Francia ofrece el coma inducido a la mujer que pidi¨® el suicidio

La petici¨®n cursada a la Justicia por Chantal S¨¦bire, una mujer de 52 a?os que padece un tipo muy doloroso e irreversible de c¨¢ncer en la cara, para que permita a su m¨¦dico acabar con su vida, ha levantado de nuevo en Francia el debate sobre la eutanasia, obligando a pronunciarse a los miembros del Gobierno y al propio presidente Nicolas Sarkozy, a quien ha escrito una carta. S¨¦bire ha rechazado la oferta que le han hecho las autoridades sanitarias de ingresar en un hospital y ser sometida a un coma inducido hasta que fallezca de forma natural.

Un neuroblastoma olfativo le provoca dolores y una gran deformidad facial

Un tribunal de Dijon tiene previsto dictar sentencia a principios de la semana pr¨®xima. Ayer, sin embargo, tanto el primer ministro, Fran?ois Fillon, como la titular de Justicia, Rachida Dati, se pronunciaron sobre el caso se?alando que el magistrado no aceptar¨¢ la demanda, en tanto que la actual legislaci¨®n francesa, la Ley Leonetti de 2005, por el nombre del diputado que la redact¨®, s¨®lo contempla la posibilidad de que los m¨¦dicos puedan dejar morir a una paciente retir¨¢ndole el tratamiento, pero nunca de aplicar la eutanasia activa.

El presidente Sarkozy, consciente del impacto que el caso est¨¢ teniendo en la opini¨®n p¨²blica, puso el caso en manos de su consejero en cuestiones m¨¦dicas, Arnold Munnich, que ha propuesto a S¨¦bire que se someta a un nuevo examen a cargo de los mejores especialistas en la materia para determinar si se han agotado todas las opciones de tratamiento.

S¨¦bire padece un estesioneuroblastoma, o neuroblastoma olfativo, un tipo muy poco com¨²n de tumor que afecta al nervio olfativo y se desarrolla en la cavidad nasal, provocando intensos dolores y una terrible deformaci¨®n facial. En los ¨²ltimos 20 a?os tan s¨®lo se han registrado en el mundo menos de un millar de casos. Los cient¨ªficos apuntan a un origen gen¨¦tico, aunque no disponen de pruebas concluyentes. En cualquier caso es una enfermedad mortal; de promedio los pacientes no sobreviven m¨¢s de cinco a?os. A S¨¦bire, sin embargo, hace ocho que le diagnosticaron la enfermedad.

Las im¨¢genes que han sido emitidas por algunas cadenas de televisi¨®n y las fotograf¨ªas que han publicado determinados peri¨®dicos hablan por s¨ª solas de la crueldad de esta enfermedad. Sin embargo, por encima del horror brilla la dignidad de esta mujer, tranquilamente sentada en un sill¨®n, pulcra, insistiendo en que ha "luchado ocho a?os contra este tumor" y no dejar¨¢ que sea ¨¦ste el que acabe con ella. Las asociaciones favorables a la eutanasia activa destacan que, en realidad, se producen en Francia numerosos casos, pero normalmente los pacientes optan por ir a morir a B¨¦lgica, Luxemburgo, Holanda o Suiza, donde la eutanasia ha sido legalizada.

El Gobierno rechaza esta posibilidad. Fillon insisti¨® ayer en que la legislaci¨®n francesa no est¨¢ en condiciones de responder a la petici¨®n de la enferma y record¨® que la soluci¨®n que se le ha dado ha sido la de aliviar su sufrimiento con un coma inducido hasta el momento en que muera de modo natural. "La sociedad no puede responder a todas las cuestiones", dijo el primer ministro, "nos encontramos en los l¨ªmites de lo que la sociedad puede decir y la ley puede hacer". Dati, por su parte, indic¨® que el magistrado s¨®lo puede responder negativamente a la petici¨®n de S¨¦bire y se mostr¨® en contra de legalizar la eutanasia activa. La medicina, dijo, "tiene el objetivo de salvar vidas".