An¨ªmense
S¨ª, claro que dan ganas de no ir hoy a votar, o de hacerlo en blanco; de mostrar de alguna forma el rechazo global no al sistema democr¨¢tico -el que a¨²n prefiere la mayor parte de la poblaci¨®n pese a sus imperfecciones y distorsiones y aun corrupciones-, sino a los pol¨ªticos entre los que nos vemos obligados a elegir, que sirven mucho m¨¢s a sus respectivos partidos que a los ciudadanos, a los que a menudo parecen considerar un mero y enojoso tr¨¢mite por el que hay que pasar cada cuatro a?os, por suerte s¨®lo hay que encandilarlos durante un par de meses, antes de cada cita electoral. S¨ª, dan ganas de abstenerse, s¨®lo que abstenerse o depositar un voto en blanco es una estupidez todav¨ªa mayor que la estupidez innegable de acercarse a echar una papeleta en la urna, y entre dos estupideces, mejor siempre la menor. Quien se abstiene no es nunca computado como quiz¨¢ desear¨ªa, ni quien vota en blanco: se considera que ambos se inhiben y se encogen de hombros, que dejan la elecci¨®n a quienes s¨ª se pronuncian y que no van a plantear, por tanto, ninguna objeci¨®n a los resultados; simplemente les son indiferentes, carecen de preferencias, no les importa qui¨¦n gobierne, se limitan a acatar la decisi¨®n de los dem¨¢s, es decir, de los convencidos, los entusiastas, los militantes y tambi¨¦n los fan¨¢ticos. Pero f¨ªjense qu¨¦ peligro, precisamente para quienes desde?an a todos los partidos o est¨¢n hartos de ellos: consentir en que uno u otro alcancen el poder, colmando as¨ª los deseos de los ciudadanos que est¨¢n en las ant¨ªpodas de su posici¨®n (es decir, los de los convencidos, entusiastas, militantes y tambi¨¦n fan¨¢ticos). No me digan que no es la mayor estupidez de las dos.
"Vale la pena votar para que 'no' gobiernen los unos o los otros, tan s¨®lo para imped¨ªrselo"
As¨ª que qu¨¦ remedio, m¨¢s vale ir a votar. Todav¨ªa hay quienes censuran a los que van de este modo, a rega?adientes y porque no ir es a¨²n peor; a los que tan s¨®lo optan por quienes les repugnan un poco menos que otros, o, como dije aqu¨ª hace cuatro a?os, por quienes, en vez de cien patadas, no nos dan m¨¢s que noventa y ocho, o incluso noventa y nueve, que en ning¨²n caso son pocas. Qu¨¦ hacer, se pregunta as¨ª el reacio, y el perezoso, y el desilusionado, y el esc¨¦ptico, y el que casi preferir¨ªa lavarse las manos y no tener nada que ver y poder decir luego: "Ah, a m¨ª no me miren, yo no vot¨¦, o lo hice en blanco, este desastre fue cosa de ustedes". Y no, lamentablemente es cosa de todos, tambi¨¦n de los que se quedan en casa o arrojan una papeleta que no cuenta, justamente porque pudieron echar una que evitara este desastre o aquel o aquel. De modo que, contra la opini¨®n de los m¨¢s puristas, claro que vale la pena votar para que no gobiernen los unos o los otros, tan s¨®lo para imped¨ªrselo.
El panorama es desalentador, lo reconozco, para los indecisos y los que sienten una general aversi¨®n. Quiz¨¢ la ¨²nica posibilidad resida en algo elemental: aunque todos me desagraden, voy a votar a los menos locos, a los menos incongruentes, a los que me parezcan menos aventados. Y, si nos ce?imos a eso, ?qu¨¦ sentido tiene dar poder, en unas elecciones generales espa?olas, a cualquier partido independentista o nacionalista, al que nada importa el conjunto de la naci¨®n, sino que m¨¢s bien ans¨ªa su disoluci¨®n? Si de verdad fueran consecuentes, ni el PNV, ni EA, ni ERC, ni el BNG, ni CiU, ni los aragonesistas, andalucistas, canaristas o navarristas deber¨ªan presentarse a estas elecciones. En realidad no se sabe qu¨¦ pintan aqu¨ª, son pura esquizofrenia y contradicci¨®n. Claro que a locuras no gana nadie al PP. Muchos de ustedes, extra?amente, ya no se acuerdan, pero sus dirigentes y ac¨®litos se han pasado los ¨²ltimos cuatro a?os soltando una tras otra (y haci¨¦ndolas en los cuatro anteriores, lo cual era a¨²n m¨¢s grave). Veamos. Los atentados del 11-M fueron obra de ETA, en colaboraci¨®n con los servicios secretos espa?oles, franceses y marroqu¨ªes, y con polic¨ªas, jueces y guardias civiles, todos al servicio del PSOE y de un golpe de Estado, pese a que nadie lo pudo prever. Espa?a se romp¨ªa, luego hab¨ªa que boicotear el cava catal¨¢n. Se vend¨ªa Navarra a ETA. Se amenazaba y pretend¨ªa destruir la familia. El matrimonio homosexual iba a ser poco menos que obligatorio. El Gobierno amparaba a los terroristas y vejaba a los muertos. Todo el suelo ha de ser edificable. Hay que privatizarlo todo para que los ciudadanos paguen de nuevo lo que ya pagaron con sus impuestos. El PP no divid¨ªa ni provocaba la menor crispaci¨®n (mientras cada paso que daba era jaleado por ese manicomio ben¨¦fico llamado Cope en el que los obispos hacen millonarios a los chalados m¨¢s furiosos a cambio de que se explayen durante horas llamando al enfrentamiento civil). ?Qu¨¦ queda? IU carece de sentido de la realidad. UPyD es una inc¨®gnita y su jefa de filas parece v¨ªctima de una sola obsesi¨®n. ICV vive en la permanente tontuna y el PSOE da la impresi¨®n de idiotizarse cada semana que pasa un poco m¨¢s, con sus consejeros ¨¢ulicos de tan cortas luces y su correcci¨®n pol¨ªtica llevada a extremos rid¨ªculos. ?Se me olvida alguien? En esencia creo que no. Este es el panorama, de acuerdo. Pues aun as¨ª, se lo ruego, por la cuenta que nos trae: vayan todos a votar a alguien, al que les d¨¦ menos rabia o les parezca menos chiflado. Recuerden el dictamen de Faulkner: "Entre la pena y la nada, elijo la pena". Pues eso. Sobrep¨®nganse, y an¨ªmense.
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