La dote o el acoso hasta la muerte
Al menos seis mujeres se suicidan en la India al d¨ªa por extorsiones del marido o de la familia pol¨ªtica
Radha, una mujer india de 23 a?os, prefiri¨® morir antes que seguir adelante: no soportaba ya la presi¨®n de la familia de su esposo. La acosaban constantemente porque cre¨ªan que sus padres no les hab¨ªan dado una dote suficiente. El caso de Radha no es aislado. En la India, m¨¢s de seis mujeres se suicidan cada d¨ªa por problemas de dote, seg¨²n la Oficina Nacional de Registro de Cr¨ªmenes. La dote: el dinero o bienes (joyas, coches o casas) que, por convenci¨®n social, la familia de la novia debe regalar a la del novio antes de la boda est¨¢ prohibida por ley desde principios de los sesenta. Sin embargo, sigue siendo algo com¨²n.
"La ley existe, pero no se cumple. En parte, por la creencia generalizada de que la mujer vale menos y debe pagar al marido por mantenerla. Adem¨¢s, el sistema es corrupto y no protege a las mujeres que han denunciado acosos y chantajes de sus familias pol¨ªticas", explica Reni Jacob, a cargo de trabajo social de la Comisi¨®n para la Mujer de Nueva Delhi. Casi 10.000 denuncias -la mitad de las que llegan a esta instituci¨®n- est¨¢n relacionadas con problemas de dote.
Los problemas afectan a todas las clases. Hay 10.000 denuncias al a?o
Como en el caso de Radha (nombre supuesto), tras el matrimonio, muchas mujeres sufren "las exigencias y en algunos casos tortura psicol¨®gica o f¨ªsica de la familia pol¨ªtica que cree que no ha aportado suficiente dinero o bienes y que le demanda que pida m¨¢s a sus padres", dice Jacob. La coerci¨®n es tal que 2.276 mujeres se suicidaron en 2006, n¨²mero muy similar al a?o anterior, 2.305 casos. El registro nacional desvela que cada hora las comisar¨ªas reciben una denuncia por estos conflictos.
"Yo le hab¨ªa dado ya 50.000 rupias a los padres del marido, pero ellos quer¨ªan m¨¢s. Mi hija sufr¨ªa maltratos y los denunci¨®, pero ¨¦stos siguieron, hasta que ella prefiri¨® morir porque sab¨ªa que yo no podr¨ªa dar m¨¢s", dice afligido el padre de Radha.
Los problemas de dote son sufridos por muchas mujeres, independientemente de la clase social, asegura la responsable de la Comisi¨®n para la Mujer. "Ninguno de mis amigos casados reconoce que pidieron o recibieron dote. Sin embargo, es muy com¨²n verlos despu¨¦s de la boda con coches o relojes nuevos", cuenta Abishek. La mayor¨ªa de familias de los varones piden la dote verbalmente tras el compromiso. Eso les da una doble ventaja: no hay constancia de las exigencias para que no puedan ser castigados por la ley y, por otra parte, hay m¨¢s presi¨®n para la familia de la novia de pagarla.
"Cuando faltaba un mes para la boda, el padre de mi prometido comenz¨® a llamar al m¨ªo para pedirle dinero", cuenta Renuka, una abogada de 28 a?os que pertenece a una familia de clase alta. Renuka (nombre supuesto) decidi¨® hace una semana deshacer el compromiso. Para su familia no fue f¨¢cil. "Sabemos que es lo mejor. Esa gente no valora a nuestra hija, pero tambi¨¦n estamos seguros de que todos pensar¨¢n que Renuka tiene alg¨²n defecto por el que su prometido decidi¨® arrepentirse", afirma su padre.
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