Diagn¨®stico profundo para el sector agrario
Reig apunta hacia una agricultura del conocimiento que explote sinergias
El sector agrario valenciano necesita "un diagn¨®stico en profundidad de la situaci¨®n actual" que permita desarrollar una estrategia para aprovechar sus potencialidades y evite las consecuencias negativas derivadas de las limitaciones estructurales que padece. Es la principal conclusi¨®n del profesor Ernest Reig en su trabajo sobre la agricultura valenciana para el libro de estrategias de desarrollo econ¨®mico publicado por la Facultad de Econom¨ªa de la Universitat de Val¨¨ncia en su 40? aniversario.
La importancia relativa del sector ha disminuido hasta el 2,1%
La renta agraria ha dejado de crecer en t¨¦rminos reales desde hace a?os
Reig enfatiza que este diagn¨®stico debe alejarse del habitual "inventario arbitrista de soluciones" y centrarse en el fomento de "una agricultura basada en el conocimiento", que explote las sinergias existentes entre los recursos para la investigaci¨®n cient¨ªfica desarrollada por las universidades y otros centros de excelencia como IVIA, AINIA, CSIC... y el saber hacer y la experiencia comercial agr¨ªcola valenciana, as¨ª como el apoyo de las administraciones para desarrollar producciones de calidad y compensar las desventajas en los costes.
La importancia relativa del sector agrario en la econom¨ªa valenciana ha ido disminuyendo. As¨ª, en 2006, el sector (agricultura, silvicultura, ganader¨ªa y pesca) aportaba el 2,1% al Producto Interior Bruto valenciano y, a comienzos de 2007, daba empleo regular a 72.100 personas, el 3,2% de la poblaci¨®n ocupada. Con todo, la actividad econ¨®mica relacionada con la agricultura (industria agroalimentaria y distribuci¨®n comercial), ampl¨ªa la importancia del sector.
Tambi¨¦n la renta agraria hace ya varios a?os que ha dejado de crecer en t¨¦rminos reales. Sin embargo, el comportamiento de los ingresos como magnitud agregada no ha tenido las l¨®gicas influencias negativas debido a que el n¨²mero de agricultores se ha reducido en los ¨²ltimos 15 a?os (en 1990 daba trabajo a 120.300 personas). En los dos ¨²ltimos a?os, los niveles de renta agraria por unidad de trabajo anual se han situado por debajo de la media espa?ola.
Uno de los principales problemas que presenta el campo valenciano es el reducido tama?o de las explotaciones (2,60 hect¨¢reas frente las 20 de la media espa?ola). En 1989 el 50% de las explotaciones ten¨ªa menos de una hect¨¢rea y el 86% no llegaba a cinco. Adem¨¢s, la elevada parcelaci¨®n agudiza los problemas causados por el minifundismo.
La agricultura valenciana, seg¨²n la investigaci¨®n de Reig, presenta un abanico de debilidades y fortalezas que respaldan la necesidad de efectuar ese profundo an¨¢lisis. Entre las carencias, apunta la escasa dotaci¨®n natural de recursos h¨ªdricos y su competencia con los crecientes usos tur¨ªsticos y urbano-industriales, as¨ª como la sobreexplotaci¨®n de acu¨ªferos y la contaminaci¨®n de las aguas subterr¨¢neas. Tambi¨¦n la dispersi¨®n de la oferta, frente a unos canales de distribuci¨®n cada vez m¨¢s concentrados, constituye una debilidad tan preocupante como los elevados costes de cultivo de los c¨ªtricos, producida por el minifundio y la gran necesidad de mano de obra requerida para un producto que, a menudo, alcanza bajos precios por exceso de producci¨®n.
En cuanto a los puntos fuertes, Reig destaca las excelentes condiciones de temperatura y radicaci¨®n solar para el regad¨ªo intensivo, lo que a menudo permite cosechas fuera de estaci¨®n. Tambi¨¦n la agilidad comercial y t¨¦cnica de los citricultores para seleccionar nuevas variedades ante la cambiante demanda. Y sobre todo, la fuerte posici¨®n exportadora en c¨ªtricos (el 40% del mercado mundial) y en horticultura de ciclo manipulado. En el aspecto social, subraya la capacidad de desarrollo de f¨®rmulas asociativas para concentrar oferta mediante cooperativas, sociedades agrarias y organizaciones interprofesionales.
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