?Qu¨¦ dir¨¢ ZP en Europa?

Los asesores m¨¢s pr¨®ximos del presidente del Gobierno aseguran que una de las primeras cosas que tiene que hacer Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero es replantearse su relaci¨®n con los temas europeos y su papel en la UE, de forma que las dos cosas pasen a ser cuesti¨®n prioritaria en los primeros a?os de esta legislatura. La verdad es que si el presidente del Gobierno quiere adquirir m¨¢s protagonismo en los asuntos europeos tendr¨¢ que darse mucha prisa para recuperar terreno antes del pr¨®ximo mes de octubre, fecha en la que se tomar¨¢n importantes decisiones.

Si el tratado europeo no encalla en Irlanda (donde se celebrar¨¢ un refer¨¦ndum) o en Polonia o Rep¨²blica Checa (en ambos casos, por complicados asuntos internos), ese ser¨¢ el momento en el que se negocie la elecci¨®n, por primera vez en la historia, de un presidente europeo. Ser¨¢ una batalla pol¨ªtica importante, en la que se tejer¨¢n complicados equilibrios entre pa¨ªses y familias pol¨ªticas y en cuya mesa se colocar¨¢n tambi¨¦n otros dos importantes cargos, presidente de la Comisi¨®n y alto representante para Asuntos Exteriores y de Defensa, puesto al que aspira el espa?ol Javier Solana, que lleva varios a?os ejerciendo, m¨¢s o menos, esas mismas funciones.

Las negociaciones y conversaciones han empezado ya en muchos puntos de Europa. Se sabe que el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, propone para presidente europeo nada menos que a Tony Blair, para lo que cuenta, evidentemente, con el apoyo del primer ministro brit¨¢nico, George Brown. Se sabe que Alemania no compite por la presidencia y que la canciller est¨¢ mucho m¨¢s interesada en controlar pol¨ªticas concretas. Angela Merkel, se cuenta, negoci¨® personalmente en la ¨²ltima cumbre, palabra por palabra, cada menci¨®n a las pol¨ªticas para hacer frente al cambio clim¨¢tico, algo en el que su pa¨ªs, gran potencia industrial, tiene especial¨ªsimo inter¨¦s.

Por el momento, nadie tiene idea de lo que piensa Espa?a ni Rodr¨ªguez Zapatero. Se supone (simplemente se supone) que Espa?a no apoyar¨¢ a Blair, gran protagonista de la foto de Azores y de la invasi¨®n de Irak. Adem¨¢s, como Blair es laborista, el encaje de bolillos entre familias pol¨ªticas har¨ªa m¨¢s dif¨ªcil la supervivencia de Solana. ?Quiere eso decir que Espa?a sostendr¨¢ la candidatura de un dem¨®crata cristiano, Jean-Claude Juncker, el primer ministro luxemburgu¨¦s? Es cierto que muchos opinan que Juncker es realmente bastante m¨¢s de izquierda que Blair, pero formalmente pertenece al grupo popular del Parlamento Europeo. Y en el caso de que saltaran al mismo tiempo Blair y Juncker, ?cu¨¢l de los tres "tapados" secundarios, el dan¨¦s Rasmussen, el irland¨¦s Bertie Ahern o el sueco Carl Bild, cuenta con las simpat¨ªas del presidente del Gobierno espa?ol? Sobre todo, y lo m¨¢s importante, ?hasta qu¨¦ punto va a participar directamente Rodr¨ªguez Zapatero en todas estas conversaciones y negociaciones?, ?aprovechar¨¢ realmente esa ocasi¨®n para replantearse su papel europeo, tal y como le proponen sus asesores?

De momento, la ¨²nica novedad en el campo de las relaciones exteriores espa?olas es el nombramiento de Diego L¨®pez Garrido como secretario de Estado para asuntos europeos. Garrido sustituye a Alberto Navarro, que solicit¨® voluntariamente su relevo, y del que en Bruselas s¨®lo se oyen grandes alabanzas. A nadie se le oculta en la sede comunitaria que Navarro ha hecho durante estos cuatro a?os un trabajo formidable, pero que durante parte del tiempo lo tuvo que hacer en gran soledad, supliendo otras carencias con su propia voluntad y un conocimiento t¨¦cnico extraordinario. L¨®pez Garrido, que ha sido portavoz parlamentario del PSOE, es tambi¨¦n un buen conocedor de la Uni¨®n Europea (particip¨® en la redacci¨®n de la fracasada Constituci¨®n) pero tiene un perfil m¨¢s pol¨ªtico que quiz¨¢s le ayude a la hora de "arrastrar" al titular del ministerio y al propio presidente del Gobierno. El nuevo secretario de Estado sabe perfectamente, como sab¨ªa Navarro, que una buena parte de las negociaciones, las m¨¢s importantes, requieren todav¨ªa la participaci¨®n pol¨ªtica directa del ministro de Exteriores y del propio primer ministro o presidente del Gobierno. Zapatero no ha tenido quiz¨¢s todav¨ªa ocasi¨®n de experimentar qu¨¦ es lo que realmente necesita para adquirir ese protagonismo que le reclaman sus asesores m¨¢s directos.

PD: como se ha dicho, el Consejo Europeo funciona siempre teniendo en cuenta delicados equilibrios entre pa¨ªses, grandes y peque?os, y entre familias pol¨ªticas, de forma que los cargos queden razonablemente repartidos. Lamentablemente, esa b¨²squeda de equilibrios no alcanza al g¨¦nero. Los ¨®rganos de direcci¨®n de la Uni¨®n Europea son espectacularmente y deplorablemente masculinos. ?Para cu¨¢ndo la igualdad?