El universo de la copla como objeto de vanguardia

"Yo s¨®lo fui un se?or que naci¨® pobre en M¨¢laga, trabaj¨® toda su vida y le gustaron los hombres. Y ah¨ª se acaban todos los s¨ªmbolos". En boca del protagonista de Miguel de Molina. La copla quebrada estas palabras suenan a inmejorable resumen del personaje cuya vida y milagros fascinaron al dramaturgo Borja Ortiz de Gondra y la directora Rosario Ruiz Rodgers. Dos creadores del teatro de vanguardia espa?ol poco sospechosos del folclorismo f¨¢cil con el que se suele identificar a Molina. Su espect¨¢culo, estrenado el pasado 22 de febrero en M¨¢laga, ciudad que vio nacer al cantante por la figura del cantante que llev¨® la copla a sus m¨¢s altas cumbresparte de una fascinaci¨®n. Y de una efem¨¦ide .

Con este estreno se inician los actos de celebraci¨®n del centenario del nacimiento de Molina, fallecido en 1993 en Buenos Aires, tras un largo exilio y una intensa vida marcada por ¨¦xitos, persecuciones, fortunas, fracasos, silencios, palizas de fascistas, ruinas, amores prohibidos y, sobre todo por el af¨¢n, nunca suficiente reconocido, de sacar a la copla del gueto del tipismo para acercarla a las vanguardias est¨¦ticas de los a?os treinta. En ese tiempo de irrepetible contaminaci¨®n entre lo popular y la alta cultura, Miguel de Molina estrenaba El amor brujo de Falla, el Nobel Jacinto Benavente escrib¨ªa los finales de sus espect¨¢culos y se codeaba con Le¨®n Felipe, Lorca, Pastora Imperio o La Argentina.

"De no haber estallado la guerra pod¨ªa haber llevado el flamenco a otros sitios; pero se le convirti¨® en un s¨ªmbolo homosexual, gitano, republicano, y eso devor¨® al creador", comenta Ortiz de Gondra quien no ignora que el cantante tuvo una segunda y brillante oportunidad en Am¨¦rica hasta que se retir¨® y escribi¨® unas dolorosas memorias bajo el t¨ªtulo de Bot¨ªn de guerra.

La fundaci¨®n que lleva el nombre del cantante dar¨¢ a conocer las actividades del centenario el 10 de abril, d¨ªa en que Miguel de Molina cumplir¨ªa 100 a?os. Habr¨¢ una exposici¨®n itinerante, un disco recopilatorio y un cat¨¢logo que incluye un profundo estudio sobre el artista.

Directora y autor, totalmente ajenos a la copla y al cantante, dicen que cuando recibieron el encargo se les pidi¨® una visi¨®n contempor¨¢nea de ¨¦l, no una reconstrucci¨®n hist¨®rica ni un homenaje arqueol¨®gico. Para ello el autor, tras bucear en un ingente material, mezla los ¨²ltimos meses de vida del cantante y los a?os treinta y cuarenta. El joven Miguel de Molina est¨¢ interpretado por el actor y tambi¨¦n cantante ?ngel Ruiz y el anciano por un impecable Miguel Palenzuela.

"Al final ha salido algo que no es reverencial, pero s¨ª respetuoso, sin olvidar el sarcasmo y humor". Del espect¨¢culo se sale con varias certezas: la carrera de Miguel de Molina se trunc¨® por actuar para los perdedores de la guerra y por amar a hombres. Y muri¨® sin saber el porqu¨¦ de la paliza que provoc¨® ssu exilio y detr¨¢s de la cual, se dijo, estaba Serrano Su?er, el cu?ad¨ªsimo de Franco.