Un fil¨®sofo expatriado
Como es bien sabido, algunos importantes pensadores espa?oles debieron exilarse tras la Guerra Civil para huir de la dictadura franquista. Hab¨ªan producido ya obras notables y ten¨ªan una reputaci¨®n m¨¢s o menos asentada. Despu¨¦s, en el exilio (mayoritariamente iberoamericano), alcanzaron la plenitud de su tarea intelectual mientras colaboraban decisivamente en el desarrollo acad¨¦mico de sus pa¨ªses de acogida: es el caso de Juan David Garc¨ªa Bacca, Jos¨¦ Gaos, Eduardo Nicol, Jos¨¦ Ferrater Mora, etc¨¦tera... Sus nombres eran ya conocidos por los estudiosos espa?oles y fueron recuperados con todo merecimiento m¨¢s tarde, a finales del r¨¦gimen dictatorial.
Pero la aventura de otros, de una generaci¨®n posterior, fue distinta. Se fueron tambi¨¦n de Espa?a, pero para huir de la universidad chata y agobiante, clerical, de los a?os cuarenta. Buscaron a sus mayores exilados en Am¨¦rica y junto a ellos terminaron all¨ª sus estudios. Despu¨¦s ejercieron su propio magisterio y escribieron una obra que, en la mayor¨ªa de los casos, no fue conocida en Espa?a ni en su momento ni siquiera bastante despu¨¦s. Tal es el caso del madrile?o Juan Nu?o (1927-1995), expatriado a Venezuela, en cuya Universidad Central realiz¨® una tarea ingente en el campo de la filosof¨ªa antigua, de la l¨®gica y de la filosof¨ªa de la ciencia. Nu?o escribi¨® mucho, con fuerza y claridad: no s¨®lo sobre temas estrictamente filos¨®ficos sino tambi¨¦n sobre cuestiones de actualidad, sociales y pol¨ªticas. Algunos de sus mejores libros son desde hace poco accesibles de nuevo al lector espa?ol, gracias a los inteligentes desvelos de su hija Ana Nu?o.
El anuncio de la muerte de la filosof¨ªa suele ser en realidad se?al de un cambio de mito filos¨®fico
Mencionar¨¦ mis tres favoritos. En primer lugar, desde luego, el primero de los suyos que le¨ª: La filosof¨ªa en Borges (ed. Reverso). De los muchos acercamientos entre Borges y la filosof¨ªa que conozco es sin duda el mejor, por la detallada perspicacia con que desentra?a el uso po¨¦tico y nada acad¨¦mico que el maestro argentino hizo de los grandes temas del pensamiento occidental: el infinito, la identidad personal, el tiempo, etc¨¦tera... Sin duda Nu?o debi¨® ser un excelente profesor y esa vocaci¨®n se hace patente en una obra relativamente primeriza, El pensamiento de Plat¨®n (ed. FCE), que estuvo durante mucho tiempo descatalogada, lo que la hizo alcanzar entre los cognoscenti cierto estatuto legendario. No es f¨¢cil condensar en un libro breve los principales temas plat¨®nicos, sobre todo si se hace con verdadera precisi¨®n y cierta razonable originalidad en el enfoque. Nu?o lo consigue de manera notable y subraya adecuadamente la vocaci¨®n antropol¨®gica y pol¨ªtica de Plat¨®n, a cuyo servicio puso el griego su imaginaci¨®n metaf¨ªsica... y no al rev¨¦s, como a menudo parece suponerse.
Pero quiz¨¢ la obra m¨¢s personal y madura de Juan Nu?o es su reflexi¨®n sobre Los mitos filos¨®ficos (ed. Reverso). Se trata nada menos que de una revisi¨®n general de toda la aventura filos¨®fica occidental, organizada de modo intemporal de acuerdo con cinco grandes enfoques sapienciales que el autor denomina "mitos", quiz¨¢ en nombre de aquella famosa definici¨®n de Val¨¦ry: "mito es lo que existe y subsiste solamente a causa de la palabra". Esos cinco modelos en que se encuadran todas las filosof¨ªas (el narcisista de la salvaci¨®n personal, el de la revelaci¨®n clarividente e inspirada de lo m¨¢s oculto, el que desentra?a la totalidad y el destino, el que proh¨ªbe las transgresiones intelectuales y vigila los l¨ªmites del saber, el que pone la filosof¨ªa al servicio de la teolog¨ªa o de la ciencia) sirven como referencia tanto del pasado como de la combinatoria especulativa en el futuro. El reiterado anuncio de la muerte de la filosof¨ªa suele ser en realidad se?al de un cambio de mito filos¨®fico, el traslado a otra figura del tarot de la sabidur¨ªa porque, como bien dice Nu?o, "contra lo que puedan pensar progresistas y sistem¨¢ticos, los aut¨¦nticos problemas filos¨®ficos ni siquiera se disuelven: reaparecen, vuelven a plantearse". Y ello porque es m¨¢s fuerte el atractivo de los interrogantes que el cat¨¢logo de posibles respuestas.
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