Otra verdad inc¨®moda
Jennifer Baichwal recorre con el fot¨®grafo Edward Burtynsky una naturaleza alterada por la fren¨¦tica industrializaci¨®n en China en el documental Paisajes transformados. De las cadenas de montaje a la presa de las Tres Gargantas
El plano inicial de Paisajes transformados, el documental dirigido por Jennifer Baichwal sobre el trabajo del fot¨®grafo Edward Burtynsky, coloca al espectador en la escala perfecta para comprender la dimensi¨®n cicl¨®pea del capitalismo contempor¨¢neo. Durante ocho minutos, la c¨¢mara recorre el pasillo lateral de una interminable f¨¢brica china, 750 metros de l¨ªneas de montaje de aparatos el¨¦ctricos que ensambla manualmente una marea de hombres y mujeres uniformados. Baichwal, ganadora de un Emmy en 1999 con su primer documental, Let it come down: The life of Paul Bowles, acompa?¨® a Burtynsky en uno de los viajes que realiz¨® a China en 2005. Paisajes transformados, que se estren¨® ayer en varias salas comerciales espa?olas, gan¨® el a?o pasado el premio a la mejor pel¨ªcula canadiense en el Festival Internacional de Toronto, el Genie (equivalente a los premios Goya en Canad¨¢) al mejor documental y fue una de las nominadas al gran premio del jurado en Sundance.
Edward Burtynsky (St. Catherines, Canad¨¢, 1955) lleva tres d¨¦cadas fotografiando los escenarios industriales -canteras, minas, refiner¨ªas, vertederos- que definen la relaci¨®n del hombre actual con el planeta. "Quiz¨¢s el nuevo paisaje de nuestro tiempo, del que hay que empezar a hablar, es el que modificamos, el que alteramos en la b¨²squeda del progreso", afirma el fot¨®grafo al comienzo de la pel¨ªcula. Una topograf¨ªa que descubri¨® de manera casual en 1981. Una equivocaci¨®n mientras conduc¨ªa por el Estado de Pensilvania en Estados Unidos lo llev¨® hasta una mina de carb¨®n. La visi¨®n, casi surrealista, descubri¨® a Burtynsky la brutal capacidad transformadora de la mano del hombre.
El desarrollo de China en la ¨²ltima d¨¦cada en su af¨¢n por convertirse en la f¨¢brica del mundo es el ejemplo extremo de esa alteraci¨®n del paisaje. "Lo fascinante para m¨ª es que no nos podemos dar cuenta de la escala en la que nos estamos moviendo sin ir a China", explicaba el fot¨®grafo en conversaci¨®n telef¨®nica desde Canad¨¢ el pasado lunes. La b¨²squeda de paisajes mutantes llev¨® a Burtynsky, inevitablemente, a la m¨¢s monstruosa obra de ingenier¨ªa jam¨¢s realizada: la presa de las Tres Gargantas. Para construirla se han destruido 13 ciudades y m¨¢s de un millar de pueblos, y se estima que unos cuatro millones de personas se han visto obligadas a desplazarse de las zonas afectadas. El resultado es un gigantesco pantano que alimentar¨¢ la mayor central hidroel¨¦ctrica del mundo. Tard¨® quince d¨ªas en llenarse y, cuando lo hizo, se detect¨® una oscilaci¨®n en el giro terrestre.
Pero las im¨¢genes de Burtynsky dejan toda clase de juicios al espectador. "Tengo mis opiniones, por supuesto, pero no dejo que se conviertan en el centro de las piezas. No quiero crear puntos de vista politizados, sino ofrecer un planteamiento m¨¢s meditativo y que sea el p¨²blico el que, viendo las im¨¢genes, saque sus propias conclusiones de lo que est¨¢ sucediendo en China, que es lo que est¨¢ pasando en todo el mundo". El dilema que el desarrollo del pa¨ªs asi¨¢tico plantea -?tiene derecho a aspirar al bienestar de Occidente aunque sea a costa del equilibrio del medioambiente?- es el mismo que asalta a Burtynsky cuando, fotografiando una mina de plata y la herida en el planeta que supone su explotaci¨®n, reflexiona sobre el hecho de que ese mismo metal cubre la pel¨ªcula que le permite tomar sus im¨¢genes.
El trabajo de Burtynsky no se enmarca en el activismo medioambiental en sentido estricto aunque reconoce una actitud ¨¦tica. Tampoco se considera un fotoperiodista, sino que afronta cada fotograf¨ªa con un planteamiento casi pict¨®rico. "Estudio con mucho detenimiento la construcci¨®n de la imagen. Siempre trabajo en gran formato y puedo volver cinco o seis veces al mismo sitio en busca de la luz adecuada", se?ala. La figura humana -ausente- est¨¢ siempre impl¨ªcita, asegura el artista, no s¨®lo como causante de los paisajes alterados, sino como v¨ªctima de ellos: "Tenemos la misma capacidad que una cat¨¢strofe natural para modificar el planeta. La naturaleza est¨¢ en retroceso como consecuencia de la expansi¨®n urbana y de la necesidad de recursos, necesitamos carb¨®n, hierro, petr¨®leo, pesca, se est¨¢n cortando ¨¢rboles como nunca antes se hab¨ªa hecho".
El ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore gan¨® el a?o pasado el Oscar al mejor documental con Una verdad inc¨®moda, una desesperada denuncia sobre los riesgos del cambio clim¨¢tico y la amenaza que supone para la supervivencia de muchas especies. Los paisajes transformados de Burtynsky no son m¨¢s que otra cara de esa misma verdad inc¨®moda.
Paisajes transformados se proyecta en varias ciudades espa?olas dentro del programa del Mes del Cine Solidario. www.karmafilms.es/mesdelcinesolidario
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