C. A. Molina increpa al PP

El ministro de Cultura, C¨¦sar Antonio Molina, que tiene su despacho en la Casa de las Siete Chimeneas de la calle del Barquillo, como todos los pol¨ªticos, va en estos momentos de mitin en mitin y pregona que al PP, al que sit¨²a en el finisterre m¨¢s extremo de la derecha, la cultura se la suda cocida y cruda.

Le echas al PP la zanahoria de un soneto del madrile?o Lope de Vega y el PP, Virgen santa, Virgen pura, te lo tira sin reciclar a la basura. ?Desde cu¨¢ndo no es vidrio un soneto de Lope de Vega? ?Qu¨¦ cristal de roca ha resistido el paso del tiempo con la frescura de los versos de "Alma, as¨®mate ahora a la ventana, / ver¨¢s con cu¨¢nto ardor llamar porf¨ªa"?, por citar versos religiosos que es de esperar que tambi¨¦n les gusten a los votantes del PP.

Cruzaba recientemente el ministro de Cultura por la calle del Prado, donde tiene su sede el Ateneo de Madrid, y un ¨¢ngel flam¨ªgero le insufl¨® la doctrina que ahora ha predicado en Galicia y Pamplona, una doctrina que los vientos galaicos y del puerto navarro del Perd¨®n traen a Getafe, a Guadalix de la Sierra, a Soto del Real, donde recientemente ha cantado Luis Eduardo Aute en Punto de Encuentro, y donde, el 29 de marzo, Andr¨¦s Aberasturi leer¨¢ sus versos ?Tiene algo que ver Aberasturi con la cultura y con las leyes que ha aprobado el Gobierno en esta legislatura?

S¨ª, tiene mucho que ver porque, en Soto del Real, Aberasturi leer¨¢ los poemas de Un blanco deslumbramiento (Palabras para Cris), dedicados a un hijo suyo que sufre par¨¢lisis cerebral. Aberasturi ha sido uno de los creadores de la Fundaci¨®n Nido para la atenci¨®n de estos ni?os. ?Y no ha sido precisamente este Gobierno el que ha aprobado la Ley de Dependencia?

La doctrina que predica el ministro de Cultura va cargada con la p¨®lvora de los datos y cifras que cantan las verdades de ese barquero alcala¨ªno que rema en el lago del Retiro. ?Qu¨¦ hizo el PP con el Ministerio de Cultura, cuando alcanz¨® el poder?, se pregunta Molina. El PP hizo realidad su sue?o m¨¢s querido: elimin¨® el Ministerio de Cultura, que pas¨® a ser una secretar¨ªa de Estado. No obstante, hay que reconocerle al PP un m¨¦rito. Podr¨ªa haber demolido el edificio del Ministerio de Cultura e, incluso, dando un paso m¨¢s, podr¨ªa haber bombardeado en horario laboral el edificio sin avisar a los funcionarios porque as¨ª la extinci¨®n del ministerio habr¨ªa sido m¨¢s radical y espectacular, un adjetivo, por cierto, de uso general en votantes de todos los partidos.

?Qu¨¦ ha hecho este Gobierno por la cultura? En primer lugar, comenz¨® por la base: recuper¨® el Ministerio de Cultura que s¨®lo en un rapto de demencia puede suprimirse. ?No se le ocurri¨® pensar al PP que quiz¨¢ 800.000 personas ejercen una actividad profesional relacionada con la cultura? ?No se le ocurri¨® al PP, que siempre ha sido tan bueno en pragmatismo econ¨®mico -y, sobre todo, para orientarlo hacia sus cuentas corrientes- que la cultura es una industria formidable de la que viven tant¨ªsimos miles de espa?oles?

Tras la recuperaci¨®n del Ministerio de Cultura, el Gobierno increment¨® un 42% el presupuesto en esta legislatura. En 2008 un 10% m¨¢s que en 2007. Con contundencia b¨ªblica, Molina planta cara a unas abubillas del parque de la Fuente del Berro, que tienen intenci¨®n de votar al PP en las pr¨®ximas elecciones, y les espeta sin compasi¨®n la comparaci¨®n de los presupuestos de este Gobierno para el a?o en curso con los del ¨²ltimo a?o en que gobern¨® el PP, y les demuestra paladinamente la apuesta del Gobierno por la cultura: a) en bibliotecas p¨²blicas se invert¨ªan 61 millones, ahora 105 millones; b) en compra de libros se invert¨ªa la miseria de 120.000 euros, ahora 20 millones; c) en el apoyo al cine se invert¨ªan 47 millones, ahora 105 millones; d) en conservaci¨®n de Bienes Culturales se invert¨ªan 28 millones, ahora 50 millones.

A estas haza?as culturales hay que sumar actuaciones tan significativas como la ampliaci¨®n del Museo del Prado, iniciada bajo la ¨¦gida del PP, y la expansi¨®n del espa?ol en el mundo.

Cuando Molina fue nombrado, en el comienzo de la legislatura, director del Instituto Cervantes, el presupuesto destinado a esta instituci¨®n creci¨® como la espuma del Cant¨¢brico: se ha pasado de los 60.077.000 euros que recibi¨® en 2004 a 100.600.000 euros, aprobados para el presupuesto de 2008.

Durante esta legislatura, el Instituto Cervantes, ahora dirigido por Carmen Caffarel tras la designaci¨®n de Molina como ministro de Cultura, ha llevado a cabo un espl¨¦ndido plan de expansi¨®n: al t¨¦rmino de ella, el Instituto Cervantes cuenta con 25 nuevos centros, frente a los 10 centros abiertos entre 2000-2004. Cifras son amores, para decirlo con el lenguaje preferido del PP.