"Amo a A¨ªda, pero pesa como una losa"
Definitivamente, la tele engorda. Y la lycra, no digamos. Vestida de calle con unos vaqueros pitillo y una blusa de la talla 38 clavada, Carmen Machi parece la hermana fina de A¨ªda. M¨¢s joven, m¨¢s delgada y m¨¢s guapa que la desastrada asistenta que la ha aupado al disputado trono de la audiencia televisiva. Y eso que hoy est¨¢ hecha unos zorros. Los coletazos de la crisis de asma que la ha obligado a suspender dos funciones de La tortuga de Darwin -la obra teatral que representaba en Madrid- a¨²n le restan fuelle a esta voz que reconocen con los ojos cerrados seis millones de espa?oles. La popularidad de A¨ªda es el cielo y el infierno para esta actriz de 45 a?os curtida en las tablas desde los 17. Su criatura vuela tan alto que a veces siente que su ¨¦xito le forra de plomo las alas. Siempre le quedar¨¢ el teatro.
Se llama Carmen y es A¨ªda para el mundo. Le gustar¨¢ la ¨®pera. Me encanta, y he bailado en muchas. Trabaj¨¦ con Arnold Taraborrelli, un profesor de danza que llev¨® el coro de actores que bailan en el Teatro Real y la Zarzuela, y bueno [ahueca la voz], he tenido el honor de trabajar con Pl¨¢cido Domingo en Divinas palabras.
Carmen y A¨ªda son mujeres fuertes, pero acaban fatal. S¨ª, pobres. La mujer pare, tiene la capacidad de procrear. Los personajes que se escriben para mujer siempre son m¨¢s potentes y m¨¢s intensos.
La facultad de parir le da a la mujer la llave de la naturaleza. Exacto, es el gran poder. Es lo que nos diferencia m¨¢s de los hombres y donde les aventajamos.
Un poder que usted no ha querido ejercer. Nunca he tenido la necesidad. Siento que no me falta nada. Pero me flipan los ni?os. He hecho mucho teatro infantil. Considero que es el espectador m¨¢s listo, inteligente y exigente: si no le gusta lo que le das, llora o se va, es insobornable.
O sea, que en un estreno de ni?os se la juega, porque los de adultos, con el teatro lleno de colegas, son apote¨®sicos por definici¨®n. S¨ª, en ¨¦sos se aplaude a rabiar, aunque sea por cumplir. Con cr¨ªos est¨¢s vendido. En las compa?¨ªas peque?as se sobrevivi¨® mucho tiempo haciendo teatro infantil porque hay demanda en colegios, en fiestas, en eventos. Eso est¨¢ muy bien, porque ah¨ª empieza la educaci¨®n del espectador. Si la gente se acostumbra a llevar a sus hijos al teatro, a pagar por ello, aprenden la capacidad de escuchar, de fantasear, de creerse lo que pasa en escena sabiendo que es mentira. Esa formaci¨®n se nota mucho cuando crecen.
Ha dicho pagar. Hay quien defiende que la cultura ha de ser gratis. Pues yo opino que los espect¨¢culos se pagan. Si te invitan a algo, te permites el lujo de no prestar atenci¨®n porque como no te ha costado un duro, no lo valoras. Si te invitan a una ca?a, te la puedes dejar a medias; pero si la pagas, la apuras. Es una cuesti¨®n de actitud y de respeto. Esto es lo mismo.
?Se ofende cuando algunos pol¨ªticos acusan a los actores de ser unos mantenidos del Estado? No, porque es mentira. No me doy por aludida, no s¨¦ de qui¨¦n hablan. Yo hago esto, y esto es una profesi¨®n como otra cualquiera, lo que pasa es que en todos los oficios hay gente m¨¢s talentosa que otra. A veces se mete en el gremio gente que ni siquiera valora lo que hace. Llevo trabajando toda la vida y esto es un intercambio: yo doy y a m¨ª me dan por lo que hago. Aqu¨ª donde me ves, yo genero mucho dinero [sard¨®nica].
La veo sobrada. No era mi intenci¨®n, pero as¨ª es, y m¨¢s si est¨¢s en un medio como la televisi¨®n, que es el que mueve todo. Yo tengo una media de seis millones de personas que me ven, o sea, a m¨ª que no me digan que me mantiene nadie.
?Es usted una marca? [Risas]. M¨¢s o menos. Cuando est¨¢s trabajando no piensas en eso ni mucho menos, pero luego te das cuenta. Entonces, nunca estar¨¢ bastante bien pagado. Hay gente que gana muuuucho dinero a mi costa.
Como los futbolistas. Igual. Esto es as¨ª, t¨² generas dinero, eres rentable. Pero no s¨®lo en televisi¨®n, donde hablamos de cifras incre¨ªbles; tambi¨¦n en el tea?tro. Si haces un producto que gusta, la gente lo paga; si no, la gente no va. Al p¨²blico no se le enga?a.
La serie se llama como su personaje, con lo que toda la responsabilidad recae sobre sus hombros. ?Eso le pesa? S¨ª, llega a pesar porque no est¨¢ en tus planes. Mi personaje viene de otra serie, 7 vidas, y en realidad A¨ªda es absolutamente coral. El hecho de que se llame como t¨² es bueno y es un handicap, porque no es verdad que t¨² lleves todo el peso, est¨¢ repartid¨ªsimo, afortunadamente. Por no hablar de los guionistas, los verdaderos art¨ªfices del ¨¦xito. Pero imagino que si la serie se llama A¨ªda y tu personaje tambi¨¦n, hay quien cree que cuando se habla de la serie, se habla de ti. Eso pesa. Lo que pasa es que afortunadamente siempre ha ido bien. Yo no s¨¦ lo que es el fracaso en televisi¨®n; curioso, ?eh? S¨®lo he hecho dos cosas, 7 vidas y A¨ªda, y han sido dos fen¨®menos.
"A¨ªda" es la gallina de los huevos de oro de Telecinco. Si decidiera bajarse del carro, ?qu¨¦ ocurrir¨ªa? Llevo casi nueve a?os con el personaje, un r¨¦cord. Amo a A¨ªda, pero pesa como una losa. El problema es que, en el supuesto de que uno dijera: me quiero ir a vivir a China, hay un mont¨®n de factores que te ponen complicado tomar una decisi¨®n. No digo que sea el caso, pero, ya que lo preguntas, s¨ª, evidentemente. Sobre todo porque nadie comprende que en pleno ¨¦xito? Pero ?de qui¨¦n es el ¨¦xito? Acabo de recibir un TP que agradezco infinito, pero llevo ocho a?os recibiendo premios por el mismo trabajo, y a veces es hasta frustrante. Hay gente que le dices esto y?, s¨¦ lo que digo. Con toda la ola que le hago a quien me da un premio, t¨² tambi¨¦n puedes pensar que tu vida se ha limitado, que eso supone una limitaci¨®n para ti. Y ah¨ª entra la responsabilidad. Si rompo esto de golpe, qu¨¦ pasa: pues que has de pensar en muchas cosas, en mucha gente. No es f¨¢cil, pero claro que pesa, mentir¨ªa si dijera que no.
Blanca Portillo se march¨® de '7 vidas' en plena cresta de la ola para hacer teatro en Buenos Aires y no le ha ido nada mal. [Silencio]. Era diferente, porque la serie no se llamaba Carlota, como su personaje. Cuando se fue Blanca, fue duro, porque ella es una actriz excepcional, compa?era, amiga. Pero le pas¨® lo mismo, hay un momento de tu vida en que tienes que elegir, porque no puedes hacer todo y porque te das cuenta de qu¨¦ es lo que te est¨¢ apeteciendo. A lo mejor es descansar. El caso de Blanca es exactamente igual que lo m¨ªo, pero no lo parece; porque si se iba ella parec¨ªa que no pasaba nada, que la serie segu¨ªa, y s¨ª pasaba: se nos iba un diamante. ?se es el problema: de cara a la cadena y la gente, como la serie no se llamaba Carlota, no ve¨ªan esa tragedia. Conmigo no s¨¦ qu¨¦ pasar¨ªa, ya te contar¨¦.
La tele es un medio inmisericorde con los profesionales que no enganchan a la audiencia. ?Qu¨¦ les da? Que me lo curro, y algo de talento habr¨¢, digo yo. Cuando entras en un sitio no te cogen porque s¨ª. Hay mucha gente que se cree que yo soy una se?ora de la calle que friego escaleras y que me han hecho una serie. No, llevo mucho en esto, y fue un director de casting, Luis San Narciso, que me hab¨ªa visto trabajar mogoll¨®n de veces en el teatro, quien me fich¨® para 7 vidas. Una serie que era puro teatro. Ah¨ª est¨¢bamos Blanca Portillo, Javier C¨¢mara, Amparo Bar¨®, Gonzalo de Castro, Anabel Alonso?, todos con un origen y una educaci¨®n teatral. 7 vidas, igual que A¨ªda, se hac¨ªa con p¨²blico en el plat¨®. Tienes que tener una capacidad de hacer la comedia, del ritmo, muy teatral. Yo no ven¨ªa de la nada.
Me ha contado el propio San Narciso que fue verla envuelta en una bandera de Espa?a y quererla. Qu¨¦ bonito [risas]. Fue en Santiago de Cuba y cierra Espa?a. Una funci¨®n de Ernesto Caballero que hicimos hace diez a?os en La Abad¨ªa. Yo hac¨ªa del alma de Espa?a, f¨ªjate, e iba vestida como la Cibeles. Luis es el director de casting que necesitaba este pa¨ªs.
Eso suena a pago de favores. Expl¨ªquese. Aqu¨ª, todav¨ªa, al actor de teatro no le met¨ªan en la tele porque dec¨ªan que tu forma de proyectar la voz y el gesto no cuadraba y, como consecuencia, nunca hac¨ªa cine. Eso ya no pasa, y el olfato de Luis fue decisivo. Yo encaj¨¦ en 7 vidas porque trabajamos con p¨²blico y la direcci¨®n de la voz no es a un micro, sino a la grada, por eso dicen que chillamos tanto.
?Fue como una c¨¢mara de descompresi¨®n del teatro a la tele? Algo as¨ª. La televisi¨®n y el teatro son medios muy diferentes, pero el objetivo del actor es el mismo: hacer posible algo, darle verdad a lo que haces. Tienen un lenguaje diferente, una t¨¦cnica y un saber estar muy distintos. La mentalidad del actor de teatro es que no puedes fallar nunca, no puedes parar ni en un ensayo, no puedes repetir una frase, siempre tienes que tirar para adelante.
Entonces har¨¢ pocas tomas falsas. Claro, tienes ese chip, y en la tele eres eficaz y haces que producci¨®n no pierda dinero.
Rentabilidad absoluta. S¨ª [risas]. Luego aprendes que hay una marca, que hay que perfilarse, que tienes que buscar la luz, que el micro esta ah¨ª, que hay cinco c¨¢maras? Coges las t¨¦cnicas y las pautas de la tele. Para m¨ª, 7 vidas fue un m¨¢ster impresionante, y encima cobrando.
Acaba de representar en Madrid 'La tortuga de Darwin'. ?El teatro es una necesidad o una v¨¢lvula de escape? Una liberaci¨®n absoluta. Cuando hace dos a?os me dijo Ernesto Caballero, el director, que Juan Mayorga y ¨¦l iban a hacer este montaje, dije que s¨ª enseguida. Adem¨¢s coincid¨ªa con un par¨®n en la serie. La tortuga no es s¨®lo una funci¨®n de teatro, estoy hora y tres cuartos hablando, y sobre todo requiere de una implicaci¨®n tal que no quieres que nada te enturbie. Estoy enamorad¨ªsima del personaje, del proyecto, del texto. Soy superfeliz haciendo esto. Me he dado cuenta de que si hago esto puedo incluso aguantar m¨¢s a?os en la serie. Es un bal¨®n de ox¨ªgeno. Antes no me pasaba, pero ahora necesito salirme del cuerpo de esa mujer con la que paso las 24 horas del d¨ªa, porque salgo de casa y sigo siendo A¨ªda. A veces es una carga.
?Las tablas le alimentan? Mucho. Primero porque te reconcilias contigo misma como actriz, ves que a¨²n te pueden pasar m¨¢s cosas, y porque te enamoras de lo que haces. Te puede parecer absurdo, pero la escena te da tanta fuerza que salgo de grabar A¨ªda y voy al teatro, y deber¨ªa estar molida, pero no, es al rev¨¦s, porque voy nutrirme, a llenarme de vida.
?Como un 'chute', en el buen sentido? Exactamente, una dosis que te carga las pilas para lo otro; el complemento ideal.
Dice que la escena es su ox¨ªgeno. Se la oye respirar con dificultad. Soy asm¨¢tica desde los 25 a?os, pero no me afecta. Estoy medicada, voy con el Ventol¨ªn en el bolso. Adem¨¢s es una enfermedad muy psicosom¨¢tica, y la tensi¨®n tambi¨¦n te la produce. Hay muchos artistas con asma.
Sin embargo, he le¨ªdo por ah¨ª que fuma mucho. Eso es una calumnia, no puedo, qu¨¦ m¨¢s quisiera. Pero los cigarros de despu¨¦s de, s¨ª me los fumo [risas].
?Los de las tres ces: cena, copas y?...y cama, s¨ª se?ora, ¨¦sos son los mejores.
Hablando del tema, a A¨ªda le va la marcha. Mucho. A¨ªda no tiene prejuicios, bastantes problemas tiene para preocuparse de gilipolleces, ?no? Es una comedia, pero el personaje es absolutamente dram¨¢tico por la vida que le ha tocado. Todos conocemos muchas A¨ªdas. Es una mujer carente de muchas cosas, y quiz¨¢ por eso sabe que el sexo es gratis y le encanta. Pero sobre todo busca alguien que la quiera, porque nunca la han querido.
Tambi¨¦n es tolerante. No me la imagino diciendo 'trabajadora del sexo', 'toxic¨®mano' o 'gay'. Ella dice puta, yonqui y maric¨®n, pero no les juzga. Lo que tiene, sobre todo, es sentido com¨²n. Cuando una persona ha pasado tanto ?una mujer maltratada, separada, con hijos en edad dif¨ªcil, con una madre y un hermano con problemas?, todo el mundo abusa de ella. A esa gente con la dificultad suprema de no llegar a fin de mes, c¨®mo va a preocuparle la correcci¨®n pol¨ªtica. A¨ªda es pol¨ªticamente correct¨ªsima; una mujer que da lo que tiene, que le preocupa lo b¨¢sico, que su gente est¨¦ bien alimentada y segura. Esas mujeres existen: las que ven que su hijo necesita metadona y van a busc¨¢rsela, y luego van a un boys, que eso no quiere decir que est¨¦n con la depresi¨®n. Se dice que no tienen cultura, pero son gente culta de la vida, capaces de decir: ?y yo qu¨¦?, ahora salgo y me tiro a lo que haga falta. Son supervivientes.
A¨ªda vive en el barrio de Esperanza Sur. Creo que usted creci¨® en Getafe, una ciudad perif¨¦rica del sur de Madrid. S¨ª, de los 12 a los 20 a?os. All¨ª fui al instituto y empec¨¦ a hacer teatro, en la compa?¨ªa Taormina, un grupo con gente de la Escuela de Arte Dram¨¢tico de Madrid. ?sa fue mi gran escuela, estren¨¢bamos una funci¨®n al mes. Eso de la periferia es muy relativo, funciona mucho el estereotipo. En el sur se est¨¢n creando nuevos modelos de ciudades con identidad propia: sitios con servicios, agradables para vivir. Yo en Getafe lo pas¨¦ bomba.
?Recuerda el caso de la aspirante a cajera rechazada por ser "fea y de Parla"? Eso, adem¨¢s de un clich¨¦, es mentira. En Getafe hay gente superpija. En esas ciudades, el poder adquisitivo ha crecido, y la cultura ciudadana, y los servicios. Hay incluso cierto orgullo de ser de all¨ª. No estoy de acuerdo con ese estigma. Ahora vivo en Malasa?a, un barrio del centro de Madrid, y nadie se plantea si all¨ª hay gente que no llega a fin de mes. La vida, las circunstancias econ¨®micas y sociales est¨¢n en todas partes. El barrio de A¨ªda es cualquier barrio de cualquier ciudad, a los que se suele marginar sin conocerlos. El cole de mi sobrino en Getafe tiene unas inquietudes culturales incre¨ªbles. Hay un prejuicio de que la periferia est¨¢ llena de manguis y marujas. Y no, en los barrios cabe toda la fauna humana.
Dice Harriet, su personaje en 'La tortuga de Darwin', que el hombre, llegado a un punto, retrocede hasta la bestia. Y que la evoluci¨®n culmina en el hombre bomba.
Pesimista, ?no? La vida misma. Harriet, esa hermosura que ha escrito Juan Mayorga, es una tortuga que ha visto a la humanidad crecer. Bueno, m¨¢s bien destruirse. Harriet dice cosas como ?a ver si con el cambio clim¨¢tico mut¨¢is y sale algo m¨¢s decente?. El p¨²blico r¨ªe, y yo pienso: perdonad, hablo de vosotros. No es pesimista, es realista, es lo que hay. Harriet tiene 200 a?os, ha visto de todo, y llega un momento en que ve que la historia se para y es siempre la misma. Es cuando dice ?ya no tengo m¨¢s cosas que contar?, en 1989. Pero es una comedia. No se trata de sermonear, sino de tomar conciencia.
A usted le crearon una serie a medida pasados los 40. Cuando otras est¨¢n en retirada, usted explota. A m¨ª me ha ido muy bien siempre, soy privilegiada, lo que pasa es que he hecho cosas de una repercusi¨®n m¨¢s grande a esa edad. Si no hubiera estado trabajando desde los 17, a lo mejor no hubiera pasado. Siempre he estado conforme con la vida porque me ha sonre¨ªdo mucho. Cuando cumpl¨ª 40 era mi momento m¨¢s feliz a nivel profesional, pero no porque fuera m¨¢s rica o famosa, sino porque estaba en 7 vidas, que es lo mejor que me ha pasado. Aquello era una fiesta, marc¨® un momento maravilloso. Cuando me preguntaban por la crisis de los 40, no sab¨ªa de qu¨¦ hablaban.
Y ante el espejo, ?le gusta lo que ve? Como la pobre A¨ªda es tan poco agraciada, yo me veo ideal. Pienso que no me parezco nada a A¨ªda f¨ªsicamente. Ser¨¢ porque mi manera de entender la vida es otra, y a ella la veo mucho mayor que yo.
?Cu¨¢ntos a?os tiene A¨ªda? El a?o pasado cumpli¨® 40, pero la veo m¨¢s vieja. Me pasa con amigas del instituto; muchas parece que tienen 55, con un coco que flipo. Eso tiene mucho que ver con a qu¨¦ te dedicas, c¨®mo vives. Yo tengo 45, pero no me lo creo; pienso: ?cu¨¢ndo ha sido esto? Porque yo tengo 30 a?os, chica, los mismos h¨¢bitos, las mismas amistades, la misma pareja. No he cambiado, yo no soy ¨¦sa. A¨²n me pongo ropa de entonces.
Javier Pel¨¢ez, su estilista en '7 vidas', dice que llor¨® cuando cerr¨® Sepu, porque all¨ª se surt¨ªa de mallas de 'lycra' para A¨ªda. ?Es usted coqueta? No, femenina. Me gusta estar c¨®moda y favorecida. Lo necesito. Igual que no me importa darle todos mis defectos a A¨ªda, darle el michel¨ªn ni me acompleja ni me preocupa, pero yo trato de ocultarlo. Cuando me visto para m¨ª no me pongo ropa ce?ida si s¨¦ que algo me sobra. Pero cuando interpreto el personaje se lo ofrezco porque se lo merece.
?A¨ªda es di¨¢bolo, cilindro o campana? Yo soy cilindro de toda la vida, y A¨ªda es m¨¢s pera que campana. Somos distintas, el estilismo influye y tu actitud ante la vida te hace estar de una forma determinada. Yo no he sido nunca ama de casa.
Pero alguien le limpiar¨¢. S¨ª, una mujer.
Hoy muchas A¨ªdas son extranjeras. Mujeres que vienen solas a trabajar y mantienen a su familia en su pa¨ªs. La m¨ªa es ucraniana, Luva. Tienen ovarios. A¨ªda es eso. Una mujer que, aunque en su casa nadie d¨¦ palo al agua, no puede dejar de fregar. Si no es agradable quitar la mierda de los tuyos, que ni te lo agradecen, imag¨ªnate con extra?os. Admiro profundamente su trabajo. Soy al¨¦rgica, he de tener la casa limp¨ªsima, y al oficio de limpiar le doy una importancia vital. Flipo con esas casas de las madres, impecables. Mi madre es un ama de casa total. Eso no lo valoras hasta que te vas, y cuando te lo hacen, te emociona. Limpiar es establecer la comodidad, la calma. Planchar [dram¨¢tica] es un arte. Una cama reci¨¦n hecha es el lujo absoluto. Por eso me encantan los hoteles; ese orden, ese olor a limpio. Eso es muy valioso y nunca se ha valorado.
Sus incursiones en el cine son contadas. En ?Lo que s¨¦ de Lola? trabaj¨® con Javier Rebollo, uno de los directores que, junto al ganador del Goya Jaime Rosales, hacen un cine radical, personal, sin concesiones. ?Le interesa esa tendencia? Yo no soy espectadora de comedia, no me gusta, me hace muy poca gracia. La hago porque soy actriz, y la disfruto, pero porque para m¨ª la comedia siempre parte del drama. Adoro el cine lento, esos planos eternos. No tiene que ver con lo que hago [r¨ªe], pero es as¨ª. Como tengo un antes de A¨ªda, afortunadamente, hay gente con la que tengo relaci¨®n profesional de a?os, y el gui¨®n de Rebollo llevaba 15 a?os en casa. De hecho, ¨¦l no ve la tele y ni sabe qui¨¦n es A¨ªda. A lo mejor volvemos a trabajar juntos pronto. Es gente con quien tienes sinton¨ªa y vuelves a encontrarte.
Dice Gonzalo de Castro, su compa?ero en '7 vidas', que en las series c¨®micas hay que "poner el acento con la ceja", clavar el gesto y la palabra. ?Y la emoci¨®n? La comedia es pura t¨¦cnica, no tiene nada de improvisaci¨®n. Y m¨¢s una sit-com, con unos esquemas perfectamente medidos, que tienen un chiste, un gag visual y un gag verbal cada tanto. O lo haces tal como viene en el gui¨®n, o te lo cargas. Eso no quiere decir que no haya toda la emoci¨®n del mundo, eso no quita la verdad; pero el esqueleto es t¨¦cnico, y si te lo saltas, se cae. Si yo te digo "tarariroriror¨ª", t¨² te r¨ªes; pero si cambias el tono y dices "tarariror¨ªrori", no. Es un mecanismo de relojer¨ªa.
Y su instrumento es la cara, el cuerpo. Todo. Mira, a m¨ª se me ha estropeado estos d¨ªas mi gran instrumento, la voz; qu¨¦ tortura. Primero est¨¢ el gesto y luego la palabra. Cuando te dicen algo, t¨² lo recibes y luego contestas. Tambi¨¦n es t¨¦cnica, has de escuchar al cuerpo. Primero reaccionar, luego hablar. No es tan f¨¢cil.
Volviendo al episodio de San Narciso. ?Es usted una mujer de bandera? ?Y A¨ªda? A¨ªda, s¨ª; Carmen, no s¨¦. No tengo ni pu?etera idea de qui¨¦n soy. Te pasas tanta vida haciendo de otros que, aunque yo dejo a mis personajes f¨¢cilmente, uno se va haciendo por el camino. Esta profesi¨®n es fascinante porque vas recogiendo emociones robadas, situaciones que no has vivido, pero que te quedas dentro. Eres tantos que no sabes muy bien qui¨¦n eres.
Hoy hay elecciones. ?En qu¨¦ pa¨ªs le gustar¨ªa vivir los pr¨®ximas cuatro a?os? En el mismo pa¨ªs en el que vivo, nada m¨¢s.
Y nada menos, con eso lo dice todo. Pues eso mismo, chica, t¨² lo has dicho.
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