Cuerpos de 7 diamantes
El esc¨¢ndalo entroniza en la 'web' a Ashley Dupr¨¦
El oficio m¨¢s viejo del mundo es ilegal en Estados Unidos, tanto para clientes como para las empresas proveedoras (excepto en Nevada: por algo su capital, Las Vegas, est¨¢ considerada el centro del vicio). Por eso, la prostituci¨®n no se vende s¨®lo a pie de calle, sino a trav¨¦s de Internet. Y la Red ha sido tambi¨¦n el medio que ha difundido muchos de los jugosos detalles sobre Kristen, sobrenombre de la prostituta a cuyos servicios recurri¨® Eliot Spitzer, convertida ahora en estrella medi¨¢tica gracias a su p¨¢gina de Myspace y a una horrenda canci¨®n titulada What we want, compuesta por ella y que ha saltado a las emisoras neoyorquinas.
Nadie sabe a ciencia cierta en qu¨¦ momento de su vida el gobernador Spitzer se aficion¨® a los servicios de muchachas como Kristen. Pero s¨ª se sabe que su relaci¨®n con el Emperor's Club VIP se remonta al menos a la primavera de 2007. Este establecimiento virtual, del que se serv¨ªa Spitzer para aplacar sus urgencias sexuales, era un puticlub para hombres selectos con los bolsillos llenos que se anunciaba online como un servicio de mujeres de compa?¨ªa. Se promocionaba bajo la bandera de "hacer la vida m¨¢s agradable, equilibrada, bella y con sentido". "La educaci¨®n, la sofisticaci¨®n y el ambiente creado por las modelos" se puntuaba con diamantes. Pasar una hora con un "cuerpo y cualidades" de tres diamantes como los de Kristen costaba 700 euros. Pasar 24 horas en compa?¨ªa de alguien de siete diamantes pod¨ªa costar 20.000 euros.
El Emperor's Club VIP, que ofrec¨ªa modelos en Nueva York, Los ?ngeles, Montreal y toda Europa y permit¨ªa el pago en d¨®lares y euros por Internet, era dirigido por cuatro personas, seg¨²n la acusaci¨®n presentada por la fiscal¨ªa. Para su arresto se intervinieron m¨¢s de 5.000 correos electr¨®nicos y llamadas de tel¨¦fono. Tambi¨¦n fue clave la participaci¨®n de Andreia Schwartz, una prostituta que abandon¨® aquel burdel para montar el suyo propio en 2006 y que tras ser cazada dio informaci¨®n clave sobre QAT Consulting, la empresa fantasma con la que el Emperor's Club camuflaba sus transacciones.
Detr¨¢s de la ficci¨®n que vend¨ªa a modelos esculturales de rostro an¨®nimo, procedentes de familias bien y con educaci¨®n ejemplar, hab¨ªa una realidad mucho m¨¢s s¨®rdida y pat¨¦tica. El pasado viernes, el morbo por saber m¨¢s de Kristen ya hab¨ªa llevado a m¨¢s de siete millones de personas a visitar su p¨¢gina de Myspace (http://www.myspace.com/ninavenetta) y a dejar en ella comentarios de apoyo. ?El m¨¢s repetido? "La publicidad, aunque sea mala, siempre viene bien. ?nimo".
A Kristen, sus proxenetas la vend¨ªan como una modelo de ba?adores de 24 a?os, viajada y con debilidad por los restaurantes de lujo y el buen vino. La realidad es que esta joven de 22 a?os, cuyo verdadero nombre es Ashley Alexandra Dupr¨¦, era una aspirante a cantante con afici¨®n a la vida nocturna, que se costeaba sus noches de alcohol y drogas con la prostituci¨®n. Al desatarse el esc¨¢ndalo, ella misma declar¨® a The New York Times: "No quiero que se me vea como un monstruo. Lo estoy pasando muy mal". La joven no figura entre los acusados de la red de prostituci¨®n que encubr¨ªa el Emperor's Club VIP, pero ser¨¢ llamada a declarar como testigo.
El morbo creado a su alrededor no ha dejado de crecer desde que se conoci¨® su identidad, el martes. Ella relata en Myspace: "Lo que me destroza me hace m¨¢s fuerte". Y puede que sea cierto: en apenas 24 horas ya se hab¨ªa colgado un v¨ªdeo en YouTube en el que se mostraban sus fotos con la canci¨®n de fondo, que fue el segundo m¨¢s visto del d¨ªa, con m¨¢s de 400.000 visitas. Eso dio origen a que se especulara con la posibilidad de que esta joven, que abandon¨® una familia rota a los 17 a?os, estuviera a punto de conseguir un contrato discogr¨¢fico.
Todo es posible en EE UU y no ser¨ªa sorprendente que la ca¨ªda de un h¨¦roe como Spitzer contribuyera a la construcci¨®n de una nueva hero¨ªna, que si hace honor a su propia historia, firmar¨¢ su disco como Kristen.
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