La caja de Pandora

Vengo de Bucarest, donde las gentes del Movimiento Europeo hemos tenido un congreso. Hab¨ªa representantes de pa¨ªses ribere?os o pr¨®ximos al mar Negro, por tanto, rumanos, b¨²lgaros, moldavos, armenios y turcos. Casi todos, conmocionados por la reciente declaraci¨®n unilateral de independencia de Kosovo. Todos son pr¨®ximos y no hay uno que no tenga un problema de minor¨ªa presuntamente ¨¦tnica o hist¨®rica en el interior de su territorio estatal: como las matrioskas rusas, siempre hay un oprimido dentro del sedicente oprimido de an¨¢loga condici¨®n.

La tensi¨®n en Rumania era patente: hace unos d¨ªas, sesi¨®n extraordinaria de su Parlamento, que vot¨® un¨¢nimemente el repudio de aquella independencia con la sola excepci¨®n del partido representativo de la minor¨ªa h¨²ngara (un 6% de la poblaci¨®n), que vot¨® en contra. Pero al d¨ªa siguiente dicho partido con 22 esca?os -de un total de 331- parece se permiti¨® dirigirse a representantes de los Estados miembros de la UE que hab¨ªa reconocido la independencia kosovar para "entablar conversaciones".

Esto es un inicial s¨ªntoma de la caja de Pandora abierta por la Resoluci¨®n del Consejo de Asuntos Exteriores de la Uni¨®n Europea del 19 ¨²ltimo, votada mayoritariamente y donde se reconoce la independencia de Kosovo alegando se trata de un caso sui g¨¦neris. La expresi¨®n latina es capaz, pues, de cargarse el Acta de Helsinki sobre inviolabilidad de las fronteras europeas y la Resoluci¨®n del Consejo de Seguridad 1244 de NNUU precisamente sobre Kosovo. Es decir, yo me salto un sem¨¢foro en rojo por revestir a mi autom¨®vil de la categor¨ªa sui g¨¦neris y, eso s¨ª, invito a otros sui g¨¦neris a que conviertan el tr¨¢fico en el pr¨®logo de una cat¨¢strofe.

Mi adhesi¨®n al juicio de Antonio Remiro Brotons (EL PA?S, 26 febrero) quien califica las Declaraciones de la Uni¨®n Europea como "jur¨ªdicamente grotescas".