La izquierda busca la revancha

Los conservadores franceses se temen lo peor. Este domingo se celebra la primera vuelta de las elecciones municipales y todo son malos augurios, empezando por el hecho de que los candidatos de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) se ven obligados, literalmente, a esconder al l¨ªder de su partido, el muy impopular presidente Nicolas Sarkozy. Los socialistas, pese a que siguen desmantelados bajo los efectos de la derrota que sufrieron de la pasada primavera, han aparcado moment¨¢neamente todas las querellas sobre el futuro del partido y saborean una revancha para la que no han hecho muchos m¨¦ritos.

Los analistas insisten en que, por lo general, la popularidad del Gobierno o el presidente de la Rep¨²blica influyen poco en estos comicios, que se juegan en clave local y sobre personalidades. Pero el desplome de la imagen p¨²blica de Sarkozy, sus constantes traspi¨¦s y el descenso imparable de su cota de confianza ante la opini¨®n p¨²blica, a menos de un a?o de su arrolladora llegada al poder, anuncia un descalabro para los candidatos de la derecha.

Lejos, muy lejos, queda el sue?o de recuperar Par¨ªs. El alcalde socialista Bertrand Delano? ha cogido tal ventaja en los sondeos que incluso se podr¨¢ permitir el lujo de escoger con qui¨¦n pacta la alcald¨ªa de la capital. Tampoco Lyon est¨¢ al alcance de la derecha. Marsella parece girar hacia la izquierda y Toulouse, la cuarta ciudad de Francia, tambi¨¦n. Otro tanto sucede en Estrasburgo, donde las encuestas dan como perdedora a la alcaldesa saliente, la conservadora Fabienne Keller, frente al socialista Roland Ries. Tal es la sensaci¨®n de p¨¢nico en las filas de la UMP que el primer ministro, Fran?ois Fillon, cuya popularidad supera en m¨¢s de 20 puntos a la del presidente, se ha convertido en el escapulario de los candidatos conservadores en dificultades. En los ¨²ltimos d¨ªas se ha dedicado a visitar a los candidatos m¨¢s fr¨¢giles.

En Caen, la actual alcaldesa de la UMP, Brigitte Le Brethon, que seg¨²n los sondeos corre peligro de ser barrida por el socialista Philippe Duron, explicaba: "Ped¨ª la presencia del primer ministro, porque es importante mostrar que se tiene el apoyo del Estado". La elegancia y la flema, casi brit¨¢nica, de Fillon, le han convertido ahora en una figura "presidencial". Sarkozy, por contra, transmite inquietud, un adjetivo que utiliz¨® sin ¨¦xito su rival en las pasadas elecciones S¨¦gol¨¨ne Royal.

"Es su naturaleza, su manera de ser, para lo bueno y para lo malo", responden sus m¨¢s pr¨®ximos, su guardia pretoriana, como el vicepresidente de la UMP, Patrick Devedjian. El presidente ser¨ªa la v¨ªctima del supuesto acoso de una prensa izquierdosa y de una oposici¨®n carro?era.