El error Anguita
En EL PAIS de ayer ven¨ªan unas declaraciones de Jos¨¦ Manuel Mariscal, candidato de IU al Parlamento de Andaluc¨ªa por C¨®rdoba, en las que afirmaba que le "da much¨ªsimo m¨¢s coraje pol¨ªtico el PSOE porque la distancia entre la pr¨¢ctica y el discurso es mucho mayor que en el PP". A continuaci¨®n a?ad¨ªa que no iba a caer en el error de Julio Anguita, sin advertir que ya hab¨ªa ca¨ªdo.
El error Anguita consisti¨® en transformar la petici¨®n del voto para IU en un voto antisocialista.
No dudo que Julio Anguita, exactamente igual que Jos¨¦ Manuel Mariscal, cuando piden el voto para IU, piensan que est¨¢n pidiendo un voto para un programa pol¨ªtico de izquierda. Pero si ese voto se solicita, prescindiendo por completo de lo que los ciudadanos entienden que es una pol¨ªtica de izquierda y que de manera ininterrumpida desde 1977 la vinculan de manera abrumadoramente mayoritaria con lo que pol¨ªticamente representa el PSOE, no es un voto para la izquierda lo que se est¨¢ pidiendo, sino todo lo contrario.
La petici¨®n de voto para IU con un mensaje antisocialista es la petici¨®n m¨¢s de derecha que se puede hacer. Julio Anguita pasar¨¢ a la historia como alcalde de C¨®rdoba, como un buen alcalde de C¨®rdoba, sin duda. Pero pasar¨¢ a la historia, sobre todo, porque prest¨® una ayuda inestimable al PP para llegar al Gobierno de la naci¨®n. La llegada de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a La Moncloa no se puede disociar de la acci¨®n deslegitimadora desde IU del Gobierno presidido por Felipe Gonz¨¢lez. Buena parte de la credibilidad del PP como alternativa de gobierno vino de la cr¨ªtica al PSOE por parte de IU.
La jugada se hizo simult¨¢neamente en Espa?a y en Andaluc¨ªa, aunque con distinto resultado. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se convirti¨® en presidente del Gobierno de Espa?a, pero Javier Arenas no consigui¨® llegar a ser presidente de la Junta de Andaluc¨ªa. Tanto en un caso como en otro fue IU quien pag¨® el coste de la operaci¨®n, pasando a ser de una fuerza significativa en Espa?a y con posibilidad de convertirse en un socio importante de gobierno en Andaluc¨ªa, en una fuerza marginal.
Tengo la impresi¨®n de que IU no ha interiorizado el error Anguita. Sabe que no lo puede repetir, pero le gustar¨ªa poder hacerlo. Hay en IU una cierta a?oranza de aquellos a?os, en los que IU centraba su artiller¨ªa en el PSOE. Parece como si lo que le pidiera el cuerpo a los dirigentes de IU es tener un discurso antisocialista.
Y ¨¦ste es un grave error pol¨ªtico. Mientras IU no se deshaga de ese complejo, no va a poder dirigirse con credibilidad a los ciudadanos. Mientras le siga molestando much¨ªsimo m¨¢s el PSOE que el PP, es imposible que nadie pueda creer que cuando piden el voto para IU lo est¨¢n pidiendo para una pol¨ªtica de izquierda.
Los hombres, dec¨ªa Carlos Marx, hacemos la historia en condiciones independientes de nuestra voluntad. A todos nos gustar¨ªa poder hacer las cosas en condiciones distintas de las que tenemos que hacerlas. Es un s¨ªntoma de madurez reconocer que las cosas son como son y no como nos gustar¨ªa que fueran.
Ese ejercicio de madurez todav¨ªa tiene que hacerlo la direcci¨®n de IU. Su estrategia pol¨ªtica no puede prescindir de la manifestaci¨®n de voluntad del cuerpo electoral. No de sus votantes, sino de todo el cuerpo electoral. Porque en unas elecciones se pronuncian millones de votantes, pero habla un cuerpo electoral ¨²nico que es el que constituye la voluntad general. Y en la constituci¨®n de esa voluntad general hay un peso de la derecha y otro de la izquierda, en el que cada partido ocupa el lugar que los resultados electorales proporcionan. Sin ese punto de referencia no se puede hacer pol¨ªtica. ?se fue el error Anguita, del que todav¨ªa IU no parece haberse librado.
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