tera (as¨ª llama Hidalgo al koan). Hay muchos modos de relaci¨®n con el azar en el arte contempor¨¢neo, ?cu¨¢l es el suyo?
R. El m¨ªo es (y recita): "Guiado casi ciego en conserva por accidente. / En conserva casi ciego guiado por accidente. / Por accidente guiado en conserva casi ciego. / Casi ciego en conserva por accidente guiado. / Y as¨ª como una bola todo rueda".
P. ?Cu¨¢ndo muri¨® Zaj?
R. El 23 de enero de 1996, cuando se inaugur¨® la exposici¨®n retrospectiva en el Museo Reina Sof¨ªa.
P. ?El proyecto de disoluci¨®n del arte en la vida ha sido un fracaso?
R. Hace mucho tiempo que se dice que el arte va a desaparecer, que el arte se muere. Pero eso es imposible. Creo que el arte va a mantener siempre su espacio.
P. Tomarse un vaso de leche o ponerse unos calcetines puede ser un acto art¨ªstico.
R. Lo que ocurre es que las acciones, las performances, se sacan de contexto. No es lo mismo que yo me tome por la ma?ana un vaso de leche, que lo haga en un escenario con p¨²blico porque es un acto descontextualizado. No es lo mismo que me quite los calzoncillos para dormir, que me los quite en la calle o en un espect¨¢culo. No es lo real.
P. Arthur Cravan dijo: "Un d¨ªa habr¨¢ tantos artistas que ser¨¢ dif¨ªcil encontrar un hombre por la calle". ?Se est¨¢ cumpliendo su profec¨ªa?
R. Je, je. Cuando pensamos en esta gigantesca China que se nos est¨¢ acercando, por mucho que quieran ser todos artistas no va a poder ser.
P. Y Michel Leiris dec¨ªa: "El museo, nada me recuerda m¨¢s a una casa de putas". ?Comparte su parecer?
R. S¨ª. Y tambi¨¦n el de Duchamp que dec¨ªa que el museo recoge cad¨¢veres que se pudren y desaparecen.
P. ?C¨®mo le gustar¨ªa ser recordado?
R. Como una persona normal y corriente.
Juan Hidalgo. Jugando con bolas. Centro Atl¨¢ntico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria, en su sala de San Antonio Abad. Hasta el 6 de abril
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