Las dos guerras de Los Chapitos: vencer a El Mayo en Sinaloa y sobrevivir en los tribunales de Estados Unidos
Ovidio y Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez se preparan para una audiencia decisiva en Chicago el martes, mientras sus hermanos luchan por el control del Cartel de Sinaloa
El futuro de los herederos del capo mexicano del narco Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n est¨¢ dividido por una frontera de m¨¢s de 3.000 kil¨®metros. En Estados Unidos, Joaqu¨ªn y Ovidio Guzm¨¢n L¨®pez tienen en puerta una audiencia decisiva en un tribunal de Chicago el pr¨®ximo 7 de enero, el plazo que la jueza les ha dado para decidir si se declaran culpables o contin¨²an por separado sus procesos judiciales. En M¨¦xico, Iv¨¢n Archivaldo y Jes¨²s Alfredo Guzm¨¢n Salazar libran desde hace casi cuatro meses una guerra total contra los hombres de su antiguo socio Ismael El Mayo Zambada por el control del Cartel de Sinaloa. Los cuatro hermanos de padre, dos pr¨®fugos y dos entre rejas, cargan sobre sus espaldas el destino inmediato de uno de los imperios criminales m¨¢s poderosos y temidos del mundo.
Los hijos del segundo matrimonio de El Chapo est¨¢n llamados a comparecer juntos por primera vez el pr¨®ximo martes desde que Joaqu¨ªn Guzm¨¢n hijo, alias El G¨¹ero, se entreg¨® a las autoridades estadounidenses a finales de julio. Su detenci¨®n estuvo envuelta de pol¨¦mica. El capo baj¨® de una avioneta en un modesto aeropuerto rural de Nuevo M¨¦xico y fue arrestado sin que se disparara una sola bala.
En el avi¨®n tambi¨¦n se encontraba El Mayo, cofundador y jefe m¨¢ximo del Cartel de Sinaloa, quien despu¨¦s acus¨® al G¨¹ero, su ahijado, de secuestrarlo y llevarlo contra su voluntad a Estados Unidos. La venganza de Zambada era inminente, pero tard¨® un mes y medio en llegar, pese a los llamados a la concordia del Gobierno mexicano, que acus¨® a Washington de agitar el avispero para concretar la captura. En medio de acusaciones de traici¨®n y tensiones diplom¨¢ticas, el 9 de septiembre estall¨® la guerra en Sinaloa. Al menos 635 personas han sido asesinadas desde entonces, tan solo en ese Estado, seg¨²n datos oficiales.
¡°No fue nuestro avi¨®n, ni nuestro piloto, ni nuestra gente¡±, asegur¨® Ken Salazar, el embajador estadounidense, al fijar la versi¨®n oficial de Estados Unidos sobre las capturas el pasado 9 de agosto. Apenas un d¨ªa despu¨¦s, los abogados del Mayo publicaron una carta en la que el capo ofrec¨ªa una versi¨®n completamente distinta. Zambada dijo que Los Chapitos lo traicionaron tras citarlo para una reuni¨®n con el gobernador de Sinaloa, Rub¨¦n Rocha, y H¨¦ctor Cu¨¦n, un influyente pol¨ªtico local que fue asesinado ese mismo 25 de julio. El gobernador Rocha, cuestionado por la crisis de seguridad en el Estado, ha negado haber estado presente en el encuentro y rechazado cualquier v¨ªnculo con el crimen organizado.
En un giro inesperado, la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR), que abri¨® su propia investigaci¨®n para esclarecer lo sucedido ese d¨ªa en territorio mexicano, tom¨® el relato del capo como su principal l¨ªnea de investigaci¨®n una semana despu¨¦s. Para el 21 de agosto anunci¨® cargos penales contra Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez por el secuestro de Zambada y ocho d¨ªas despu¨¦s dio a conocer que estaba investigando la posible participaci¨®n de su hermano Ovidio Guzm¨¢n, alias El Rat¨®n, en la conspiraci¨®n para entregar al Mayo.
Ovidio Guzm¨¢n fue detenido en enero de 2023, en el segundo intento del Gobierno mexicano por capturarlo, y fue extraditado a Estados Unidos en septiembre de ese a?o. Los Chapitos se enfrentan a una bater¨ªa de delitos de narcotr¨¢fico, lavado de dinero y posesi¨®n ilegal de armas de fuego ante la Corte del Distrito Norte de Illinois, en Chicago. Desde la ca¨ªda de Zambada, ha circulado la hip¨®tesis de que Joaqu¨ªn Guzm¨¢n tante¨® la posibilidad de entregar al Mayo y colaborar con la justicia estadounidense para buscar beneficios en las causas criminales abiertas contra ¨¦l y su hermano. Con esas sospechas y aunque no lo mencion¨® expl¨ªcitamente, la Fiscal¨ªa mexicana anunci¨® que estaba indagando la posible participaci¨®n del Rat¨®n en la conspiraci¨®n para secuestrar al Mayo.
Los abogados de Los Chapitos han negado que est¨¦ en pie esa negociaci¨®n y han descalificado las acusaciones por el secuestro del Mayo, pero reconocieron en octubre que sus clientes estaban considerando declararse culpables. Aunque el acuerdo de culpabilidad no implica necesariamente un pacto para convertirse en cooperantes y tener acceso a una pena reducida, s¨ª hace m¨¢s probable esa posibilidad. Pese a las versiones publicadas en los medios mexicanos y el cruce de declaraciones entre los equipos legales de ambas facciones del cartel, no hay ninguna confirmaci¨®n oficial de una negociaci¨®n. La pr¨®xima audiencia en Chicago, sin embargo, puede dar pistas de la estrategia judicial que seguir¨¢n Ovidio y Joaqu¨ªn Guzm¨¢n para salir lo mejor librados posible del sistema legal de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, los abogados de Zambada no han descartado la posibilidad de cooperar o de que se declare culpable para evitar ir a juicio. El Mayo enfrenta su proceso judicial en la Corte del Distrito Este de Nueva York, ante el mismo juez que conden¨® al Chapo a cadena perpetua en 2019. Su pr¨®xima audiencia est¨¢ programada para el 15 de enero. Cinco d¨ªas despu¨¦s tomar¨¢ posesi¨®n Donald Trump, que ha prometido endurecer el combate contra los carteles y designarlos como grupos terroristas, como presidente de Estados Unidos.
Al sur de la frontera, Culiac¨¢n, el viejo basti¨®n de la organizaci¨®n criminal, se ha convertido en un campo de batalla y la mayor ruptura dentro del Cartel de Sinaloa en m¨¢s de una d¨¦cada no da visos de terminar. Los Mayos y Los Chapitos han sembrado el p¨¢nico sobre la poblaci¨®n civil con decapitaciones, asesinatos, secuestros, bloqueos y narcomensajes para intimidar a sus rivales y a las autoridades. La presidenta, Claudia Sheinbaum, ha desplazado a Omar Garc¨ªa Harfuch, el secretario de Seguridad, para coordinar la estrategia de las fuerzas del orden sobre el terreno.
¡°Va a durar lo que sea necesario¡±, dijo Garc¨ªa Harfuch, tras su llegada a Sinaloa a inicios de diciembre, cuando le preguntaron cu¨¢ndo va a acabar la violencia en la entidad. La fiscal y el secretario estatal de Seguridad presentaron sus renuncias tras el estallido del conflicto. En plena crisis, nada est¨¢ escrito sobre el desenlace de la guerra y quienes viven en medio de ella.
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