"El Vaticano est¨¢ obsesionado con el sexo"
"Evita siempre que la gente te observe mientras comes", es uno de los mandamientos de Ru Paul, la drag queen m¨¢s conocida del mundo. Sin embargo, Vladimir Luxuria, diputada transexual (ella prefiere llamarse transg¨¦nero porque le parece menos agresivo) italiana hace una excepci¨®n y se deja entrevistar en el restaurante Settimio all'Arancio, cerca del Parlamento y al lado de su peluquero. La charla es larga y relata el drama que supone ser transexual en un pa¨ªs como Italia. "El Vaticano", dice, "ya no habla m¨¢s a las almas, y no se ocupa de pobreza y hambre en el mundo, sino que est¨¢ obsesionado con el sexo".
La diputada transexual lucha por los derechos de los gays en Italia
Vladimir Luxuria (su verdadero nombre es Vladimiro Guadagno) fue elegida diputada en 2006 en las filas de Refundaci¨®n Comunista. Su elecci¨®n signific¨® una revoluci¨®n en un pa¨ªs donde el estado no reconoce derechos ni a los homosexuales, ni a los transexuales ni a las parejas de hecho. Luxuria fue la primera diputada transg¨¦nero en el mundo y se siente "como las mujeres que en los a?os sesenta lucharon por su libertad sexual".
El Gobierno de Romano Prodi cay¨® cuando estaba a punto de aprobar una ley importante para condenar la violencia contra los homosexuales y por eso Luxuria volver¨¢ a presentarse a las pr¨®ximas elecciones, el 13 de abril, dentro de la coalici¨®n Arco Iris, que agrupa a comunistas y verdes.
Mientras consulta la carta, precisa que no va a comer mucho. Hay que guardar la figura y, por ello, no quiere vino ni pan. "Mi elecci¨®n oblig¨® a las personas a hablar de ciertos temas", explica Luxuria. Finalmente, elige una pasta que no se encuentra en la carta pero es t¨ªpicamente romana: los tonnarelli con anchoas y queso pecorino.
Luxuria fue objeto de numerosas discriminaciones dentro del mismo Parlamento. Al principio de la legislatura, muchos representantes de la oposici¨®n se resist¨ªan a referirse a ella en t¨¦rminos femeninos, ya que nunca cambi¨® definitivamente su sexo, lo que caus¨® interminables discusiones. Una diputada del partido Forza Italia (de Silvio Berlusconi) la insult¨® al verla entrar al aseo de mujeres. Luxuria no quiere que se dramaticen estos eventos, pero lamenta "el drama diario" de las personas que se ven obligadas a aguantar situaciones en las que no se reconocen.
"?stas hay que comerlas con las manos", precisa mientras degusta unas exquisitas flores de calabaza fritas. Confiesa que considera absurdo que la Iglesia "imponga a los diputados cat¨®licos que se expresen en contra de la ley de parejas de hecho", ya que estas leyes no cambian la vida a los cat¨®licos, sino simplemente mejoran las de los dem¨¢s. "?Se expresa mucho m¨¢s en temas de sexo el Vaticano que los representantes de la comunidad gay!", exclama, entre risas. Seg¨²n Luxuria, "los italianos estar¨ªan listos para aceptar los matrimonios homosexuales, pero el problema se sit¨²a a nivel pol¨ªtico".
En el camino de vuelta hacia el Parlamento cuenta que, cuando abandone la pol¨ªtica, volver¨¢ a hacer teatro de denuncia, como hasta ahora. Su sue?o es el de actuar para una pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var.
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