"No vine a hacer bromitas"
El madridista Drenthe apela a su esp¨ªritu de lucha para hacerse un hueco con Schuster
Royston Drenthe se autodefine con voz gru?ona: "Sergio Ramos es como yo", dice. "Veinti¨²n a?os y muy bueno. Siempre quiere ganar. La mentalidad de todos en el equipo es OK. Pero no todos somos iguales. Cada uno juega a su manera. Algunos dan m¨¢s de lo que pueden dar, otros se lo toman con calma, y otros se lo toman como una lucha. Cuando ves el cuerpo de Sergio parece que tuviera 30 a?os. No es normal. Es como Tarz¨¢n. A m¨ª me dicen lo mismo. Un d¨ªa est¨¢bamos con Robinho en una comida y me dice: 'T¨² eres muy mentiroso. No tienes 20 a?os. Tienes 29. Est¨¢s todo tatuado, llevas un diente de oro... ?T¨² no tienes 20!".
Cuando se pasea por la calle con sus zapatillas negras de charol, sus innumerables tatuajes, sus chalecos de colores el¨¦ctricos y su gorra enchapada, balance¨¢ndose con cadencia r¨ªtmica, moviendo las trenzas, parece emitir mensajes esot¨¦ricos, s¨®lo accesibles para iniciados. Por la forma en que compone su imagen, se dir¨ªa que Drenthe es un muchacho insondable fuera de los c¨ªrculos raperos de Rotterdam Oost, el barrio en el que naci¨®. Sin embargo, basta con tenderle un momento la mano para verificar que lo que revel¨® Foppe de Haan, el seleccionador sub 21 de Holanda, es cierto: "Royston es un ser humano muy curioso y un hombrecito buen¨ªsimo".
"Al presentarme aqu¨ª ten¨ªa la sensaci¨®n de que era muy bueno. Quer¨ªa impresionar"
"Cuando no jugaba me preguntaba qu¨¦ hac¨ªa mal. Y gritaba: '?por qu¨¦?, ?por qu¨¦?"
Al verle hacer jueguitos y levantar el bal¨®n con el tal¨®n para pon¨¦rselo entre ¨¦ste y el culo, sin inmutarse, ante una multitud de miles de personas, el d¨ªa de su presentaci¨®n, uno de los t¨¦cnicos del Madrid le dijo a Schuster: "?Este t¨ªo tiene cojones!".
Drenthe se explica: "Cuando me present¨¦ en el Madrid ven¨ªa de ganar el Europeo sub 21. Ten¨ªa una sensaci¨®n en mi cuerpo que me dec¨ªa que era muy bueno. Quer¨ªa demostrar a la gente que pod¨ªa jugar al f¨²tbol, que pod¨ªa impresionarla, pero que no ven¨ªa a hacer bromitas sino a convertirme en un jugador de f¨²tbol de verdad".
Para Drenthe "hacer bromitas" es lo que hacen ciertos jugadores del Ajax. "Mi mentalidad es la mentalidad del Feyenoord", asegura el holand¨¦s sobre el club en cuyas categor¨ªas inferiores se form¨® como jugador. "En Holanda hay dos mentalidades. El Feyenoord y el Ajax. El Ajax est¨¢ m¨¢s por jugar el f¨²tbol bonito. En el Feyenoord tienes que luchar. Los ultras quieren verte pelear. Si no, no les gustas. Te abuchean porque, si no peleas, no tienes coraz¨®n. Esto no se limita al campo. Las diferencias entre Rotterdam y Amsterdam son las mismas. Las ciudades se rechazan. Rotterdam es un poco loca. Es la ciudad m¨¢s peligrosa de Europa. Y los hinchas del Feyenoord son como yo. Yo era uno de ellos. En la cantera aprend¨ª a luchar. No siempre se ganan los partidos con juego bonito. A veces las cosas no te salen. Tus pies van por un lado y tu cabeza por otro. Entonces tienes que luchar. A m¨ª no me gusta dejar el campo con la sensaci¨®n de que no he trabajado suficientemente duro. ?se es Royston Drenthe".
Ahora Schuster est¨¢ satisfecho con ¨¦l y le da minutos en todos los partidos. Pero su carrera como madridista no empez¨® bien. Drenthe se qued¨® fuera de las convocatorias en la mitad de las primeras 20 jornadas de Liga. "Es dif¨ªcil", recuerda. "Cuando llegaba a casa pensaba: '?Qu¨¦ estoy haciendo mal?'. Me pasaba todo el tiempo gritando: '?Por qu¨¦? ?Por qu¨¦?'. Pensaba s¨®lo en m¨ª. Ni en el entrenador, ni en los otros compa?eros. S¨®lo en m¨ª. Te sientes un poco solo. S¨®lo t¨² puedes salir adelante, y est¨¢s solo. Nadie te ayudar¨¢ a conseguirlo. El entrenador te puede hacer un par de indicaciones: 'Debes hacerlo as¨ª, as¨ª...'. Pero al final est¨¢s solo. No es como un teatro de marionetas, donde el entrenador te lleva y te hace actuar. Estaba en casa y hablaba con mi padre. Me dijo: 'Qu¨¦date tranquilo. Haz tus cosas. Duerme bien. Observa a los veteranos. Te pueden hacer mejor, y el entrenador tambi¨¦n. Debes ir paso a paso".
Hasta que su hijo lo retir¨®, hace seis meses, el padre de Drenthe se ganaba la vida como estibador en el puerto de Rotterdam. Ambos llevan el mismo tatuaje en el hombro izquierdo: '010'. "Es el c¨®digo telef¨®nico de Rotterdam", explica el jugador. "Todo lo que yo soy se lo debo a Rotterdam".
Drenthe se pone solemne para hablar de su mentor futbol¨ªstico: "Davids fue mi modelo. Cuando era peque?o siempre estaba mirando lo que hac¨ªa en los anuncios de Nike. Pensaba: '?Quiero ser como ¨¦l! ?Quiero ser como ¨¦l!'. Todo el tiempo. Ahora hablamos continuamente. En Holanda jug¨¢bamos juntos en la calle. F¨²tbol callejero, que le llaman. La primera vez que jugamos fue en mi barrio. Yo ten¨ªa 17 a?os y estaba temblando. Cuando me enfrento a ¨¦l siempre me siento un ni?o. Hacemos mucho 'tiqui-taca'. Davids tiene buena t¨¦cnica. En el campo es un pit-bull. Pero en la calle es un virguero".
"El que no me conozca dir¨ªa que yo tampoco tengo t¨¦cnica", prosigue Drenthe. "Porque no puedes usar la t¨¦cnica continuamente. A veces debes jugar primero, y despu¨¦s, si hay ocasi¨®n, hacer uso de tu habilidad. Hay un regate muy popular en Holanda, el aka. Es tac-tac. Dos toques a la bola. Amagas por un lado y te vas por otro como si la llevaras pegada. Ronaldinho lo hace mucho. En la sub 21 mis compa?eros me gritaban: '?Aka! ?Aka! ?Drenthe, por favor, haz el aka!".
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