Consolidaci¨®n socialista
El PSOE mantiene la mayor¨ªa absoluta, el PP sube, Coalici¨®n Andalucista desaparece del Parlamento e IU baja. Se ampl¨ªa el bipartidismo, lo que seguro restar¨¢ algo de riqueza al Parlamento y a la vida pol¨ªtica andaluza. El andalucismo ha pagado una estrategia err¨¢tica, una campa?a disparatada y, sobre todo, unas peleas internas que arrastran desde hace 30 a?os, aunque jam¨¢s se hab¨ªan quedado fuera del Parlamento andaluz desde que ¨¦ste se constituy¨®. Quiz¨¢s tambi¨¦n mucha gente ha podido pensar que con el nuevo Estatuto el proyecto andalucista se ha quedado sin objetivos.
Izquierda Unida puede tener la menor representaci¨®n de su historia, fruto tambi¨¦n de unas peleas internas despiadadas que han llevado a la primera l¨ªnea a candidatos absurdos como S¨¢nchez Gordillo con la marginaci¨®n a una circunscripci¨®n dif¨ªcil a su propio l¨ªder. Si Diego Valderas no ejerce el liderazgo en su organizaci¨®n es dif¨ªcil que pida la confianza de la sociedad: es una humillaci¨®n sin precedentes que ahora pagan. A pesar del esfuerzo de Valderas y de una campa?a razonable, IU no ha tenido fuerzas para sobreponerse al bipartidismo y a sus luchas internas. Ahora tendr¨¢ un grupo m¨¢s peque?o y sin poder determinar nada, a pesar de lo que pidieron en campa?a.
La subida del PP parece hecha a costa del hundimiento andalucista, como ya ocurriera en las municipales. La estrategia antisocialista del PA ha hecho que sus electores terminen depositando un voto ¨²til contra el PSOE en aquel lugar donde m¨¢s pod¨ªa da?ar: en el PP. Arenas no consigue superar la versi¨®n de Te¨®fila del a?o 2000 ni repetir aquella correlaci¨®n que le result¨® tan gozosa pero fatal a la postre, la de la pinza (por cierto, Rej¨®n donde pone el ojo pone el desastre). Arenas ha mejorado los resultados del PP en 2004, lo que unido a su capacidad de liderazgo en su propia organizaci¨®n es posible que le permitan mantenerse al frente del PP andaluz estos cuatro a?os. La mejora de los resultados populares en Almer¨ªa son el premio de consolaci¨®n para el partido conservador, que en cambio sigue a a?os luz del PSOE en provincias como Sevilla y Ja¨¦n, con lo cual es dif¨ªcil optar al gobierno de la comunidad.
El PSOE consolida su liderazgo. Se afianza como el partido andaluz, el que mejor se identifica con Andaluc¨ªa y sus aspiraciones. Es desolador para los adversarios de Manuel Chaves que 18 a?os despu¨¦s les gane las elecciones con mayor¨ªa absoluta. Arenas representa un seguro de vida para el socialismo andaluz porque les garantiza la continuidad al frente del gobierno de la Junta y su identificaci¨®n con las reivindicaciones de esta tierra. Ni la inteligente jugada de Arenas para que el PP apoyase la reforma del Estatuto les ha servido para arrebatar la mayor¨ªa parlamentaria al PSOE. Chaves es un pol¨ªtico prudente, que comete pocos errores. No tiene un liderazgo fuerte, pero ofrece estabilidad, dedicaci¨®n a Andaluc¨ªa y esfuerzo. Los ciudadanos han premiado la mejora sustancial que ha vivido Andaluc¨ªa en estos a?os de gobiernos socialistas. La campa?a ha estado marcada por los debates cara a cara, lo que no parece haber beneficiado a Arenas a pesar de que todos le pronosticaban como favorito al tener una mayor telegenia que el presidente Chaves. La polarizaci¨®n del debate nacional ha terminado por clavar la puntilla en el ata¨²d de los partidos minoritarios. En resumen, se avecina una legislatura andaluza similar a la anterior, con la ¨²nica novedad de tener a Javier Arenas en las Cinco Llagas. Escaso r¨¦dito para tanta oposici¨®n.
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