Hijos de la fotograf¨ªa digital

Internet es un foro sin fondo. Existen millones de comunidades que comparten opiniones. Sin embargo, la mayor¨ªa como la web especializada en fotograf¨ªa Flickr -donde los usuarios critican las im¨¢genes de sus compa?eros- se llena de aficionados. Pocas restringen la entrada a profesionales.

"Cazadores de Luz nace a finales de 2005 para llenar ese vac¨ªo. La p¨¢gina (www.c-luz.com) es un espacio de investigaci¨®n con un n¨²mero limitado de usuarios: jam¨¢s sobrepasaremos el centenar", se?ala Juan Manuel Rodrigo, cazador de luz, de 37 a?os y director de revistas del grupo editorial RBA.

"La p¨¢gina tiene un n¨²mero limitado de usuarios" (Juan Manuel Rodrigo)

"Los artistas comparten experiencias y aprenden de ellas"

"Unos salen y otros entran, la 'web' se actualiza constantemente"

Una de las decisiones del grupo fue difundir el trabajo de sus miembros. Paisajes, flores, guerras, posados de moda y cogidas de asta de toro se publican hoy bajo el t¨ªtulo de Cazadores de luz. M¨¢s de 400 fotos de 70 artistas en un volumen publicado por National Geographic-RBA y con cita laudatoria del fot¨®grafo Steve McCurry incluida: "La primera vez que o¨ª hablar de Cazadores de Luz pens¨¦ que era un nombre ideal para un grupo de fot¨®grafos. Es fant¨¢stico saber que todos esos profesionales se han unido para compartir experiencias y aprender de ellas".

La familia virtual de cazadores alcanza ya 80 miembros. El asturiano Antonio V¨¢zquez, un maestro captando la textura de las orqu¨ªdeas o la agresividad del zorro, y Orlando Miranda -premio Epson de fotograf¨ªa- administran y miman, junto a Rodrigo, el foro. Sus usuarios son todos hispanohablantes de entre 25 y 60 a?os. Sin embargo, la mayor¨ªa ronda los 35. "M¨¢s del 80% son hombres", comenta Rodrigo desde su oficina de RBA en Barcelona. "Todos usamos c¨¢maras digitales y retocamos con programas como Photoshop. Supongo que nuestra comunidad refleja la situaci¨®n de la fotograf¨ªa en Espa?a".

No existen normas, se trata de un foro libre donde se enardece la cr¨ªtica sincera. "Quien se corte a la hora de comentar y razonar los fallos de una imagen, tiene un pie fuera del foro. La web se actualiza constantemente con nuevos fichajes. Unos entran y otros salen", explica Rodrigo. El r¨¦cord de comentarios lo tiene Antonio V¨¢zquez con 9.300.

"Un d¨ªa un usuario subi¨® una imagen que hab¨ªa ocupado la portada de una revista. La pusimos a caldo. El autor acab¨® por reconocer que la hab¨ªa colgado por el reconocimiento de la publicaci¨®n; pero que en realidad no era muy buena", dice Rodrigo. Hijo fortuito de la fotograf¨ªa, este bonaerense que a los pocos meses de nacer emigr¨® con su familia a la Ciudad Condal, entr¨® al mundo de la imagen por la puerta de la edici¨®n editorial. "Estudi¨¦ Empresariales en Esade, la escuela de negocios de Barcelona. Me contrataron en RBA donde trabaj¨¦ en varios departamentos hasta llegar al puesto de director general". Cerca de 50 revistas, trufadas de im¨¢genes, est¨¢n a su cargo. Normal que Rodrigo haya acabado por agudizar un sexto sentido fotogr¨¢fico. Paradigma de la era digital, este viajero de voz dulce nunca empu?¨® una anal¨®gica. "Digamos que con el cambio de siglo, me cay¨® una reflex digital en las manos", admite. "Siempre me gust¨® la fotograf¨ªa, pero en los noventa hac¨ªa fotos con una compacta como todo cristo". Cuando viaja, carga con su Canon 5D y sus objetivos gran angular (prefiere acercarse, lo suyo no son los teleobjetivos). Como en Viaje a la India, su ¨²nico monogr¨¢fico. Rostros ajados en Nueva Delhi, ojos embadurnados de kohl (se dice que tiene poderes desinfectantes) y sonrisas tranquilas. "El proyecto, de contenido social y algo comprometido, surge de un encargo de National Geographic. En octubre de 2005, Rodrigo fotografi¨® junto a otros cinco artistas de lo visual las calles de Benar¨¦s. "Aprovech¨¦ la ocasi¨®n para elaborar un trabajo m¨¢s personal", cuenta. En sus recuerdos, se mezclan la pobreza "hiriente" de la estaci¨®n de Nueva Delhi, con los ojos como platos de los chavales al descubrir sus rostros en la pantalla de la c¨¢mara. Otra aventura, esta vez en Botsuana (?frica), ser¨¢ el eje de su pr¨®ximo libro: im¨¢genes de paisajes, gorilas y elefantes. No obstante, es en la moda donde Rodrigo dice moverse como pez en el agua. Y en esa disciplina encontr¨® a su musa. "Conoc¨ª a mi pareja en una sesi¨®n de fotos". Hijo fortuito de la fotograf¨ªa y novio del retrato.