El negocio de la basura ocupa a 5.000 trabajadores en Galicia

Cinco mil trabajadores, una plantilla equivalente a la mitad de la de Citro?n en Vigo (9.700 personas), viven de la basura en Galicia. Pero no todos disfrutan de las mismas condiciones laborales. Mientras algunos apenas alcanzan los 9.000 euros brutos al a?o, otros cobran 23.000.

Las huelgas del sector, efectivas o amagadas, se suceden en los ¨²ltimos tiempos en la comunidad porque, pr¨¢cticamente y con la excepci¨®n de los consorcios que agrupan a varios municipios, hay tantas contratas como ayuntamientos. Adem¨¢s, en muchos de estos municipios convergen varias empresas, que se reparten los diferentes negocios nacidos de los desperdicios: el barrido, la recogida y el tratamiento y aprovechamiento pueden corresponder a compa?¨ªas distintas y contribuir, como estos d¨ªas en el caso de A Coru?a (Cespa y Urbaser), al caos, los accidentes laborales y la imposible eliminaci¨®n de los residuos s¨®lidos urbanos.

Aunque todav¨ªa hay ayuntamientos que despachan el problema galopante de los desperdicios con cuadrillas m¨ªnimas de funcionarios, cada vez son m¨¢s los que recurren a las contratas, y en estos concursos nadie gana a las grandes constructoras, que se hacen con concesiones por 25 o 10 a?os, muchas veces prorrogables por otro cuarto de siglo. Como en el resto del Estado, cuatro empresas de fuera de la comunidad empezaron a disputarse, a principios de los 80, el llamado negocio de la "valorizaci¨®n de la basura" en Galicia, que, seg¨²n c¨¢lculos sindicales, alcanza un volumen de 400 millones de euros al a?o.

La empresa de mayor presencia, hoy, es Cespa (filial de servicios desde 2003 del Grupo Ferrovial de Rafael del Pino). Le sigue Urbaser, una firma que pas¨® a manos de la ACS de Florentino P¨¦rez cuando ¨¦sta absorbi¨® a su constructora matriz, Dragados. Entonces, todos los servicios que en Galicia estaban en poder de Tecmed (la antigua filial de limpieza del ex presidente del Real Madrid) pasaron a la ¨®rbita de Urbaser. Las otras marcas que intentan ganar terreno en la comunidad son la FCC de Esther Koplowitz, que atiende entre otros servicios la planta de Lousame, e Isolux-Cors¨¢n, presidida por Luis Delso y responsable de la recogida selectiva de envases en 88 de los 315 municipios. ?sos que vieron desbordados sus contenedores durante la larga huelga del pasado agosto.

Una misma empresa ofrece condiciones muy diferentes a sus empleados dependiendo del ayuntamiento en el que les toque trabajar, aunque estos territorios sean vecinos. Por ejemplo, Cespa tiene un convenio para A Coru?a, otro para ocho municipios del Consorcio de As Mari?as (Abegondo, Arteixo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo y Oleiros) y otro, el peor de todos, para Sada, el noveno de los consistorios de esta agrupaci¨®n. Si el sueldo medio para un pe¨®n, en la capital provincial, es superior a 20.000 euros; en As Mari?as ronda los 16.000 y, en Sada, los 13.000, tal y como explica Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Freire, responsable de este sector en la CIG.

De todas formas, contin¨²a Freire, la empresa que "est¨¢ dando m¨¢s problemas" en lo relativo a la negociaci¨®n de convenios es Urbaser: "Es la m¨¢s conflictiva, y ah¨ª donde entra tenemos l¨ªo". Ahora, la filial de Florentino acaba de entrar en Sogama, hist¨®ricamente la empresa m¨¢s ventajosa en cuesti¨®n de salarios (hasta 19.000 euros, un pe¨®n y 23.000, un oficial). El convenio de Sogama expir¨® el 31 de diciembre, el mismo d¨ªa que el de Nosti¨¢n, y las dos empresas tendr¨¢n que pactar uno nuevo. Pero en el caso de esta segunda (la planta de compostaje coru?esa), Urbaser, que tambi¨¦n se ha hecho con la gesti¨®n a trav¨¦s de Albada, "ni siquiera quiere sentarse a negociar". Ayer, la plantilla volvi¨® a manifestarse en A Coru?a y, si Dragados sigue en sus trece, el 12 de abril comenzar¨¢ una huelga de basuras en la ciudad convocada por CC OO, UGT y CIG.