Fascismo
Con una pistola de mierda y cinco balas, la m¨ªnima inversi¨®n posible, si se descarta la negra hiel, un terrorista de ETA ha irrumpido en el proceso electoral una vez m¨¢s en el momento preciso y ha erigido a la muerte en protagonista de la pol¨ªtica en medio de la fiesta de la democracia. Cinco tiros de un fan¨¢tico han sido suficientes para que todas las c¨¢maras y micr¨®fonos dieran la espalda al fervor de los m¨ªtines, a las banderas de los partidos, a las promesas de sus l¨ªderes y se fueran en busca de un cad¨¢ver ensangrentado en medio de la calle. Se dice que matar as¨ª es muy f¨¢cil. No lo creo. Disparar a traici¨®n, contra un hombre confiado y desprotegido es, sin duda, una villan¨ªa, que no comporta riesgo alguno, pero no todo es tan sencillo. Detr¨¢s de este crimen hay un idealismo ya podrido pero largamente alimentado, que asume la violencia como una parte de la gloria. Se necesita mucha dedicaci¨®n para fabricar a un fan¨¢tico de este tipo: adem¨¢s de hacerle creer que aprieta el gatillo en nombre de todo un pueblo hay que elegirlo con el cerebro cerrado para que no discierna su futuro carcelario a tres metros de su ce?o y con el est¨®mago preparado para que no vomite despu¨¦s de matar a un inocente. No es tan f¨¢cil encontrar a un iluminado que se sienta due?o de la vida y de la muerte. Ante el terrorismo todas las palabras est¨¢n ya gastadas. El terror tiene una connotaci¨®n tel¨²rica, pseudo religiosa. En cambio, el miedo es un sentimiento muy humano, pero m¨¢s paralizante y pest¨ªfero. Ante el terror se impone la huida. Frente al miedo solo cabe ser un h¨¦roe para vencerlo. Quienes no vivimos en el Pa¨ªs Vasco lo tenemos muy f¨¢cil. Votar masivamente deber¨ªa ser la respuesta natural contra el desaf¨ªo de las pistolas. En cambio, si la ETA ha dado orden expl¨ªcita de no votar, hay que ponerse en la piel de la gente corriente de los pueblos de Euskadi, donde todo el mundo se conoce, para admirar el hero¨ªsmo de los que hoy, sinti¨¦ndose vigilados desde las esquinas, crucen las calles, lleguen al pie de la urna, elijan libremente la papela y voten en secreto sin mirar a los lados. El miedo es la peste moderna. En ella arraiga siempre el fascismo. El miedo es el ¨²nico enemigo en el Pa¨ªs Vasco.
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