Una red internacional tra¨ªa a chinos que viv¨ªan en 'pisos patera'

Siete meses de investigaci¨®n han logrado desmantelar una vasta red de inmigraci¨®n ilegal que se dedicaba a introducir en Espa?a a ciudadanos chinos procedentes de la regi¨®n de Fuji¨¢n. Los responsables de la organizaci¨®n, denominados cabezas de serpiente, hacinaban a los interesados en 10 pisos de la capital (principalmente en Usera), donde llegaban a vivir hasta una veintena de personas en condiciones nefastas de insalubridad e higiene, seg¨²n inform¨® ayer la Jefatura Superior de Polic¨ªa.

La operaci¨®n se ha saldado con la detenci¨®n de 28 personas, entre ellos los seis responsables de la red en Espa?a.

Los inmigrantes aprend¨ªan ingl¨¦s por la tarde antes de ir a Londres

Todos los inmigrantes proced¨ªan de la misma zona, Fuji¨¢n, una ciudad de un mill¨®n de habitantes situada al sureste de China. La organizaci¨®n se encargaba de captar a los interesados, a los que cobraba entre 25.000 y 30.000 euros. El dinero siempre era pagado por la familia del inmigrante, que lo ten¨ªa que hacer efectivo antes de iniciar el viaje.

La forma de actuar siempre era la misma. El viaje lo hac¨ªan a trav¨¦s de pisos de seguridad que la organizaci¨®n ten¨ªa distribuidos en varios pa¨ªses: Francia, Italia, Rusia, Egipto y Arabia Saud¨ª, entre otros pa¨ªses. All¨ª pasaban varios d¨ªas para no levantar sospechas ante los agentes de aduanas. Despu¨¦s viajaban a Espa?a. La organizaci¨®n les cobraba 500 euros tan s¨®lo por trasladarlos del aeropuerto de Barajas a los pisos patera.Las comunicaciones con los responsables de la organizaci¨®n en China se realizaban a trav¨¦s de videoconferencia, a trav¨¦s de webcam y mensajes de correo electr¨®nico.

Los pisos estaban en el n¨²mero 44 de la calle de Dolores Barranco; en el 69 de la calle de Gabriel Usera; en la calle de Jaspe, 25, en Santa Mar¨ªa de la Cabeza, 177 y Silvina, 31 (todos en Usera) y las calles de Tarifa, 8 y Francisco Luj¨¢n, 74 (Carabanchel).

Los vecinos se quedaron muy sorprendidos por la existencia de estos pisos patera. Todos reconocieron que entraban muy a menudo un importante n¨²mero de inmigrantes chinos, pero todos reconocieron que no causaban problemas. "El mayor alboroto se produc¨ªa por las noches. Como hab¨ªa tanta gente en los pisos, no paraba de abrirse el portal y de entrar y salir gente. Siempre iban con muchas bolsas", explic¨® Encarnaci¨®n, una vecina del n¨²mero 25 de la calle de Jaspe. "Todos, salvo alguno m¨¢s mayor, eran muy jovencitos. Casi siempre hab¨ªa m¨¢s hombres que mujeres. Eran muy educados y no se met¨ªan en problemas", a?adi¨® esta residente.

Las condiciones de vida eran infrahumanas. Las viviendas eran de escasas dimensiones y en ellas resid¨ªan hasta una veintena de inmigrantes. Todas las habitaciones estaban repletas de literas. En alg¨²n domicilio, incluso, la cocina hab¨ªa sido reducida al m¨ªnimo: los responsables de la organizaci¨®n hab¨ªan colocado alg¨²n camastro. Ese hacinamiento motiva que la suciedad se acumulara por los rincones y saliera un fuerte olor de los pisos.

"No sab¨ªamos ni cu¨¢ntos viv¨ªan ni el tiempo que estaban en la casa. Como ten¨ªan otro piso tambi¨¦n en el primero, no hac¨ªan m¨¢s que subir y bajar gente", explic¨® Tania, una vecina de la calle de Dolores Barranco. "Llevaban desde el verano. No estaban mucho tiempo, porque enseguida hab¨ªa nuevos inquilinos", coment¨® una residente en Gabriela Usera.

La organizaci¨®n ten¨ªa unas tarifas muy altas. Los inmigrantes ten¨ªan que desembolsar hasta 300 euros por el hecho de que sus familiares fueran a recogerlos a los pisos patera, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. "Muchos inmigrantes se quedaban aqu¨ª porque ten¨ªan familiares o alg¨²n conocido con el que vivir. Otros s¨®lo estaban de paso", destac¨® un responsable de la Unidad Contra Redes de Inmigraci¨®n Ilegal y Falsificaci¨®n (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjer¨ªa y Documentaci¨®n de Madrid. Los que se quedaban trabajaban en restaurantes chinos o en tiendas abiertas todo el d¨ªa.

Otros, por el contrario, se preparaban para viajar al Reino Unido. All¨ª, seg¨²n aseguraron los detenidos, ten¨ªan mayores facilidades para trabajar y es m¨¢s dif¨ªcil ser deportados a su pa¨ªs. Los inmigrantes sol¨ªan pasar unos 20 d¨ªas en los pisos patera. Era el tiempo que necesitaba la organizaci¨®n para facilitarles un pasaporte falsificado. Mandaban por correo electr¨®nico los datos del ciudadano chino, su foto digital y la huella escaneada. Despu¨¦s lo recib¨ªan por paquetes remitidos a locutorios o tiendas. Ya pod¨ªan viajar a Londres sin problemas.

Por las tardes ten¨ªan un profesor de ingl¨¦s que les daba las nociones b¨¢sicas para saber defenderse en la ciudad brit¨¢nica. "La organizaci¨®n les compraba ropa y les daba zapatillas sin estrenar, de forma que no levantaran sospechas en las aduanas", explic¨® el responsable policial.

El Grupo V de la UCRIF, especializado en inmigraci¨®n china, inici¨® sus investigaciones el pasado agosto. Los agentes tuvieron problemas para hallar un int¨¦rprete, ya que los integrantes de la red hablan un dialecto muy particular de la regi¨®n de Fuji¨¢n. La organizaci¨®n tomaba muchas medidas de seguridad, como el cambiar continuamente de pisos y de tel¨¦fonos m¨®viles.

Los seis cabeza de serpiente fueron identificados por los inmigrantes. Uno de ellos, Fei Y., de 32 a?os, ten¨ªa un antecedente por inmigraci¨®n clandestina de mano de obra y estancia ilegal. Da T., de 28, hab¨ªa sido detenido por un delito contra la propiedad intelectual. Todos han ingresado en prisi¨®n por orden judicial, salvo Xin L., de 43 a?os. A los otros 22 detenidos se les ha incoado un expediente de expulsi¨®n. "Falta uno de los responsables de la organizaci¨®n por detener, porque se ha marchado a China. Creemos que ya no vendr¨¢ por Espa?a, pero creemos que viajar¨¢ a Londres. Avisaremos a Scotland Yard [polic¨ªa inglesa] para que lo detenga", destacaron fuentes policiales.

Los investigadores han decomisado ocho ordenadores port¨¢tiles, 2.000 euros, divisas en d¨®lares y libras esterlinas, 18 pasaportes falsificados, l¨¢mparas de luz ultravioleta para verificar las falsificaciones, 32 tel¨¦fonos m¨®viles y tarjetas para ¨¦stos de diversas compa?¨ªas, documentaci¨®n bancaria y billetes de avi¨®n, entre otros objetos.