La brisa de la pintura toscana sopla en la vieja central el¨¦ctrica
Caixaforum 'debuta' en Madrid con piezas maestras de la Galer¨ªa de los Uffizi
La brisa fresca de la Toscana sopla desde hoy y hasta el 25 de mayo por el paseo del Prado. Su aroma envuelve con suave empuje el edificio de una vieja central el¨¦ctrica reci¨¦n remozada que alberga el Caixaforum Madrid, centro cultural de la Fundaci¨®n La Caixa. En su tercera planta, di¨¢fana por sus muros lisos y blancos, mostrar¨¢ durante los pr¨®ximos dos meses 45 pinturas del Renacimiento y del Barroco -Sandro Botticelli, los Allori, Luca Giordano- in¨¦ditas en Madrid y allegadas desde la inmortal Florencia; m¨¢s precisamente, de la Galer¨ªa de los Uffizi. Una vez al a?o, el concurrido museo florentino brinda a sus visitantes un regalo extra¨ªdo de los fastuosos fondos que duermen en sus s¨®tanos; en las pasadas navidades quiso presentarles un relato pict¨®rico sacro, en clave cat¨®lica, sobre la vida, pasi¨®n, muerte y resurrecci¨®n de Jes¨²s de Nazaret; tal fue para muchos pintores renacentistas y del Barroco, escaparate vivido de pasiones y emociones humanas, se?ala Antonio Natali, director de los Uffizi, comisario de esta muestra.
Caixaforum ofrece su exposici¨®n denominada El pan de los ¨¢ngeles. Colecciones de la Galer¨ªa de los Uffizi. De Botticelli a Luca Giordano. En una sala-zagu¨¢n lucen tres espl¨¦ndidos tapices de seda, hilo de oro y plata dorada, tramados en el taller montado en Florencia por la patricia familia M¨¦dicis, en un intento, feliz, por emular la magnificencia textil de los bajos y altos lizos de los Pa¨ªses Bajos.
Con esta carta de presentaci¨®n -cartones y dibujos de Alexandro Allori y Francesco de Rossi, m¨¢s Guasparri Papini y el bruselense Nicol¨¢s Karcher, tejedores- el visitante se ve adentrar de lleno en el puro clasicismo europeo, el Renacimiento, dentro de una arquitectura ultramoderna de compleja hechura tapizada con un jard¨ªn vertical, apenas a un latido del cercano Museo del Prado. La traves¨ªa de estas obras de arte desde la ciudad de los M¨¦dicis hasta Madrid podr¨ªa ser interpretada como un reto a la soberbia dote pict¨®rica que alberga el cercano edificio de Juan de Villanueva; pero cabe entenderla, m¨¢s bien, como un gui?o cosmopolita que invita a una emulaci¨®n evocadora, de doble gozo: el Prado y los Uffizi, las dos cumbres de la pintura europea y universal, por primera vez en su historia se aproximan tanto y permiten, casi al tiempo, ser admirados.
Adem¨¢s del relato sacral en torno a la vida y muerte de Jesucristo -ineludible para comprender la trama del arte europeo desde la Edad Media hasta el siglo XIX- la exposici¨®n admite aqu¨ª otros ejes narrativos, como el meramente crom¨¢tico: desde el azul l¨ªquido que ti?era de sue?os Patinir, expl¨ªcito en La creaci¨®n de Ad¨¢n, de Jacopo da Empoli (1632), hasta el anaranjado de La cena de Ema¨²s, obra de Cristofano Allori, en 1605, o el carm¨ªn de una Virgen de Francesco Mazzola, prodigio de devota axialidad bizantina y de inocencia. Junto a una deslumbrante Madona della loggia del florentino Sandro Botticelli, destellan fogonazos del genio m¨¢s puro, como los rostros leonardescos de una Virgen con el Ni?o, de Andrea Piccinelli.
Culmen expresivo de serenidad y belleza cabe admirar en la mirada de Mar¨ªa, con su hijo en brazos, en una Sagrada Familia de Nicol¨¢s Pisano: sus ojos ensimismados parecen columbrar la Pasi¨®n de Jesucristo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.