Se va Paisley

La anunciada marcha del reverendo Ian Paisley de la presidencia del Gobierno aut¨®nomo de Irlanda del Norte cierra una etapa hist¨®rica en el Reino Unido. El final de la Operaci¨®n Banner, con la consiguiente retirada de las tropas brit¨¢nicas en el norte de la isla, la constituci¨®n de un Gobierno aut¨®nomo conformado por protestantes y cat¨®licos y, por ¨²ltimo, la retirada del anciano e incendiario l¨ªder protestante dibujan un panorama de normalizaci¨®n en una de las zonas anta?o m¨¢s inestables de Europa. Su previsible sucesi¨®n, parece que m¨¢s o menos forzada, es un paso necesario para que nuevos dirigentes pol¨ªticos, m¨¢s j¨®venes y tolerantes, tomen el tim¨®n de las instituciones norirlandesas, plagadas de viejos dinosaurios como el extinto Paisley o, incluso, el inefable Martin McGuinnes.

No ser¨¢ Paisley precisamente un reclamo publicitario de c¨®mo hacer bien las cosas: su anticatolicismo furibundo, su radicalismo pol¨ªtico y su verborrea incendiaria contra la poblaci¨®n cat¨®lica y omnicomprensiva para con los protestantes no fue nunca una ayuda en la soluci¨®n del conflicto, pero le debemos en gran parte que hoy d¨ªa haya cat¨®licos y protestantes gobernando juntos en el Ulster. Es por ello justo reconoc¨¦rselo en la hora de su partida.