Un Congreso ya disuelto avala el env¨ªo de tropas

"?Lo que cuesta cerrar una legislatura!", suspiraba el portavoz del PNV Jos¨¦ Ram¨®n Beloki. El Congreso ten¨ªa ayer aire de casa en plena mudanza. Como si los nuevos inquilinos, impacientes, empezaran a ocuparla sin esperar al desalojo de los antiguos.

En la primera planta del edificio de la ampliaci¨®n, la flamante parlamentaria de Uni¨®n Progreso y Democracia (UPD), Rosa D¨ªez -vestido rojo, amplia sonrisa- recog¨ªa su credencial. Justo enfrente, en la Sala Internacional, se sentaban algunos diputados que ya no lo son. O que dejar¨¢n de serlo en una semana: Luis Mardones (CC), Francisco Rodr¨ªguez (BNG), Joan Puig (ERC). Y, sobre todos, el presidente de las Cortes de la VIII? legislatura, Manuel Mar¨ªn.

Algunos ya son otra cosa, sin haber dejado a¨²n de ser lo que eran. Como el ministro de Defensa en funciones y portavoz in pectore del Grupo Socialista, Jos¨¦ Antonio Alonso. O el todav¨ªa portavoz Diego L¨®pez Garrido, que ayer luc¨ªa como secretario de Estado para la UE de un Gobierno del que a¨²n no se conocen los nombres de los ministros.

A su llegada, Alonso fue abordado por los periodistas, a quienes asegur¨® que encara su nueva tarea "con mucho trabajo y mucho di¨¢logo con todos", con el objetivo de lograr el consenso en "los asuntos que definen la vida nacional de modo may¨²sculo".

"Es una promoci¨®n que me apetece mucho", agreg¨®, desmintiendo las informaciones un¨¢nimes que apuntan a que el presidente Zapatero tuvo que emplearse a fondo para convencerle de que aceptase el puesto.

La sesi¨®n de ayer fue extra?a en muchos aspectos. El ministro se sent¨® frente a la mesa presidencial, como un opositor, d¨¢ndole la espalda a Gaspar Llamazares, portavoz del grupo parlamentario de IU, que ya no existe. El Congreso aprob¨® por ampl¨ªsima mayor¨ªa -45 votos a favor, tres en contra, una abstenci¨®n- el env¨ªo a Afganist¨¢n de cuatro aviones no tripulados (UAV) y 36 especialistas encargados de operarlos, aunque hace ya doce d¨ªas que est¨¢n all¨ª. Alonso justific¨® por razones de urgencia y seguridad de las tropas el uso por vez primera del art¨ªculo 17.3 de la ley Org¨¢nica de Defensa Nacional, que permite la ratificaci¨®n a posteriori del env¨ªo de militares al extranjero.

Llamazares se quej¨® de que fuese una ratificaci¨®n tard¨ªa. Lo fue casi en tiempo de descuento, como si las elecciones del 9 de marzo hubieran arramblado al desv¨¢n de la historia discursos que ayer se segu¨ªan repitiendo. Pero algunos gestos, como el del diputado de ERC, que se abstuvo tras haber apoyado repetidamente la presencia de tropas en Afganist¨¢n, anticipaban que ha empezado una etapa nueva, en la que los temas de debate podr¨¢n ser los mismos, pero los compa?eros de viaje ser¨¢n otros.