Pearl Cornioley, agente brit¨¢nica tras las l¨ªneas nazis

Pearl Cornioley protagoniz¨® una vida de pel¨ªcula como una de las mejores agentes brit¨¢nicas que operaron detr¨¢s de las l¨ªneas alemanas durante la II Guerra Mundial. Muchos han visto en la figura de esta mujer decidida y valiente la inspiraci¨®n del ¨¦xito de ventas de Sebastian Faulks Charlotte Gray (1998), obra que fue trasladada al cine con el rostro de la actriz Cate Blanchett.

Al igual que aquella hero¨ªna de ficci¨®n, Cornioley fue pieza esencial en la colaboraci¨®n con la resistencia francesa frente al invasor nazi, al que infligi¨® serios da?os con centenares de sabotajes.

Su perfecto dominio de la lengua francesa le abri¨® la llave para convertirse en agente secreto brit¨¢nico en plena conflagraci¨®n. C¨¦cile Pearl Witherington naci¨® en Par¨ªs, en el seno de una familia inglesa marcada por el alcoholismo de su progenitor. Sobre aquella infancia dif¨ªcil confesaba en la autobiograf¨ªa que public¨® en 1995: "Me dio la fortaleza para luchar el resto de mi vida". La mayor de cuatro hermanas, empez¨® a trabajar como secretaria a los 17 a?os para ayudar a la maltrecha econom¨ªa familiar y acab¨® fichando por la embajada brit¨¢nica en la capital francesa. De regreso a Inglaterra, fue trasladada al Ministerio del Aire, pero el aburrimiento de las tareas de despacho le llev¨® a ingresar en la unidad de operaciones especiales, donde a los 29 a?os le encomendaban la misi¨®n de su vida: en septiembre de 1943 se lanzaba en paraca¨ªdas en el centro de Francia para ayudar y organizar a los grupos de la resistencia. Sus jefes vieron una ventaja en su condici¨®n de mujer, que resultar¨ªa menos sospechosa para los nazis bajo la cobertura de viajante de cosm¨¦ticos mientras ejerc¨ªa de correo de mensajes codificados. Tras la captura del l¨ªder de su unidad, tom¨® el mando de la guerrilla en el departamento de Indre, encargada de boicotear las comunicaciones de los alemanes. Entre sus acciones, destaca la interrupci¨®n de la l¨ªnea f¨¦rrea Par¨ªs-Burdeos en m¨¢s de 800 ocasiones. Los nazis pusieron precio a su cabeza -un mill¨®n de francos- pero siempre logr¨® evadirlos. Acabada la guerra, se cas¨® con un compa?ero de la resistencia, Henri Cornioley, y decidi¨® permanecer para siempre en Francia, donde fallec¨ªa el pasado 24 de febrero, a los 93 a?os. Su importante labor le mereci¨® numerosos reconocimientos, entre ellos la Orden del Imperio Brit¨¢nico y la Legi¨®n de Honor francesa. Pero ella no se sinti¨® vindicada hasta que recibi¨® la condecoraci¨®n de la Royal Air Force en 2006, seis d¨¦cadas despu¨¦s de que su pa¨ªs le denegara la Cruz Militar por ser mujer.