Cr¨®nicas desde el filo
Siempre es un placer, por no decir un milagro, reencontrarse con la Faithfull. Cruda encarnaci¨®n del mito de la vida en el filo, la londinense ha sabido esquivar las dentelladas que el destino le ha ido deparando (la ¨²ltima y m¨¢s furibunda, un c¨¢ncer de mama) con la bravura de una superviviente tenaz. Ahora que s¨®lo la nicotina se mantiene en la n¨®mina de sus vicios confesos, a la ex m¨¢s ilustre de Mick Jagger se la intuye m¨¢s plet¨®rica de lo que sus fieles pudieron nunca imaginar. Su voz, eso s¨ª, surge honda, profunda; tan espectral y cavernosa que resultar¨ªa irreconocible para quien s¨®lo la recuerde por los tiempos gloriosos y ani?ados de As tears go by.
Esta vez no hubo catarros, faringitis ni afon¨ªas que enturbiasen su visita a la capital. Elegante con su blusa blanca y chaqueta negra; coqueta hasta en el movimiento de sus lentes, que s¨®lo se ajustaba para repasar alg¨²n verso fugaz al principio de cada estrofa, Marianne enamor¨® con su presencia magn¨¦tica, temperamental. Y eso que tampoco a ella le es ajeno el v¨¦rtigo que supone pisar un escenario. A¨²n por la sexta canci¨®n, entre sorbo y sorbo de agua mineral, se sinceraba: "?Qu¨¦ tal se encuentran? Yo sigo muy nerviosa, espero calmarme...".
Marianne Faithfull
Marianne Faithfull (voz), Barry Reynolds (guitarras), Daniel Mintseris (teclados), Joe Cang (bajo, percusiones, guitarras). Auditorio Nacional, ciclo Ellas Crean. Dos tercios de entrada. Madrid, 1 de marzo.
Su repertorio actual concede poco margen a la evidencia. Marianne prefiere rebuscar en sus cuatro d¨¦cadas de trayectoria a la caza de peque?as maravillas que no siempre fueron advertidas en su momento. Como Something better, aquella delicia olvidada en medio del Rock and roll circus de los Stones, o ese Don't forget me prodigiosamente sentimental que ha rescatado del cancionero de Harry Nilsson (ahora que a Nilsson le reivindica hasta Ringo Starr). Sobrecoge escuchar en su voz aquellos versos agridulces: "Seremos viejos y nos llenar¨¢ el c¨¢ncer / y aunque nada dure para siempre, te seguir¨¦ queriendo".
Una tras otra, Faithfull encarn¨® un pu?ado de cr¨®nicas punzantes. Cr¨®nicas de corazones agrietados, asfalto humedecido, seres humanos en equilibrio precario, inadaptados que reh¨²yen el contacto con sus semejantes. Cr¨®nicas de tel¨¦fonos que suenan sin que ninguna mano anhele descolgarlos. En estos casos, hay que haber vivido mucho para sonar sincero. Ella sabe bien de lo que habla, y adem¨¢s encuentra aliados selectos que la comprenden bien. De Nick Cave interpret¨® la excelente Crazy love; de P. J. Harvey, un No child of mine que la retrata como su perfecta -y atormen-tada- hija adoptiva.
As tears go by lleg¨®, claro, casi en el ¨²ltimo aliento de la velada. Tras docena y media de canciones, Marianne prend¨ªa un cigarrillo americano e inhalaba el humo con avidez. Las mariposas ya no le revoloteaban por el est¨®mago. Acababa de escribir una p¨¢gina m¨¢s en su magno historial de supervivencia.
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