Cuatro c¨®mics de superh¨¦roes
Al final he decidido titular esta nota con el t¨¦rmino utilizado en su presentaci¨®n editorial misma que habla de c¨®mics, en lugar del castellano historieta o tebeo, que resultar¨ªa m¨¢s correcto, pero menos adecuado que el angl¨®filo citado, que mejor sienta al vanguardista desenfrenado y desenvuelto que es C¨¦sar Aira, un verdadero torrente que es la palabra argentina que ha puesto de moda el escritor mexicano Carlos Fuentes, quien le ha pronosticado en La Silla del ?guila (2002) que ser¨¢ en 2020 el primer premio Nobel de Literatura de las letras argentinas. (Un premio que se le sigue resistiendo al mismo Fuentes como en su d¨ªa se le resisti¨® al propio Jorge Luis Borges, que se fue a la tumba sin ¨¦l).
Las aventuras de Barbaverde
C¨¦sar Aira
Mondadori. Barcelona, 2008
380 p¨¢ginas. 20,90 euros
Vanguardista siempre, pero tambi¨¦n desenfrenado, iconoclasta, desenvuelto, irrefrenable y derrochador, C¨¦sar Aira no toca g¨¦nero sin volverlo del rev¨¦s, dinamit¨¢ndolo desde su interior
C¨¦sar Aira, calificado, no s¨¦ si ir¨®nicamente, como "el secreto mejor guardado de las letras argentinas" -siendo as¨ª que ha publicado m¨¢s de cuarenta libros en los ¨²ltimos veinte a?os-, es un escritor vanguardista, desenvuelto y torrencial, que escribe al parecer todo lo que le pasa por la cabeza, especialista en Alejandra Pizarnik y el francoargentino Copi, aunque no en Borges o Cort¨¢zar (aunque el caso de este ¨²ltimo sea m¨¢s dudoso), nacido en 1948 en Coronel Pringles y residente en el barrio de Flores, en Buenos Aires, autor repleto de humor vanguardista y hasta surrealista, torrencial y desenvuelto hasta la exasperaci¨®n, y que viene publicando tres o cuatro libros al a?o en los ¨²ltimos veinte, aunque en su mayor¨ªa bastante cortos, de un centenar de p¨¢ginas m¨¢s o menos -las distancias m¨¢s largas le van peor-, que toca todos los temas, pero con un sentido experimental que recuerda su esencial vanguardismo total.
Vanguardista siempre, pero tambi¨¦n desenfrenado, iconoclasta, desenvuelto, irrefrenable y derrochador, no toca g¨¦nero sin volverlo del rev¨¦s, dinamit¨¢ndolo desde su interior, como si quisiera agotarlo reafirm¨¢ndolo desde dentro a la vez, como si quisiera manejarlo como un guante que se pone y se quita continuamente. Ahora le ha tocado a los superh¨¦roes y a los c¨®mics (o tebeos o historietas) acumulando cuatro historias planas, con resultados inesperados, repletos de sorpresas sin cuento, con resultados asimismo desiguales: "Balas supermorfina, salmones gigantes que hacen peligrar la ciudad de Rosario (Argentina) que representa a la Humanidad, un Presente que se extingue, sin que el campe¨®n del Bien, el caballero Barbaverde, pueda oponerse al del Mal (el malvado doctor Frasca)", pese al apoyo que le prestan un joven periodista argentino, Aldo Sabor, y su amada Karina, fot¨®grafa e imaginera, que son los verdaderos protagonistas y se persiguen sin llegar a encontrarse nunca. Pues los tebeos son planos, y mucho m¨¢s sus personajes, por lo que Barbaverde y Frasca son mucho menos reales que Aldo Sabor y Karina, que no llegan, pese a los misterios, los agujeros negros, la muerte de una modelo, n¨²meros m¨¢gicos y toda suerte de aventuras desenfrenadas, a consolidar estas aventuras desenvueltas y desenfrenadas, cuyas obras maestras, anteriores, cito ahora seg¨²n mis gustos: Varamo, Cumplea?os, Las noches de Flores y sobre todo El mago, una historia que ser¨¢ siempre real, pese a todo, pues la longitud de la hist¨®rica Canto castrato la estropea un poco. Le van mejor las distancias cortas. -
![El narrador argentino C¨¦sar Aira, la semana pasada en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7KKN7KB4VEEVRYHCC7X6CWRFNM.jpg?auth=ab6bef00c1840573ad88a88258c15ca161af35a404fb22f65cd731e98760c79b&width=414)
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