"Le pegaron un tiro a sangre fr¨ªa y encima le patearon"

La bala cruz¨® la puerta del local e impact¨® en el pecho de Diego Fern¨¢ndez, colombiano de 29 a?os. Era la 1.43 del viernes. El hombre cay¨® al suelo. "Daba saltos, as¨ª como en las pel¨ªculas". A los pocos segundos, otros dos hombres salieron del bar. Uno de ellos iba en silla de ruedas. El que andaba por su propio pie se le acerc¨® y le peg¨® una patada. "Con una sangre fr¨ªa... Mira que yo estoy acostumbrado a estas cosas... Pero lo de este t¨ªo...".

La pelea en el local se sald¨® con tres heridos m¨¢s por arma blanca

Es la reconstrucci¨®n del t¨¦cnico que vision¨® las im¨¢genes de las c¨¢maras de un restaurante gallego que grabaron la reyerta ocurrida ayer de madrugada en el paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza, al lado del n¨²mero 177. "Fue un tiro a sangre fr¨ªa y encima le patearon", cont¨® el t¨¦cnico, que prefiri¨® no dar su nombre. Las im¨¢genes, seg¨²n ¨¦ste, implican a cuatro personas. "Hay dos que no se escapan porque se les ve la cara perfectamente". ?l hubiera jurado que dispar¨® "el de la patada", alto, rapado y con una chaqueta verde. Pero no.

Seg¨²n la polic¨ªa, el autor de los disparos -hubo tres en total- fue el discapacitado. El otro hombre es su hermano, responsable de herir durante la misma pelea con arma blanca a otras tres personas, una de ellas de gravedad. Los dos hermanos, tambi¨¦n colombianos, viven en el bloque de al lado del bar. La polic¨ªa inspeccion¨® ayer su domicilio y encontr¨® una pistola y munici¨®n, pero ni rastro de ellos. Los dos est¨¢n en busca y captura. Los dos heridos graves siguen ingresados en el hospital 12 de Octubre.

En el barrio todo eran murmullos ayer. La persiana del Nadiusk's, donde ocurri¨® la reyerta, estaba bajada. La gente se arremolinaba en la puerta y comentaba la pelea, que, seg¨²n la polic¨ªa, fue entre venezolanos y colombianos. Pero los vecinos del n¨²mero 177 no sospechaban que dos de los implicados viven en su propio rellano.

Es el caso de Manuel, vecino del edificio. Estaba en su casa viendo la final de un conocido programa de televisi¨®n cuando escuch¨® los disparos. Se asom¨® a la ventana "y vi a dos chavales que sal¨ªan corriendo hacia la esquina". El toldo del restaurante le impidi¨® comprobar si hab¨ªa m¨¢s personas en la calle y si sal¨ªan del Naidusk's.

El due?o del local gallego, el de las seis c¨¢maras que registraron el suceso, las puso por su "propia seguridad". Declin¨® hablar de las im¨¢genes, pero s¨ª se refiri¨® al Nadiusk's: "A ese sitio no he entrado nunca, ni entrar¨¦". Aunque no quiso decir por qu¨¦. Una vecina, tambi¨¦n del 177, precis¨® m¨¢s: "El bar ¨¦se no es trigo limpio. Seguro que lo de ayer es cosa de drogas".

El local no es un lugar de paso al que se llegue sin saber c¨®mo en una noche de juerga. Est¨¢ en un margen del paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza, entre una tienda de juguetes y el bloque de pisos. A su alrededor no hay ning¨²n otro bar nocturno. "Aqu¨ª no viene uno de fuera y entra como si nada", sentenci¨® una vecina.