El camino inverso

La originalidad de ?lmer Mendoza se resume en una frase de su detective Edgar Mendieta: "Los culpables me encuentran". El cl¨¢sico circuito del detective en busca de su presa est¨¢ concebido en su novela para que el lector experimente el desasosiego del camino inverso: el culpable al acecho de su perseguidor. Es probable que Mendieta, como Jean-Baptiste Adamsberg, el comisario de la escritora francesa Fred Vargas, posea el inc¨®modo don de percibir el mal. Mendieta es tambi¨¦n un psic¨®logo intuitivo, como lo es todo detective que se precie: por eso sabe que los asesinos carecen de aptitud para la tristeza. Mendieta es licenciado en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica. ?lmer Mendoza es un lector de Rulfo (aparece, como un gui?o metaliterario, Pedro P¨¢ramo en la novela) y de Ricardo Piglia, otro gui?o posiblemente al Piglia de su novela negra Plata quemada. Mendoza ha escrito teatro y libros de cuentos, entre los cuales hay tres donde aparece su detective. En El amante de Janis Joplin (2001) el autor mexicano demuestra su conocimiento del mundo del narcotr¨¢fico en su pa¨ªs. En C¨®braselo caro (2005) rinde homenaje a su admirado Juan Rulfo. Y por ¨²ltimo, algo m¨¢s sobre su escritura: inteligentemente limpia de monsergas sociol¨®gicas, algo que algunos de nuestros m¨¢s le¨ªdos autores de novela negra deber¨ªan aplicarse para sus historias. Esa misma escritura, a veces tan ¨¢spera como el mundo que dibuja. La que sirve para cincelar el alma de Edgar Mendieta, inesperadamente vengativo, no demasiado rom¨¢ntico, e infinitamente mucho m¨¢s cruel que el Spade v¨ªctima del demoledor desenga?o que le infligi¨® aquella hermosa joven que acudi¨® a su despacho en busca de sus sabias corazonadas.