Mugabe negocia su salida de la presidencia de Zimbabue
El Gobierno busca una transici¨®n pol¨ªtica ante el avance de la oposici¨®n
Robert Mugabe conoci¨® el lunes por boca de los suyos lo que muchos ya saben desde hace d¨ªas en Zimbabue: que ha perdido las elecciones del pasado s¨¢bado. Y lo que es peor: el triunfo opositor es tan claro que el aparato del r¨¦gimen no se ve capaz de utilizar los trucos habituales para darle la vuelta a la situaci¨®n.
"Hemos ganado, no hay duda", proclam¨® el l¨ªder opositor Tsvangirai
El Ej¨¦rcito se inclin¨® por iniciar conversaciones directas
Tras la calma que reina en Harare se percibe una extrema tensi¨®n
El entorno del presidente, de 84 a?os, ha abierto ya canales tanto con la oposici¨®n como con los pa¨ªses occidentales para organizar una transici¨®n que evite el revanchismo o para aceptar una segunda vuelta, que se celebrar¨ªa a finales de mes. Ayer, la tensi¨®n fue m¨¢xima y el fantasma del golpe de Estado sobrevol¨® Harare, aunque el b¨²nker que quiere impedir el cambio a toda costa no logr¨® suficientes apoyos para tomar las riendas, seg¨²n varias fuentes.
"?Hemos ganado, no hay duda!", proclam¨® anoche el l¨ªder del Movimiento para el Cambio (MDC, en ingl¨¦s), Morgan Tsvangirai, que reapareci¨® despu¨¦s de tres d¨ªas oculto, primero por temor a represalias del r¨¦gimen y luego tejiendo contactos con los sectores aperturistas. Su mera aparici¨®n, en un hotel del centro de Harare, es ya un signo de fortaleza: el Ej¨¦rcito hab¨ªa amenazado con arrestar a quien se proclamara vencedor antes de que se difundiera el recuento oficial. Pero su intervenci¨®n, seguida por m¨¢s de 200 personas con un silencio que pod¨ªa cortarse, decepcion¨® a los que esperaban la ca¨ªda inmediata de Mugabe, el hombre que liber¨® el pa¨ªs del colonialismo racista en 1979 y que luego lo ha conducido a la ruina, con el 100.000% de inflaci¨®n y el 80% de paro. Tsvangirai estuvo moderad¨ªsimo, neg¨® cualquier acuerdo con Mugabe y se mostr¨® incluso respetuoso con las instituciones.
Hoy el MDC tiene previsto anunciar sus proyecciones exhaustivas de resultados, pero su l¨ªder dej¨® claro que van a esperar al recuento oficial, que sigue difundi¨¦ndose a cuentagotas pese a que hace ya tres d¨ªas que se cerraron las urnas y s¨®lo se han ofrecido datos parciales del Parlamento, pero no de las presidenciales. "Si Zimbabue ha esperado tantos a?os para un cambio, no pasa nada porque espere un poco m¨¢s", dijo Tsvangirai.
El tono del l¨ªder opositor y la lentitud en ofrecer resultados son signos de que las negociaciones siguen y de que todas las opciones siguen abiertas. Oscilan entre la renuncia inmediata de Mugabe y su exilio, hasta la celebraci¨®n de una segunda vuelta en tres semanas.
Los m¨¢s optimistas confiaban en que los resultados oficiales -y, por tanto, el fin de la incertidumbre- podr¨ªan conocerse hoy mismo. Los pesimistas creen que pueden tardar d¨ªas, en la medida en que quedan demasiadas cosas por pactar.
Los contactos se iniciaron el lunes, cuando influyentes sectores del r¨¦gimen admitieron que se ve¨ªan incapaces de darle la vuelta a los resultados con trampas ante una ventaja tan rotunda de la oposici¨®n.
Estos sectores aspiran a una transici¨®n sin revanchismo, que evite la persecuci¨®n a Mugabe y a la ¨¦lite del r¨¦gimen, seg¨²n varias fuentes consultadas. Mugabe recibi¨® de los suyos la mala noticia de que hab¨ªa perdido las elecciones, pero tambi¨¦n obtuvo garant¨ªas de que no habr¨ªa venganza.
Durante algunas horas, ayer, hubo peligro real de que los sectores m¨¢s recalcitrantes del Ej¨¦rcito se levantaran para frenar las posibilidades de cambio, cada vez m¨¢s evidentes. Varias fuentes confirman que dos de los cinco cuerpos del Ej¨¦rcito estuvieron dispuestos a dar un paso al frente.
La vida parec¨ªa tranquila en Harare: la gente hac¨ªa sus colas, evitaba hablar de pol¨ªtica. Ni siquiera preguntaba en voz alta por qu¨¦ el centro oficial encargado de divulgar los datos electorales iba tan lento o por qu¨¦ en televisi¨®n s¨®lo aparec¨ªan dibujos animados y gente cantando. Pero tras la calma, hab¨ªa extrema tensi¨®n. Un grupo de seis polic¨ªas antidisturbios lleg¨® a apostarse incluso a primera hora de la tarde junto al hotel Meikles, donde tiene su dispositivo de campa?a el opositor MDC.
Todas las fuentes coinciden en que la mayor¨ªa del Ej¨¦rcito se inclin¨® sin embargo por iniciar negociaciones directas con el MDC, sobre todo para asegurarse que no habr¨¢ caza de brujas. El peligro a alg¨²n mot¨ªn militar no estar¨¢ completamente descartado hasta que el proceso est¨¦ cerrado y los resultados, proclamados y aceptados por todos. Pero Mugabe, que a¨²n no ha sido visto en p¨²blico desde el s¨¢bado, se ha convertido de pronto en un ser vulnerable al que parece que le ha llegado una inminente jubilaci¨®n.
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