Los nuevos hoteleros de Barcelona
El auge del turismo atrae al sector a grupos familiares y cadenas singulares
Las habitaciones del peque?o establecimiento en el Born del grupo Chic & Basic, considerado por los hoteleros como una especie de Zara del sector, cambian de color, jugando con la luz, para que puedan adaptarse al estado de ¨¢nimo del cliente. Las del moderno Prestige Congress, ubicado junto al nuevo recinto de Gran Via de la Fira, son capaces de transformarse en despachos para seis personas en menos de 10 minutos. Las del hotel Claris, que acoge el antiguo Palacio de Vedruna en una mezcla singular de lo contempor¨¢neo y lo cl¨¢sico, est¨¢n llenas de piezas originales del Museo Egipcio.
Son s¨®lo tres diminutas tarjetas de presentaci¨®n de la nueva planta hotelera de Barcelona, que se ha duplicado y modernizado en una d¨¦cada, y que ha poblado de nuevas empresas familiares aut¨®ctonas -y ha atra¨ªdo a otras, sobre todo constructoras- a este nicho creciente de actividad econ¨®mica. El cultivo del sector por los hoteleros catalanes ha sido tal que la presencia de las grandes marcas internacionales que cobran por su gesti¨®n -como Hilton, Marriott (con Renaissance en El Prat), Intercontinental o, pronto, Mandarin Oriental- se mantiene t¨ªmida.
Los Gaspart y los Soldevila Casas coexisten hoy con Vallet, Clos y Espelt
La competencia de las cadenas locales mantiene a raya a las marcas for¨¢neas
La familia Gaspart, la mayor estirpe hotelera de Barcelona, mantiene su reinado, pero es un reinado compartido. "S¨ª. Hace unos a?os est¨¢bamos casi solos", recuerda Jos¨¦ Gaspart, director general de HUSA y representante de la cuarta generaci¨®n. Coexist¨ªa con un pu?ado de familias, como los Gargallo, los Borrell y, m¨¢s adelante, los Soldevila Casals, due?os de los hoteles Gargallo, Alexandra y Majestic; por cierto, este ¨²ltimo, adem¨¢s de pasar a la posteridad por el abrazo de CiU y el PP de Aznar, fue, junto con el antiguo Ritz y el hotel Col¨®n (hoy sede de Banesto), el primer gran establecimiento de importancia europea que tuvo Barcelona. "Es cierto que, junto a nosotros, los otros hoteleros de toda la vida ten¨ªan un establecimiento o dos. Hoy hay muchas nuevas cadenas de capital familiar. La competencia es bienvenida", a?ade Gaspart.
Uno de los champi?ones que ha empezado a multiplicarse y est¨¢ en pleno carrer¨®n es Apsis. "Todo empez¨® con un hotel familiar de propiedad, que gestionaba mi padre. Con el tiempo, te encuentras con cuatro establemientos y la l¨®gica empresarial te empuja a ponerle una marca y dar el salto", comenta Gerard Gr¨¤cia, copropietario de Apsis Hoteles, con 15 establecimientos en marcha (parte en gesti¨®n y parte de propiedad), junto al ex presidente de la Federaci¨®n Catalana de F¨²tbol Jordi Roche.
Los hoteles Prestige han hecho desembarcar en Barcelona, otro ejemplo, a la familia Moyano, originaria de C¨®rdoba, pero asentada desde hace d¨¦cadas en Roses (Alt Empord¨¤). "Adem¨¢s de diversificar en los negocios inmobiliario y energ¨¦tico, hemos querido combinar el segmento vacacional con hoteles urbanos", explica su consejero delegado, Juan Marull.
Chic & Basic es la historia de un par de directivos de hotel, Albert Montesinos y Hugo Bertran, que se tiraron a la piscina con su propia empresa al detectar un nicho de mercado en la gama media-econ¨®mica. "Nos convenci¨® el auge de las aerol¨ªneas de bajo coste, el nuevo interra¨ªl", explica Montesinos, quien opina que "el cliente no s¨®lo busca un establecimiento limpio y c¨¦ntrico, sino que le sorprenda". La comodidad de la cama se da por descontada. Los nuevos hoteleros emplean palabras como sorpresa, creatividad, gastronom¨ªa selecta, wellness. Venden "experiencias".
"La creatividad y el dise?o, en los que es tan fuerte Barcelona, tiene mucho que ver con esta explosi¨®n de cadenas, junto con el concepto empresarial catal¨¢n de orientaci¨®n muy local, muy de empresa de aqu¨ª", comenta Jordi Clos, due?o de Derby Hotels y presidente del Gremio de Hoteleros.
Clos, como todos los empresarios consultados, coinciden en se?alar que el principal cebo que ha atra¨ªdo a tantos nuevos hoteleros ha sido la inclusi¨®n de los circuitos tur¨ªsticos europeos de Barcelona, una ciudad en la que, antes de las Olimpiadas de 1992, los hoteles se vaciaban de jueves a domingo, justo lo contrario de lo que ocurre ahora. La capital catalana ha pasado de 7 a 14 millones de pernoctaciones desde los Juegos Ol¨ªmpicos, el turismo pesa un 14% en la generaci¨®n de riqueza aut¨®ctona (s¨®lo compite con el autom¨®vil) y ha generado un debate social sobre las luces y sombras de este fen¨®meno.
"Es verdad que la planta hotelera en Barcelona est¨¢ creciendo de forma muy considerable, pero la demanda sigue creciendo, por lo que por ahora los hoteles siguen con buena ocupaci¨®n", se?alan fuentes de la cadena H10, propiedad de la familia Espelt.
Josep Espelt, que arranc¨® el proyecto de H 10 en Reus, tiene hoy 6 de sus 42 hoteles en Barcelona. Es de los que ofrece "ubicaci¨®n estrat¨¦gica" frente a los grandes desarrollos en las afueras de la ciudad, adem¨¢s de cocina de autor y especializaci¨®n. Mayor especializaci¨®n es la de Axel Hoteles, para el colectivo gay. Axel ya est¨¢ presente en Buenos Aires y acaba de implantarse en Berl¨ªn.
Sobre todo, el crecimiento exponencial del turismo -y de las cadenas, de HCC a la vascocatalana Silken- en los ¨²ltimos tres lustros se ha convertido en un aut¨¦ntico im¨¢n para los empresarios de la construcci¨®n y el universo inmobiliario.
Ha sido el caso de Jos¨¦ Antonio Castro, due?o de la cadena Hesperia, en lucha eterna por hacerse con NH Hoteles; o el caso de N¨²?ez y Navarro, con casi una decena de hoteles en Barcelona; o tambi¨¦n el de Enric Reyna, con tres hoteles Amrey en Barcelona; tambi¨¦n el caso de Bruno Figueras, pese a que la crisis de Habitat oblig¨® a su inmobiliaria a poner en venta parte de su cartera hotelera, y que tendr¨¢ como emblema el rascacielos futurista Sky; o Espelt, de H 10, que constru¨ªa hoteles como aparejador; o unos aut¨¦nticos pata negra del sector como los Vallet, que antes de hoteleros fueron constructores y antes de constructores, textileros. Los Vallet son due?os de la cadena que se enorgullece de tener m¨¢s hoteles en Barcelona, Catalonia.
"Los constructores estaban bien situados para aportar inmuebles y capital, despu¨¦s de los a?os de euforia. Ahora, con el cambio de ciclo, buscan tranquilidad con la diversificaci¨®n en el sector hotelero, donde pueden o no entrar en la explotaci¨®n, las f¨®rmulas var¨ªan", se?ala Marisol Turr¨®, presidenta de Sercotel, que acaba de atraer al sector a la familia farmac¨¦utica Gallardo (Almirall) al capital de la cadena. Su irrupci¨®n ser¨¢ un trampol¨ªn para consolidar el incipiente proyecto de explotaci¨®n directa de esta empresa familiar, que hoy se limita a 11 establecimientos. Sercotel, sin embargo, re¨²ne un total de 135. Nacida de un grupo de ex directivos de NH que vio "una oportunidad en un mercado con demasiado hotelero independiente al que empezamos a ofrecer todos los servicios que pod¨ªan tener con una cadena pero sin perder la gesti¨®n", a?ade Turr¨®.
Un salto no tan distinto es el de Hotusa, un gran paraguas de hoteles controlado por el empresario Amancio L¨®pez que empez¨® como una minirred independiente y que hoy explota ya sus hoteles, marca Eurostar. L¨®pez defiende combinar propiedad y arrendamiento. No todos opinan igual. Jordi Clos, al igual que los Vallet de Catalonia, comparten la filosof¨ªa del hotelero de toda la vida. "Creemos en los hoteles en propiedad", explica Manuel Valenzuela, subdirector general de Catalonia, que de 47 establecimientos tiene s¨®lo 3 en arrendamiento. Valenzuela a?ade que "el encarecimiento de los precios no facilita las cosas".
El primer hotel
El primer gran hotel que tuvo Barcelona fue el hotel Internacional, en el paseo de Col¨®n. Se construy¨® en 55 d¨ªas, con motivo de la Exposici¨®n Universal de 1888. Ten¨ªa capacidad para albergar a 800 clientes y se hundi¨® al cabo de tres d¨ªas. Lo cuenta ?ngel Miguelsanz, ex director general de Turismo, quien lleva 12 a?os enfrascado en escribir la historia hotelera de Barcelona, Barcelona Parada i Fonda.
M¨¢s s¨®lidos que el Internacional son los hoteles de hoy. Y abundan de tres tipos. Los grandes de nueva construcci¨®n, como el Hesperia Tower. Los que se cuelan en edificios emblem¨¢ticos reformados, como el que N¨²?ez y Navarro rehabilit¨® en la neocl¨¢sica sede de la Compa?¨ªa General de Tabacos de Filipinas. Y los medianos de tres estrellas, todo un caj¨®n de sastre.
Jordi Clos. Derby, arte y dise?o
La historia de Derby Hotels arranc¨® hace poco m¨¢s de 20 a?os, cuando, a partir de la compra de un primer hotel en la calle de Loreto de Barcelona, el empresario y egipt¨®logo Jordi Clos cre¨® una compa?¨ªa. El dise?o vanguardista y el arte son dos marcas de la casa.
La cadena ha ido creciendo de forma selectiva y arranca su expansi¨®n internacional. Cuenta con seis hoteles en Barcelona, dos en Madrid y uno en Londres, su estreno for¨¢neo. El pr¨®ximo paso ser¨¢ Par¨ªs, donde ha comprado por 75 millones de euros un edificio hist¨®rico junto a la ?pera, para un hotel de lujo. Proyecta, adem¨¢s, dos hoteles m¨¢s en Barcelona. El grupo familiar tiene un negocio de 68 millones.
Manuel Valenzuela. La tradici¨®n de Catalonia
?Hoteles de dise?o? "Hay clientes para todo. La clave del ¨¦xito, adem¨¢s del servicio, es la localizaci¨®n", opina por sus m¨¢s de 30 a?os de experiencia en el sector Manuel Valenzuela, subdirector general de Hotels Catalonia. Los Vallet, una de esas familias empresariales de bajo perfil p¨²blico, procedente de la construcci¨®n, se asomaron al sector en los a?os ochenta, al reconvertir en hoteles tres de sus edificios de viviendas en Barcelona. En ella, tienen m¨¢s hoteles que nadie. Catalonia, con un negocio de 200 millones de euros, se estren¨® con hoteles urbanos. Pero en 1989 irrumpi¨® en el segmento de vacaciones, en Tenerife. Hoy, de sus 50 hoteles, 13 son vacacionales. Tiene pica en Bruselas y el Caribe. Su prioridad, Europa.
Jos¨¦ Mar¨ªa Moyano. Prestige, aire del Empord¨¤
"Mi padre era un emigrante cordob¨¦s que lleg¨® a Catalu?a con una mano delante y otra detr¨¢s", recuerda Jos¨¦ Mar¨ªa Moyano, desde el pasado oto?o consejero delegado de Prestige Group, que hoy es una empresa diversificada en tres ¨¢reas de negocio: el hotelero, que empez¨® con cinco establecimientos en Roses y que mueve 60 millones de euros; el inmobiliario y -el m¨¢s reciente pero con mayor proyecci¨®n- las energ¨ªas renovables.
Su desembarco en pleno paseo de Gr¨¤cia de Barcelona y junto al nuevo recinto de la Fira ha abierto una nueva etapa. Proyecta, entre otros, el Prestige Forest, junto a la Ciudad Judicial, y un hotel balneario para turismo exclusivo en Jafre (Baix Empord¨¤).
Marisol Turr¨®. Los Gallardo, a Sercotel
Sercotel fue, hace 13 a?os, un invento de Marisol Turr¨®, Javier Garro y Benjam¨ªn Sanz. Proced¨ªan de la cadena NH y se propusieron ofrecer servicios de comercializaci¨®n a hoteles en un sector que observaron muy fragmentado. La familia Gallardo de Almirall acaba de tomar el 47% de ese invento, Sercotel, porque la cadena inicia una nueva etapa: pasar a la explotaci¨®n directa de m¨¢s hoteles. Hoy s¨®lo 11 de los 135 que llevan su marca est¨¢n pilotados por la empresa.
La inyecci¨®n de los Gallardo permitir¨¢, seg¨²n el plan, que 30 de los proyectados para 2012 sean de explotaci¨®n directa. Sercotel factura 8,5 millones de euros, aunque la suma de ingresos de sus hoteles mueve 370 millones.
Gerard Gr¨¤cia. Apsis, generaci¨®n II
Los or¨ªgenes de la empresa son el hotel Gravina de Barcelona, aunque hoy no es suyo, en un t¨¢ndem de Gerard Gr¨¤cia L¨®pez y su socio Salvador Rojas. El hijo del primero, Gerard Gr¨¤cia Artigas, lleva ahora las riendas, ya no de un establecimiento, sino de la cadena hotelera en que se ha convertido, junto al ex presidente de la Federaci¨®n Catalana de F¨²tbol Jordi Roche.
La cadena, que cogestiona el famoso balneario Vichy Catal¨¢n y cuenta con una quincena de establecimientos de entre dos y cuatro estrellas, ha pegado un aceler¨®n de crecimiento en los ¨²ltimos cinco a?os. Gestiona adem¨¢s 60 hoteles con marca blanca, para terceros. Ahora mira hacia Praga y Budapest.
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