La Guardia Civil conmin¨® a mujeres a explicar por qu¨¦ hab¨ªan abortado
Una ni?a de 14 a?os fue citada tras una intervenci¨®n prescrita por la sanidad p¨²blica
La Guardia Civil se aprovech¨® del desconocimiento de las leyes de algunas pacientes de la cl¨ªnica Isadora para, tras llamarlas como testigos y no como imputadas, preguntarles por qu¨¦ hab¨ªan abortado, las semanas de gestaci¨®n en el momento de la interrupci¨®n y si ten¨ªan informes que probaran la raz¨®n del aborto, seg¨²n consta en las actas de comparecencia de las mujeres incluidas en el sumario del caso. Con estas preguntas los agentes pretend¨ªan averiguar si se hab¨ªan cometido delitos de aborto ilegal. "En principio, cualquier interrogatorio de contenido incriminatorio debe hacerse en calidad de imputado para salvaguardar garant¨ªas procesales como la presencia de abogado", se?ala el penalista Alberto Jabonero.
A una paciente se le hizo creer que hab¨ªa aparecido su feto en la basura
El Seprona alent¨® a denunciar a la cl¨ªnica y pidi¨® identificar por fotos a los m¨¦dicos
Al menos cuatro mujeres fueron sometidas a estos interrogatorios en marzo de 2007. Seis m¨¢s, que ni siquiera hab¨ªan abortado pero cuyos nombres los agentes del Seprona de la Guardia Civil encontraron entre los residuos de la cl¨ªnica, tambi¨¦n fueron preguntadas sobre el motivo de su presencia en la cl¨ªnica, en todos los casos para una revisi¨®n ginecol¨®gica.
Estos diez interrogatorios fueron llevados a cabo sin petici¨®n judicial alguna. Meses m¨¢s tarde, a partir del pasado diciembre y ya con una solicitud del juez, los agentes suavizaron sus interrogatorios con otras 10 mujeres, pese a lo que no dudaron en acudir a sus casas y en tomar declaraci¨®n a una ni?a de 14 a?os que hab¨ªa abortado. Todav¨ªa siguen identificando a mujeres y llam¨¢ndolas como testigos.
Los agentes del Seprona preguntaron a las cuatro primeras si su identidad correspond¨ªa a la etiqueta hallada "en un bote que contiene un feto de formol". Una de ellas, ante el tenor de las preguntas, acab¨® defendiendo su actuaci¨®n: "Todos los hechos han sido realizados de forma legal, por medio de informes m¨¦dicos de la especialidad de ginecolog¨ªa, y siguiendo los tr¨¢mites legales marcados por la Seguridad Social", seg¨²n consta en el acta de comparecencia.
Los agentes animaban a las mujeres a denunciar a la cl¨ªnica Isadora, en algunos casos por una vulneraci¨®n de la ley de protecci¨®n de datos -ya que su nombre y tel¨¦fono hab¨ªa sido encontrado entre los residuos sanitarios que iban a ser incinerados-. En otros, seg¨²n el acta de una paciente que s¨ª quiso tomar medidas contra el centro, la raz¨®n era que su feto "apareci¨® en un cubo de la basura". En realidad, seg¨²n consta en el sumario, el supuesto cubo de la basura eran los bidones o contenedores, herm¨¦ticos y refrigerados, en los que la cl¨ªnica depositaba sus residuos. Estos bidones eran retirados tres d¨ªas a la semana del centro por una empresa autorizada que proced¨ªa a su destrucci¨®n. El destino de estos residuos, que la cl¨ªnica (avalada por las inspecciones de la Comunidad de Madrid) consideraba biosanitarios y la Guardia Civil como funerarios, est¨¢ en el origen de la investigaci¨®n del Cuerpo Armado.
Meses despu¨¦s de estas primeras declaraciones, coincidiendo con la pol¨¦mica en Barcelona por la investigaci¨®n judicial a las cl¨ªnicas del doctor Carlos Mor¨ªn, el procedimiento judicial contra Isadora volvi¨® a cobrar impulso. El 10 de diciembre de 2007 el juez Sierra pidi¨® que declararan todas las mujeres que hab¨ªan abortado en la cl¨ªnica durante los d¨ªas anteriores a la recogida de los residuos incautados por la Guardia Civil. En total, 25 mujeres.
El magistrado solicit¨® al centro los historiales cl¨ªnicos de todas ellas, que inclu¨ªan a dos menores de edad - una chica de 13 a?os y otra de 15 cuando se les practic¨® el aborto- y pidi¨® al Seprona que las identificara y citara. Algunas de ellas ya hab¨ªan sido llamadas en marzo, cuando la Guardia Civil actuaba sin autorizaci¨®n judicial.
En esta segunda tanda de citaciones, en algunos casos, en lugar de usar otros procedimientos legales, los agentes se presentaron directamente en el domicilio de las mujeres, sin tener en cuenta si sus familiares sab¨ªan que hab¨ªan abortado. "Vinieron un d¨ªa a mi domicilio a las ocho de la tarde, mientras ba?aba a mis hijos", recuerda una de ellas, que no quiere ser identificada. "Me dieron un susto de muerte. Dec¨ªan que hab¨ªa mucha alarma social con lo de Mor¨ªn en Barcelona y que quer¨ªan que declarara. Sent¨ª que hab¨ªa hecho algo terrible".
Estas declaraciones fueron distintas de las del mes de marzo. Ya no preguntaban por qu¨¦ se hab¨ªa producido el aborto, ni las semanas de gestaci¨®n, ni si ten¨ªan informes para probar que todo hab¨ªa sido legal.
Las preguntas se centraban esta vez en cuestiones procedimentales de la cl¨ªnica: a cu¨¢ntas consultas hab¨ªan asistido, qu¨¦ preguntas les hab¨ªa hecho la psiquiatra, si el personal hab¨ªa realizado alguna prueba m¨¦dica... y finalmente les ense?aban las fotos del personal de la cl¨ªnica en un ¨¢lbum fotogr¨¢fico, como si fueran sospechosos policiales, por si reconoc¨ªan a alguien.
Una de las testigos ten¨ªa 14 a?os cuando la llamaron, 13 cuando abort¨®. En la declaraci¨®n estuvo acompa?ada por su madre. Ambas eran de nacionalidad rumana. A esta menor, que hab¨ªa llegado a Isadora derivada por un centro de salud mental de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) tambi¨¦n le hicieron todo tipo de preguntas sobre los pormenores de las consultas previas a la intervenci¨®n, el precio de la intervenci¨®n -que hab¨ªa corrido a cuenta de la sanidad p¨²blica- y tambi¨¦n le ense?aron las fotos de los m¨¦dicos que la hab¨ªan asistido como si fueran delincuentes.
El fiscal pidi¨® que se interrumpieran estos interrogatorios, se?alando, en un escrito de 17 de enero que esta diligencia no era "relevante" ni "necesaria". Y pide que, si no se acepta su solicitud, las mujeres declaren al menos ante el juez. El magistrado Sierra rechaz¨® la petici¨®n y asegur¨® que la Guardia Civil estaba preservando, en todo momento, la intimidad personal y familiar de las mujeres.
Los m¨¦dicos no declaran
Los tres m¨¦dicos de la cl¨ªnica Isadora se acogieron ayer a su derecho a no declarar ante el juez hasta que ¨¦ste concrete exactamente los hechos que les imputa a cada uno, seg¨²n explic¨® el abogado del doctor Luis Hidalgo, Gonzalo Mart¨ªnez Fresneda. "Nuestros clientes no tienen ning¨²n problema en colaborar, pero una vez que est¨¢ debidamente informado de cual es el reproche que se le est¨¢ haciendo, sobre qu¨¦ pacientes y qu¨¦ abortos. No tiene ning¨²n sentido que un juez pretenda que unas personas declaren en general, de nada en concreto". Otras fuentes jur¨ªdicas consultadas se?alan que conocer con exactitud los hechos para poder elaborar una defensa constituye una garant¨ªa b¨¢sica del sistema penal.
La Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para la Interrupci¨®n del Embarazo (ACAI) expres¨® ayer su apoyo a Isadora y pidi¨® al Gobierno una intervenci¨®n "urgente" para evitar la "persecuci¨®n" por parte de grupos antiabortistas. La entidad se?ala en un comunicado que se est¨¢ poniendo en peligro la seguridad jur¨ªdica de los profesionales que trabajan en sus cl¨ªnicas y de las mujeres que acuden a ellas, y que se podr¨ªa ocasionar "un problema grave de salud p¨²blica".
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