La ni?a Mari Luz muri¨® asfixiada antes de caer al agua, seg¨²n la autopsia

La ni?a onubense de cinco a?os Mari Luz Cort¨¦s, cuyo cad¨¢ver fue hallado el pasado d¨ªa 8 en las costas de Huelva, tras 55 d¨ªas en paradero desconocido, muri¨® asfixiada antes de caer a un r¨ªo. La autopsia ha revelado que la peque?a muri¨® por sofocaci¨®n, al cort¨¢rsele el flujo de aire a los pulmones, posiblemente cuando le taparon la boca con fuerza para que no gritara.

El informe forense da un nuevo vuelco a la investigaci¨®n. La ausencia de golpes que tuvieran car¨¢cter mortal y el hecho de que la menor no sufri¨® una agresi¨®n sexual (el cad¨¢ver ten¨ªa toda la ropa, incluso las braguitas, puesta) abri¨® la posibilidad de que el fallecimiento fuera accidental, al caer a uno de los ca?os de las r¨ªas de Huelva.

El informe de los forenses detalla que el golpe que ten¨ªa la peque?a en la frente y la fractura de una costilla flotante se produjeron antes del fallecimiento y, por lo tanto, nunca despu¨¦s de que el cuerpo fuera arrastrado por uno de los dos r¨ªos que rodean Huelva capital (el Tinto y el Odiel). No obstante, ninguno de esos dos golpes era mortal. Seg¨²n el forense, el presunto agresor agarr¨® a la menor por la cintura con fuerza, mientras le tapaba la nariz y la boca, lo que provoc¨® la rotura de la costilla.

El hecho de que el cuerpo, a pesar de que estaba muy deteriorado, no presentara agua inspirada en los pulmones avalar¨ªa la tesis de la muerte por sofocaci¨®n. La descomposici¨®n cadav¨¦rica ha impedido detectar en la cara de la menor las marcas caracter¨ªsticas que presenta una persona cuando alguien le tapa con fuerza la boca y la nariz.

Los expertos han determinado que el ¨®bito de Mari Luz, que desapareci¨® el 13 de enero cuando fue a comprar chucher¨ªas a un quiosco cercano a su casa, en el barrio onubense del Torrej¨®n, se produjo entre cinco minutos y las 48 horas siguientes de su ausencia. Ese lapso se ver¨¢ reducido tras el an¨¢lisis entomol¨®gico tanto de la fauna cadav¨¦rica (el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposici¨®n) como de los insectos del propio r¨ªo hallados en la exploraci¨®n que est¨¢ realizando la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Cient¨ªfica.

La conclusi¨®n de la autopsia avala las sospechas de los investigadores de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Judicial. Estos agentes creen que la peque?a pudo ser vista por alg¨²n vecino en los momentos inmediatamente posteriores a su desaparici¨®n, pero que el miedo a una venganza por declarar le impide acudir a la polic¨ªa. Incluso tiene seleccionados a algunos sospechosos.

La polic¨ªa est¨¢ rastreando las orillas de los ca?os del Tinto y el Odiel para averiguar por d¨®nde fue arrojada al r¨ªo. Las pesquisas tendr¨¢n que ser retomadas casi desde el principio, lo que llevar¨¢ a revisar las pruebas obtenidas, los interrogatorios de posibles sospechosos y de los potenciales testigos. La familia de la peque?a, que recibi¨® numerosas muestras de solidaridad, siempre sostuvo que la ni?a nunca se hubiera ido sola y que alguien se la llev¨®.