Dos amigos

De par en par (Canal +) acompa?¨® a Juan Jos¨¦ Mill¨¢s y Boris Izaguirre en la gira de promoci¨®n del Planeta. Pero no trat¨® los agobios de la mercadotecnia literaria. Los dos la aprovecharon para hacer amistad, y el telespectador, acompa?¨¢ndoles, pudo conocerlos. Seguro que al acabar ten¨ªan muchos m¨¢s amigos, que ni saben que existen.

Mill¨¢s defendi¨® cierta ingenuidad infantil en el escritor para interrogarse sobre el entorno. Las escenas m¨¢s entra?ables fueron los viajes al territorio de sus infancias. Boris explicando c¨®mo descubri¨® la palabra homosexual, que iba en todas las noticias sobre el asesinato de Pasolini. "Le pregunt¨¦ a mi madre qu¨¦ quer¨ªa decir", cont¨®. Fue Boris quien arrastr¨® a Juanjo a visitar el piso donde ¨¦ste naci¨®. Leyendo su obra El mundo se entiende la importancia del gesto con alguien que construye el libro como un sarc¨®fago para desprenderse de los "detritos de aquel cr¨ªo". Espl¨¦ndido paseo.

En TVE 1 se celebr¨® un llamado debate electoral. Cumplieron la cuota parlamentaria e invitaron a siete partidos. La moderadora iba atribuyendo turnos de un minuto y los ponentes se esforzaban en abreviar el mensaje. Los mejores instantes fueron cuando en lugar de intentar colocar la p¨ªldora program¨¢tica, los ponentes dirig¨ªan alguna maldad dial¨¦ctica a un colega. Alguna tan disparatada (PP) como negar que catal¨¢n y valenciano sean una misma lengua, algo acreditado, por si hac¨ªa falta, por la Real Academia Espa?ola de la Lengua.

Con tales cors¨¦s, el t¨¦rmino "debate" es exagerado, y no es chocante que triunfe la iron¨ªa de terceros. Es el caso de El hormiguero (Cuatro), que repiti¨® a petici¨®n del p¨²blico su versi¨®n del Zapatero-Rajoy moderado por Pablo Motos. Desternillante. Tambi¨¦n buscaron a la ni?a de Rajoy y escogieron las mejores im¨¢genes sobre la sudoraci¨®n de Zapatero en los m¨ªtines. Una buena manera de sobrellevar la resaca prematura de campa?a.