La campa?a bate marcas en Galicia

La imagen tan manida de la Galicia esc¨¦ptica e indiferente a los asuntos p¨²blicos ha vuelto a quedar sepultada en esta campa?a electoral. Los gallegos han mostrado en las ¨²ltimas semanas una pasi¨®n pol¨ªtica que derriba todos los t¨®picos y que queda ilustrada por las audiencias televisivas: Galicia fue la segunda comunidad, tras Madrid, con m¨¢s cuota de espectadores en los dos cara a cara entre Zapatero y Rajoy. Incluso el debate entre los l¨ªderes de las tres principales fuerzas pol¨ªticas auton¨®micas, el socialista Emilio P¨¦rez Touri?o, el popular Alberto N¨²?ez Feij¨®o y el nacionalista Anxo Quintana, ninguno de los cuales concurre a las elecciones, convirti¨® por una noche a TVG en l¨ªder de audiencia, pese a que el programa apenas se hab¨ªa publicitado porque su celebraci¨®n estuvo en el aire hasta la v¨ªspera.

Los dos grandes partidos mimaron a Galicia en sus agendas ya que hay, al menos, dos esca?os muy disputados entre ellos. Uno es el que ha perdido la provincia de A Coru?a respecto a 2004 por el descenso de poblaci¨®n y que, seg¨²n todos los pron¨®sticos, se descontar¨¢ del casillero socialista. El otro est¨¢ en Ourense, donde el PSOE aspira a compensar el retroceso en A Coru?a arrebatando un diputado al PP. Zapatero estuvo en ambas ciudades, en Ourense unos d¨ªas antes de la campa?a y en A Coru?a el pasado 28 de febrero, donde logr¨® un lleno hist¨®rico en el pabell¨®n de deportes de Riazor, abarrotado con 8.000 personas. M¨¢s de un millar se quedaron en la calle.

Mariano Rajoy tambi¨¦n estuvo en Ourense y dej¨® su principal mitin para Vigo, donde reuni¨® a 5.000 personas. En la provincia de Pontevedra, de la que es original el candidato del PP, su partido pugna por arrebatar otro esca?o al BNG. Los nacionalistas, que acuden por primera vez a unas elecciones generales como fuerza de gobierno, se han fijado objetivos modestos para esta convocatoria y se conforman con mantener sus dos esca?os.