Clase de cine
El escritor Alessandro Baricco disecciona en un sugestivo breviario el rodaje de su primera pel¨ªcula, Lezione 21. "Si te portas bien, al final te regalan la claqueta. Como las orejas del toro al torero"
El a?o pasado he rodado una pel¨ªcula. Primero la escrib¨ª y luego, como se dice, la dirig¨ª. Una experiencia extra?a. Tras muchos a?os dej¨¢ndome embrujar por el cine en salas oscuras me he pasado al otro lado de la pantalla para descubrir c¨®mo se hace. No voy a extenderme mucho pero dir¨¦ que pr¨¢cticamente ha sido como ir a clase. He aprendido un mont¨®n de cosas y ahora que he terminado la pel¨ªcula, ahora que definitivamente la est¨¢n pasando al celuloide convirti¨¦ndola en un objeto irreversible, como un retrato, como un clavo retorcido, se me ocurre festejarlo compilando un breviario de lo que he entendido o de lo que creo haber entendido. En orden alfab¨¦tico, lo que no deja de ser un orden.
No tengo muy claro por qu¨¦ en el cine hay una organizaci¨®n sutilmente militar. Se dir¨ªa que todos la necesitan
?Qu¨¦ diferencia hay entre escribir y dirigir? La misma que entre tocar el piano y dirigir una orquesta. Todo es m¨²sica
Actores
Lo que hay que saber sobre los actores es lo siguiente: 1. La mitad del talento de un director consiste en seleccionar bien. Lo cual, por cierto, es muy dif¨ªcil. Hacer un casting es como reconocer un huevo duro entre una docena de huevos frescos. O eres muy bueno mirando a trav¨¦s de la c¨¢scara o lo que precisas encontrar lo hallas con ayuda de la fortuna. 2. Cuando un actor se emociona realmente durante el rodaje vives un momento bell¨ªsimo; pero precisamente esa escena es la que nunca vas a montar. En el cine, un actor que se emociona realmente es menos convincente que un actor que se emociona por oficio. Es una cuesti¨®n de cercan¨ªa de la mirada, de implacabilidad de la c¨¢mara. De hecho, en el teatro, creo, sucede al rev¨¦s. 3. Contra cualquier previsi¨®n, el hecho de rodar primero el final y despu¨¦s las escenas del inicio o fragmentar una escena de amor en dos d¨ªas de rodaje es algo que a los actores no les complica la vida. A ti te la complica pero a ellos no. Est¨¢n acostumbrados y prefieren que sea as¨ª. Por tanto, el momento m¨¢s id¨®neo para hacerles decir bien "?pero t¨² eres tonto?" es darles la colleja una semana antes. 4. Quedan mejor las actrices con p¨®mulos prominentes, siempre y en todo lugar. 5. A un actor realmente bueno se le reconoce cuando en un estudio quieres imponerle un detalle o sugerirle otra manera de hacer una escena: te escucha y luego te da las gracias.
Budget (presupuesto)
Las pel¨ªculas son caras. Para hacer una buena pel¨ªcula en Italia se necesita m¨¢s o menos el mismo dinero que Lele Mora se ha embolsado estafando a Hacienda (al menos eso es lo que dicen los del fisco).
Claqueta
Si te portas bien al final te la regalan. Como las orejas del toro al torero.
Control
Con total seguridad lo m¨¢s dif¨ªcil del oficio de director. Mantener el control de lo que est¨¢s maquinando, saber lo que est¨¢s haciendo en cada momento. Tambi¨¦n escribir libros es una tarea compleja pero escribir es un gesto compacto en el que ordenas todas las diferentes fichas en el mismo momento. Construir una frase es un gesto sint¨¦tico como hacer figuritas con la arena de la playa. En el cine es diferente. La s¨ªntesis llega al final, uno trabaja siempre con retazos provisionales. Dispones solamente de algunas piezas y las restantes debes imaginarlas o recordarlas. Ruedas un final sin haber rodado el inicio, escoges vestimentas sin poder endos¨¢rselas a los actores, escribes cosas bufas sin saber qui¨¦n las va a decir, montas la pel¨ªcula sin ruidos de ambiente (alucinante), trabajas siempre viendo pasar las secuencias en pantallas muy peque?as en las que la luz, los colores y la definici¨®n tienen bien poco que ver con lo que un d¨ªa se ver¨¢ en la gran pantalla. Cosas as¨ª. Es como correr con la cabeza metida en la bolsa del pan (?probadlo!). Por poner un ejemplo tonto: he tenido que buscar el ruido que hace un actor ara?ando el hielo con dos instrumentos diferentes, uno en cada mano: pues bien, por inescrutables razones t¨¦cnicas, el ruido de la mano izquierda lo he encontrado en un laboratorio del norte de Roma y el de la derecha en un taller de la otra parte de la ciudad. Evidentemente sin poder o¨ªr los dem¨¢s ruidos de ambiente ni la m¨²sica. ?Se puede trabajar as¨ª? S¨ª, se puede, lo hacen todos; y todo porque entre las decenas de artesanos que pululan en este mundillo hay uno que siempre, digo siempre, lleva todo en su mente, tiene la pel¨ªcula entera en la cabeza y nunca deja de ver en el reflejo del agua el r¨ªo entero, en el vuelo aislado la bandada completa, en una sonrisa toda una vida. Y ¨¦se eres t¨², el director. Bien se puede comprender que luego, por la noche, uno no duerma precisamente bien...
Digital Intermediate (digitalizaci¨®n)
Dicho confidencialmente "DiAi". Una adquisici¨®n bastante reciente. Pocos saben realmente c¨®mo funciona pero en sustancia se toma el conjunto ya montado, se transforma en material digital, se manipula cuanto se quiere y se convierte en pel¨ªcula, la que m¨¢s tarde va a girar en el proyector. En teor¨ªa es cosa de locos porque en el alegre intermedio digital uno puede meter la mano donde quiere y hacer un lifting al filme en cualquier momento. En la pr¨¢ctica la situaci¨®n es semejante a cuando te regalan un buen chorizo cular y lo metes en el congelador. Te aseguran que cuando lo descongeles seguir¨¢ siendo igual pero la duda de que est¨¢s haciendo un enorme desaguisado no te la quita nadie.
Doblaje
Dado que mi pel¨ªcula se ha rodado en ingl¨¦s (no es el momento ahora de explicar el porqu¨¦) he pasado por el trauma de tener que doblarla para la versi¨®n italiana. La primera vez que all¨ª, sentado, oyes hablar a tu actor australiano como en los documentales sobre la vida de los castores y hacerlo en una lengua en la que s¨®lo sabe decir espagueti carbonari, piensas irremediablemente en El exorcista. No es nada agradable, aunque puede suceder que, quince d¨ªas despu¨¦s, veas toda la pel¨ªcula doblada y te guste. Lo que confirma que somos un pa¨ªs de h¨¦roes, de santos, de navegantes y de dobladores.
Ej¨¦rcito
No tengo muy claro por qu¨¦ en el cine hay una organizaci¨®n sutilmente militar. Cuenta mucho la jerarqu¨ªa. Se dir¨ªa que todos la necesitan. Nadie puede arruinar tanto este tinglado como un meritorio que se dedique a mirar por la c¨¢mara (sacrilegio) o un director que deje sentar en su silla al peluquero. Flota en el ambiente con una aparentemente est¨²pida rigidez la idea, precisamente militar, de que si cada cual permanece en su puesto nada puede suceder que pueda luego sorprendernos. Es una convicci¨®n falsa pero yo me he encontrado bien con ella porque en ese error he pasado toda mi vida.
Faq (preguntas frecuentes)
Pregunta: ?qu¨¦ diferencia hay entre escribir y dirigir una pel¨ªcula? Respuesta: la misma que hay entre tocar el piano y dirigir una orquesta. En cierto sentido todo es m¨²sica. (A?ado, por deber de cronista, que pianistas que sean verdaderamente buenos dirigiendo existen, como mucho, dos en el mundo).
Graduatorie (escalaf¨®n)
Pregunta: ?qu¨¦ es m¨¢s dif¨ªcil, escribir un libro o dirigir una pel¨ªcula? Respuesta: dirigir una pel¨ªcula, al menos en el mismo sentido que es m¨¢s dif¨ªcil mantenerse en pie sobre un merengue que pintar la Capilla Sixtina.
Hurt, John
V¨¦ase Star.
Inquadrature (encuadres)
Cuando se rueda se pueden hacer todos los encuadres que se quieran: sobre ella, sobre ¨¦l, sobre los dos, desde abajo, desde arriba, de lado. Despu¨¦s, durante el montaje, se escoge. Pero es como mover de un sitio para otro las figuras de un futbol¨ªn.
Lecci¨®n veintiuna
Es el t¨ªtulo de mi pel¨ªcula. En principio la hab¨ªa titulado Freude, que es la palabra alemana con la que inicia el Himno de la Alegr¨ªa de Schiller al que Beethoven puso m¨²sica en la Novena Sinfon¨ªa. Me sonaba bien: Freude. Pero cuando ya iban tres que me comentaron "?ah, un filme sobre Freud!", decid¨ª cambiar. En cualquier caso, la pel¨ªcula trata sobre la Novena de Beethoven. Sobre la Novena y sobre la vejez; curiosamente dos cosas de las que no tengo experiencia directa. ?Vete a saber! Fin del intermedio publicitario.
Manifesto (cartel de cine)
Si la pel¨ªcula va mal la culpa es del cartel, equivocado.
Montador
Hay s¨®lo tres figuras en la vida con las que se puede alcanzar un nivel de verdadera, incondicionada intimidad y todo ello sin sexo: cuando te rompes la rodilla, tu fisioterapeuta; cuando eres cat¨®lico, tu confesor; cuando haces una pel¨ªcula, tu montador.
N
Es incre¨ªble que no haya aprendido nada que empiece con la N.
Objetivos
Son las lentes que el operador pone en la c¨¢mara. Puedes escoger entre una docena de propuestas diferentes. Los verdaderos talentos nunca se equivocan. Pero tambi¨¦n hay que decir que, en general, el objetivo seleccionado siempre se lo han dejado en el hotel.
Productores
Una cosa que he comprendido es que el verdadero autor de una pel¨ªcula, en el sentido m¨¢s limpio del t¨¦rmino, es el productor. Quiero decir que ¨¦l es el que ve una constelaci¨®n donde s¨®lo hay estrellas. El talento de un director, el oficio de los artesanos, cierta cantidad de dinero, los grandes actores, los actores buenos aunque no famosos, una determinada historia, un cierto p¨²blico: de por s¨ª son como restos de naufragio a la deriva para los que ¨¦l fabrica una balsa con la que navegar. Que luego salga una pel¨ªcula de Navidad o Full Metal Jacket es otra cuesti¨®n. En origen su gesto no es el del contable que hace cuadrar las cuentas sino el de un creador que donde los dem¨¢s ven un mont¨®n de piedras ¨¦l ve la cantera para una catedral. Luego vamos nosotros para oficiar la misa cantada, all¨ª dentro, pero el espacio es hijo suyo, estaba en su mente y es la pesadilla de sus noches y tal vez su sue?o.
Quanto manca? (?cu¨¢nto falta?)
Pregunta recurrente en el plat¨®. Equivale a "cuando cortemos se come".
Rugby
En el rugby dice la sabidur¨ªa popular que quien toque el piano que cargue con ¨¦l. No es muy diferente en el cine. El director lo toca, el tramoyista lo mueve. El director de fotograf¨ªa lo toca movi¨¦ndolo, el ayudante de director lo mueve toc¨¢ndolo. El montador lo toca cuando todos se han ido y el director art¨ªstico cuando todav¨ªa no ha llegado ninguno. Al final, el distribuidor, harto, va y lo vende.
Star (estrellas)
Actores aparentemente semejantes a los otros. S¨®lo que en la pantalla dejan su estela aunque sea tragando saliva. Yo tuve uno en mi pel¨ªcula. Tragaba como un dios.
Sopraluoghi (localizaciones)
Se va por ah¨ª, por el mundo, buscando un lugar adecuado para rodar. Delicioso. Primero van los especialistas, luego, hecha la selecci¨®n, llega el director. Da vueltas como si fuera un zahor¨ª, buscando la inspiraci¨®n y todos los dem¨¢s le siguen hablando bajito y sin hacer preguntas. En el caso de una localizaci¨®n de exteriores puede suceder que el director se aleje en un determinado momento, silencioso, como prendido de una s¨²bita iluminaci¨®n. Todos le siguen. Entonces el director dice que va a mear y todos se alejan.
Tiempos muertos
En los tiempos muertos, en los estudios, los actores leen libros. Siempre, por aquello de que soy un escritor que ha rodado un filme, he pensado mientras los miraba que all¨ª deb¨ªa haber una especie de moral escondida. S¨®lo que nunca he conseguido entender cu¨¢l.
Uscita (d¨ªa de estreno)
Escoger cu¨¢ndo hay que estrenar una pel¨ªcula en una sala comercial es un arte y tambi¨¦n el juego de azar preferido por la gente del cine. Igual que la dermatolog¨ªa, es una ciencia inexacta que encierra dogmas indiscutibles pero con la serena convicci¨®n de que nadie entiende nada. En el caso de una pel¨ªcula normal se trata de escoger el fin de semana bueno evitando las trampas, como en un campo minado: el d¨ªa de Navidad, el de la Pascua, los puentes soleados, las semanas blancas, el d¨ªa de estreno de las grandes producciones americanas, el estreno de la pel¨ªcula europea concurrente, las eventuales elecciones, los meses de verano, la final de la Champions, el Festival de San Remo, la primera comuni¨®n del hijo del director. Mi pel¨ªcula, por ejemplo, se estrenar¨¢ en 2017.
Visi¨®n
Resumiendo, se puede contar as¨ª: sucede que tienes un d¨ªa una especie de visi¨®n y meses despu¨¦s, tal vez a?os, te sientas en una peque?a sala y esperas ver esa visi¨®n reflejada en la pantalla convertida en materialidad y, por tanto, en algo visible tambi¨¦n para los dem¨¢s. En el tr¨¢nsito que va de la mente a la pantalla pasa todo lo habido y por haber y en todo ese monumental cirio tu verdadera tarea ha sido la de no perder contacto con aquella visi¨®n tuya, salvarla. No has hecho otra cosa. Durante meses has llevado de la mano a un ni?o por un parque de atracciones tratando de no perderlo. Tambi¨¦n se podr¨ªa decir que escribir un libro no es algo tan diferente. Y es verdad. Pero en el cine, esa incre¨ªble acrobacia que es permanecer fiel a una visi¨®n propia se convierte en un ejercicio f¨ªsico que hay que realizar en medio de un pandemonio de cosas y personas y con la ayuda de un mont¨®n de profesionales. En el cine se da a luz en p¨²blico, como las reinas. Esto genera una especie de progresivo desenfoque de tu visi¨®n original, un suave deslizamiento hacia la oscuridad. Parad¨®jicamente, cuanto m¨¢s aprendes el oficio y m¨¢s se capacitan tus ojos para mirar en el lugar del rodaje, menos consigues mantener una mirada precisa sobre tu visi¨®n original. Puede parecer absurdo, pero al final debes aceptar que te vas a quedar ciego. Es algo que no sucede con los libros. Cuando pierdes contacto con la visi¨®n de origen, interrumpes la tarea y esperas. En el cine es m¨¢s complicado. Recordad personas que en un momento de su vida hayan perdido la vista por una enfermedad, por un accidente, por casualidad. Probad a imaginar el obstinado gesto, dif¨ªcil y po¨¦tico, con el que esas personas aferran en su memoria un paisaje visto de ni?o, la forma de un campo de f¨²tbol, la cara del mejor amigo. A m¨ª me ha parecido que hacer cine es algo semejante. Al final, te llevan a una sala oscura, ante una pantalla y, por m¨¢s incre¨ªble que parezca, vuelves a ver el paisaje, el campo, al amigo. Si resultan id¨¦nticos a como los recordabas entonces vives una sensaci¨®n imposible de describir.
Zoo
Dado que los guionistas ganan menos, se divierten menos y son menos famosos que los directores, se vengan escribiendo secuencias en las que aparecen animales. Algunos, los m¨¢s malos, escriben escenas con animales y ni?os. No es muy frecuente pero algunas personas perturbadas llegan a escribir escenas en las que animales y ni?os est¨¢n en medio de la nieve, o bajo un diluvio, o en una tempestad de viento. En esos casos, el guionista, por prudencia, no asiste al lugar de rodaje. En otros casos s¨ª va pero nadie le mira. Entonces ¨¦l se va a su casa a escribir una escena en la que siete ni?os persiguen a un pavo bajo una tempestad de nieve en la playa de Sabaudia. De noche. -
? La Repubblica Traducci¨®n de Jos¨¦ Manuel Revuelta. Alessandro Baricco (Tur¨ªn, 1958) ha rodado Lezione 21 con John Hurt como protagonista y Leonor Watling en el reparto. El estreno est¨¢ previsto para septiembre. Seda, el filme de Fran?ois Girard sobre la novela del escritor, se estrena el d¨ªa 19. Los d¨ªas 3 (en el Teatro Lope de Vega de Sevilla) y 6 de abril (en el Teatro de La Laboral de Gij¨®n), Baricco participar¨¢ con Marlango en el Festival Palabra y M¨²sica.
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