Tres d¨ªas en el ciberespacio

"?Qu¨¦ chulo! ?Es el deathnote de Anime, verdad?" Cristina, orgullosa, responde que s¨ª. Una chica se ha acercado a su mesa atra¨ªda por el monstruo que vigila su ordenador port¨¢til. Una especie de ¨¢ngel negro, con la cara blanca y los ojos inyectados en sangre. Una figura de unos 20 cent¨ªmetros de altura que reproduce un personaje de una serie japonesa de dibujos animados. La compr¨® en Madrid por 80 euros. "La he tra¨ªdo para que la gente la vea", susurra esta chica de 28 a?os, vestida de negro, como el ¨¢ngel.

Cristina trabaja en un ciber y, lejos de estar cansada de pasar ocho horas diarias entre ordenadores, estar¨¢ todo el fin de semana en la octava edici¨®n de Xuventude_Galiza_Net, un encuentro inform¨¢tico organizado por la Vicepresidencia da Igualdade e do Benestar de la Xunta de Galicia en el que j¨®venes de toda Espa?a se conectan para compartir archivos.

Los internautas intercambian sus archivos a trav¨¦s de una red interna

La mayor¨ªa se descargan series americanas como CSI o Perdidos

Armados con sus propios port¨¢tiles, discos duros y CPU's (unidades centrales de procesamiento) tomaron ayer el Palacio de Congresos de Santiago. All¨ª los j¨®venes se conectan a una red interna con un acceso r¨¢pido a Internet (110 gigas de ancho de banda) que les permite descargarse series, pel¨ªculas y m¨²sica mucho m¨¢s r¨¢pido que en sus casas. Y todo, por 37 euros. Jorge (24 a?os, repartidor de pizzas) se ha propuesto bajarse la ¨²ltima temporada de CSI Las Vegas, Scrubs, Perdidos, Roma y Blossom, una teleserie para adolescentes que se emiti¨® en Espa?a en 1991. Esta es "s¨®lo para tenerla, para recordar viejos tiempos", explica. Como Irene, una estudiante de Empresariales de 19 a?os, que tiene "la misi¨®n" de conseguir la serie infantil Sailor Moon. Todo depende de los "compa?eros" que la tengan en su ordenador. "Se trata de compartir tu informaci¨®n y sacar provecho de ello", resume Hugo, un estudiante de Ingenier¨ªa Industrial de 22 a?os.

Los 15.000 metros cuadrados del Palacio de Congresos est¨¢n abarrotados de m¨¢quinas y de cables. El calor, la luz tenue y la m¨²sica electr¨®nica de fondo dan la sensaci¨®n de estar en una discoteca. Pero nada m¨¢s lejos de eso. El movimiento es nulo. Los internautas no se levantan de su sitio y apenas hablan entre ellos. Para eso tienen el Messenger y un chat interno. Muchos se han llevado la comida y sacos de dormir para pasar la noche all¨ª "y no dejar de descargar".

Otros han venido a concursar. Rodrigo, de 24 a?os, ha viajado desde Burgos para participar en el torneo Fast 2D. El reto es retocar una fotograf¨ªa por ordenador en menos de dos horas. ?l no lo sabe, pero tiene el ganador del a?o pasado a s¨®lo 20 metros de distancia. Iv¨¢n, un estudiante de inform¨¢tica de 23 a?os, ya lleva unas horas practicando con el Photoshop para intentar revalidar su t¨ªtulo.

Eulalia ni compite ni se baja nada. "Para compartir informaci¨®n tienes que tener una tarjeta de 100 gigas y la m¨ªa no tiene tanta capacidad". Esta estudiante de filolog¨ªa inglesa de 22 a?os ha venido para "aprender Linux", uno de los ejemplos m¨¢s prominentes de software libre (un tipo de soporte inform¨¢tico que puede ser copiado, modificado y redistribuido).

"B¨¢jate la discograf¨ªa de Rev¨®lver mientras comemos". Una pareja de j¨®venes se da un respiro. Bocadillos en mano, pasean por el recinto y se detienen en la zona de v¨ªdeojuegos. M¨¢quinas como las de los salones recreativos, grandes pantallas planas y unos 50 ordenadores en los que el Youtube y el Google maps son los reyes de la pantalla conforman otro ecosistema dentro del Palacio. Adolescentes, y no tan adolescentes, hacen cola para jugar al scalextric, simular combates de boxeo con la Wii (la consola de Nintendo), y sobre todo para participar en las partidas de Pro Evolution (el juego de futbol de Play Station). "S¨®lo falta el sof¨¢ y la cervecita". H¨¦ctor, de 18 a?os, cuenta que hay d¨ªas en los que se puede "tirar" 10 horas d¨¢ndole al mando. La experiencia es un grado y por eso se presenta al torneo de Pro Evolution. "El truco es tener pr¨¢ctica y t¨¢ctica", revela.

En el ecosistema de las descargas, C¨¦sar tambi¨¦n espera la hora de un concurso: El Fast Cody. Gana quien elabore un programa inform¨¢tico en una hora. Mientras tanto, se baja series de manga y juega a un v¨ªdeojuego. ?C¨®mo? Con dos ordenadores. Este inform¨¢tico de 26 a?os no se ha perdido ni una edici¨®n del encuentro inform¨¢tico y sabe que jugar y "bajarse cosas" a la vez resta velocidad de descarga.

La organizaci¨®n calcula que, como el a?o pasado, 1.500 aficionados a la inform¨¢tica vivir¨¢n en red hasta ma?ana para compartir sus archivos. Son cifras oficiales, pero C¨¦sar desconf¨ªa: "Despu¨¦s har¨¦ un escaneo de red para saber exactamente cu¨¢ntos somos".