Li-Chang y los 5.000 a?os de nada por aqu¨ª...
Badalona acoge dos exposiciones de magia que reivindican el arte del ilusionismo
Dicen los aficionados a la magia que el mejor espectador de un n¨²mero de ilusionismo es una persona inteligente, porque se deja maravillar por el efecto del prestidigitador, por el truco, sin temor a considerarse un tonto por ello. El Museo de Badalona acoge hasta el pr¨®ximo 2 de mayo una exposici¨®n sobre el mago barcelon¨¦s Li-Chang que muestra entre otras cosas sus vistosos y coloridos vestidos, pero que no revela ninguno de sus secretos. Bueno, uno s¨ª: en un manuscrito cuenta c¨®mo hac¨ªa desaparecer un huevo dentro de un pa?uelo...
En realidad, Li-Chang se llamaba Joan Forns, un nombre demasiado prosaico para dedicarse al maravilloso mundo del ilusionismo. De manera que el aprendiz de mago barcelon¨¦s (1916-1998) decidi¨® adoptar el seud¨®nimo de Li-Chang para envolverse del exotismo de la China milenaria. La exposici¨®n que le dedica el Museo de Badalona re¨²ne piezas tan curiosas como algunos aut¨®matas, las cajas con las que hac¨ªa desaparecer t¨®rtolas o los sables que usaba en sus n¨²meros.
Hasta el 30 de marzo puede visitarse tambi¨¦n en el Espai Bet¨²lia la exposici¨®n Brossa i la m¨¤gia. Como es sabido, el poeta Joan Brossa era un gran aficionado al arte de la magia y como Forns compr¨® sus primeros juegos de manos en la centenaria tienda El Rei de la M¨¤gia de Barcelona. Pronto descubri¨® que no hab¨ªa diferencia entre ¨¦stos y un poema: "ambos son una metamorfosis de la realidad", dej¨® escrito en uno de sus libros. La exposici¨®n sobre el autor incluye algunos poemas visuales que realiz¨® con naipes, dados y varitas m¨¢gicas, entre otros atractivos.
Ambas exposiciones forman parte del legado que deja en Badalona el Festival Internacional de Magia que organiza anualmente la ciudad y que en esta edici¨®n ha contado con Juan Tamariz como conferenciante. Seg¨²n el c¨¦lebre prestidigitador, los or¨ªgenes de la magia se remontan a 5.000 a?os atr¨¢s en Egipto, cuando los hombres jugaban a orillas del Nilo a escamotear piedrecitas dentro de tazones.
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