Destrucci¨®n creativa
En el espl¨¦ndido escenario natural del parque de Do?ana, ajeno al paso de las procesiones, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, sin cambiar de apariencia externa pero transmutado desde el 9 de marzo en presidente del Gobierno en funciones, se halla reunido consigo mismo para decidir sobre las prioridades de la nueva legislatura y la estructura y composici¨®n del equipo que le acompa?ar¨¢ para impulsarlas. A ZP no le quedan ya barones territoriales, ni tampoco figuras en la ejecutiva de su partido capaces de contrariarle o merecedoras de ser consultadas, aunque el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, y el de la Generalitat de Catalu?a, Jos¨¦ Montilla, pugnen por empatar en cuanto al n¨²mero de ministros a incrustar en el Gobierno con la respectiva etiqueta de denominaci¨®n de origen. Ni siquiera aquel grupo inici¨¢tico de nueva v¨ªa que tomaba caf¨¦ en casa de Trini Jim¨¦nez sirve ahora de referencia porque nadie queda ileso despu¨¦s de haber formado parte o de haber quedado excluido del gabinete y por la tendencia propia de los pr¨®ceres a borrar las huellas del camino andado.
A ZP no le quedan ya barones territoriales ni figuras en la ejecutiva capaces de contrariarle
Pero, adem¨¢s, aunque se haya debilitado su memoria, debe tenerse en cuenta lo establecido en el art¨ªculo 99 de la Constituci¨®n a tenor del cual "despu¨¦s de cada renovaci¨®n del Congreso de los Diputados [como la que se ha producido en las elecciones del 9 de marzo] el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentaria, y a trav¨¦s del presidente del Congreso, propondr¨¢ un candidato a la Presidencia del Gobierno". O sea, que conforme a esa pauta asistiremos a la proclamaci¨®n oficial y definitiva de los resultados de los comicios por la Junta Electoral Central; a la sesi¨®n constitutiva del Congreso, en la que ser¨¢ elegido su presidente [un puesto que Zapatero tiene prometido al ex ministro Jos¨¦ Bono], y los dem¨¢s miembros de la Mesa y en la que quedar¨¢n constituidos los grupos parlamentarios conforme a lo que marca la tabla.
Luego, a partir de ese momento, el Rey iniciar¨¢ consultas con los representantes de los grupos, siguiendo el orden decreciente del n¨²mero de esca?os que hayan obtenido. As¨ª veremos pasar de manera sucesiva por el palacio de la Zarzuela a los l¨ªderes y referir despu¨¦s a la prensa algo de lo que hayan dicho a Su Majestad sobre el momento que vivimos y la etapa que se anuncia.
Algunos colegas adictos a esa mentalidad sumar¨ªsima, tan espa?ola, pensar¨¢n que se trata de formalidades in¨²tiles pero, la preceptiva consulta previa del Rey a todos los grupos, puede ser una buena oportunidad para proceder a la toma de temperatura y para que el jefe del Estado ejerza ese arbitraje y moderaci¨®n en el funcionamiento de las instituciones que le reconoce nuestra Carta Magna. Un ejercicio que requiere del Rey estar informado para que pueda advertir y estimular. En definitiva, para desempe?ar ese papel de la Corona como Autoridad Pol¨ªtica Independiente (API), que ha dibujado con gran acierto Manuel Conthe en su ¨²ltimo trabajo para la revista Pol¨ªtica Exterior. Sucede que estamos inaugurando una nueva legislatura, la segunda bajo el gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, pero adem¨¢s que deber¨ªamos aplicarnos a cancelar el incendio de la crispaci¨®n y a recuperar la concordia, sin merma de los papeles antag¨®nicos asignados a quienes asumen el poder o quedan en la oposici¨®n. Sabemos que el consenso urbi et orbi conduce a la modorra y al reparto en la opacidad equitativa del bot¨ªn de la corrupci¨®n y que, por el contrario, el conflicto es saludable porque de ¨¦l salta la chispa iluminadora que obliga a depurar los comportamientos irregulares y los abusos a que propende de modo inevitable el ser humano, en estado de "naturaleza ca¨ªda", por muy excelso que sea su color pol¨ªtico o extremada que resulte la adscripci¨®n religiosa en que se ampare.
Los asesores ¨¢ulicos de ZP deber¨ªan familiarizarle estos d¨ªas con el volumen de Eric D. Schneider y Dorion Sagan La termodin¨¢mica de la vida, que acaba de publicar Tusquets Editores en su colecci¨®n Metatemas. As¨ª el presidente se imbuir¨ªa del principio termodin¨¢mico fundamental de la irreversibilidad de todos los fen¨®menos naturales mediante experimentos sencillos, como el que nos permite elevar la temperatura de un fluido a base de agitarlo, sin que haya manera, en sentido contrario, de recuperar la energ¨ªa mec¨¢nica invertida en la agitaci¨®n a partir del calor generado. Comprobar¨ªa que convertir trabajo en calor es un camino sin retorno. Tambi¨¦n que "si se alteran las condiciones externas de un sistema termodin¨¢mico en equilibrio, dicho sistema tender¨¢ a moverse en sentido opuesto a dicha alteraci¨®n". En definitiva, avanzar¨ªa en el estudio la ciencia naciente de la destrucci¨®n creativa. Continuar¨¢.
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