Una cl¨ªnica gaditana reduce el sueldo a las enfermeras que no llevan falda

La cl¨ªnica San Rafael, en C¨¢diz, ha retirado a una decena de empleadas su plus de productividad por no acudir al trabajo con falda. Las mujeres han sustituido el uniforme estipulado, que deja al descubierto las piernas y se complementa con un peto, por unos pantalones de pijama con el logotipo de la cl¨ªnica. Esta indumentaria est¨¢ permitida para sus compa?eros y tambi¨¦n para las empleadas que no trabajan de cara al p¨²blico. Sin embargo, a este grupo de enfermeras llevar pantalones les va a costar unos 30 euros al mes.

Las afectadas denuncian que el c¨®digo de vestuario de la empresa, que tambi¨¦n incluye cofia, contraviene la ley de igualdad: "Nos sentimos como objetos decorativos. A la hora de trabajar no tenemos libertad de movimientos, no podemos agacharnos para atender a los pacientes que est¨¢n encamados. Tenemos que exponer nuestro cuerpo para hacer nuestro trabajo", explica Adela Sastre, presidenta del comit¨¦ de empresa de la cl¨ªnica.

Las empleadas cuestionan tambi¨¦n que como castigo se les retire un plus salarial que tiene como concepto la productividad y no est¨¢ ligado al vestuario. "Desde hace varias semanas el gerente nos hab¨ªa amenazado con quitarnos dinero si llev¨¢bamos pantalones. Y efectivamente, nos lo ha quitado, pero del plus de asistencia, colaboraci¨®n y dedicaci¨®n, que en nada tiene que ver con la falda. Nosotras no hemos faltado ni hemos dejado de realizar nuestra funci¨®n, incluso m¨¢s all¨¢ de nuestras obligaciones", asegura la presidenta del comit¨¦.

El gerente de la cl¨ªnica, sin embargo, defiende que llevar el uniforme "es parte sustancial del deber de las trabajadoras". Seg¨²n Jos¨¦ Manuel Pascual, las quejas por el uso de faldas no son nuevas en la empresa. "No les parec¨ªa bien el uniforme, pero eso es un tema que es s¨®lo potestad de la empresa. No creemos que contravenga ninguna ley, pero si lo hace, lo tendr¨¢ que decir un tribunal. Que vayan a los tribunales si creen que hay controversia", reta el gerente a las trabajadoras.

Las enfermeras lo confirman: "La lucha viene de lejos". Pero hasta ahora no hab¨ªan sufrido ning¨²n castigo por oponerse a la norma. Tampoco esperaban ninguna consecuencia simplemente por optar por el uniforme de pantal¨®n. "Cre¨ªamos ingenuamente que, al existir una ley de igualdad y ser ¨¦sta una empresa concertada, se nos iba a respetar", lamenta Adela Sastre. Cuenta tambi¨¦n que ella es una de las pocas que se ha atrevido a abandonar la falda. "Hay otras que tampoco est¨¢n de acuerdo, pero tienen miedo porque no son trabajadoras fijas. Las que nos hemos puesto los pantalones somos un grupo de empleadas que llevamos aqu¨ª m¨¢s de 30 a?os. Las de otras cl¨ªnicas no se atreven". Adem¨¢s de San Rafael, el grupo Pascual tiene otros cinco centros en Andaluc¨ªa: el hospital Santa Mar¨ªa del Puerto, en El Puerto de Santa Mar¨ªa, el Virgen del Camino en Sanl¨²car de Barrameda y el hospital Virgen de las Monta?as en Villamart¨ªn, adem¨¢s de los hospitales Blanca Paloma de Huelva y Doctor Pascual de M¨¢laga.

Las afectadas han anunciado una concentraci¨®n frente a la cl¨ªnica la pr¨®xima semana para exigir que no se les retire el complemento de productividad. Pero Sastre no es muy optimista con la reacci¨®n de la empresa: "Aqu¨ª puedes faltar si quieres, pero ser mujer y llevar pantalones, eso no lo soportan".