Tah¨²res y poetas
"Aguirre lanza un ¨®rdago a Rajoy", "El entorno del l¨ªder del PP considera que el desaf¨ªo es un farol". As¨ª titulaba, a cuatro columnas y en portada, este peri¨®dico en su edici¨®n de ayer, tirando de l¨¦xico lud¨®pata. La partida entre Esperanza y Mariano se juega sobre un tapete verde, con piedras y amarracos, envites y ¨®rdagos. La Biblia de las cuarenta p¨¢ginas o el desencuadernado, como llamaban a la baraja p¨ªcaros y tah¨²res, impone su antigua ley en la cancha pol¨ªtica: la ley del mus dicta que hay que contar al menos con dos reyes y una sota para afrontar el reto en condiciones y el entorno de Rajoy no ve los reyes de Aguirre por ninguna parte a estas alturas de la partida. Nuestra baraja es machista, la dama, la reina de la baraja francesa, es el caballo en la espa?ola, y la sota, pese a su g¨¦nero femenino, tiene m¨¢s de efebo que de doncella. Un ¨®rdago en el mus consiste en apostar todo un juego en una sola jugada; puede ser un farol, pero para comprobarlo el contrincante tendr¨¢ que arriesgarse.
En el mus a la madrile?a no basta con ganar, hay que humillar y amedrentar a los rivales
El mus es un juego de origen vasco-navarro, cuya sobriedad y laconismo se echaron a perder en sitios como Madrid, donde el mus se hizo ret¨®rico y socarr¨®n. En su jugoso manual ilustrado, Antonio Mingote, acad¨¦mico ilustre, recoge una colecci¨®n de latiguillos mus¨ªsticos que vendr¨ªan al pelo para comentar los lances de esta partida por el poder popular. Esperanza ha lanzado el ¨®rdago (que en euskera significa: ah¨ª est¨¢ todo) porque ya se sabe que "a la mano con un pimiento" y que "a la mano ni agua", y est¨¢ claro que Mariano lleva la mano en estos envites. Por abundar en el t¨®pico machista, las leyes del juego afirman adem¨¢s que "jugador de chica, perdedor de mus" y a?aden que "con la chica no se salen". Y de nada valen las lamentaciones, porque, como dicen con fanfarroner¨ªa los que van ganando cuando sus oponentes se quejan de tener malas cartas, "aqu¨ª se viene llorado" o "ah¨ª hay una habitaci¨®n para llorar". En el mus a la madrile?a no basta con ganar, hay que humillar y amedrentar a los rivales hasta que se rindan.
En la Galicia de Mariano se juega m¨¢s al tute subastao que al mus, y el subastao es un juego que obliga a saber de antemano cu¨¢ntos tantos se van a hacer en la partida para ganar la subasta; sin buenas cartas no hay fanfarroner¨ªa ni ret¨®rica que valgan, antes de lanzarse hay que calcular los puntos ganadores y contar los triunfos que ostentan los rivales.
En su ret¨®rico discurso del ¨®rdago ante Rajoy, pronunciado 24 horas antes del debate de investidura, que podr¨ªa llevar por t¨ªtulo el de No me resigno, la presidenta de la Comunidad de Madrid esgrimi¨®, sin comprometerse demasiado, algunos argumentos de corte claramente personalista y electoralista: "No me resigno", dijo entre otras, "a que nos presenten como un partido antiguo y retr¨®grado, cuando somos la opci¨®n m¨¢s moderna y la ¨²nica que no tiene hipotecas con su pasado". C¨®mo se nota que Esperanza est¨¢ en contra de la Ley de Memoria Hist¨®rica y que no se la ha estudiado. "No me resigno", continu¨®, "a que nos etiqueten de anticatalanes cuando somos el ¨²nico partido que de verdad defiende a los catalanes". Ahora s¨®lo falta que los catalanes se den cuenta de ello y decidan votarles. "No me resigno", apostill¨®, "a que nos arrinconen y nos hagan aparecer como enemigos de los homosexuales". Para demostrar que ella no tiene nada en contra de los homosexuales, Esperanza Aguirre, cit¨®, por homosexual que no por poeta, a su pariente Jaime Gil de Biedma, en una recreaci¨®n de ese viejo t¨®pico del hom¨®fobo reprimido que para defenderse proclama a los cuatro vientos que tiene, por lo menos, un amigo gay.
"De qu¨¦ sirve", dej¨® escrito el poeta, "quisiera yo saber, cambiar de piso / dejar atr¨¢s un s¨®tano m¨¢s negro que mi reputaci¨®n / y ya es decir". En la infancia "de p¨¦rgola y de tenis" pudieron parecerse tal vez la presidenta y el vate que aprendi¨® de mayor: "Este resentimiento contra la clase en que nac¨ª / y que se complace tambi¨¦n al ver mordida, / ensuciada la feria de sus vanidades por el tiempo y las manos del resto de los hombres". La "prima Aguirre" sigue encuadrada entre los que "Frente a la sorda realidad / peroran, recomiendan, imponen confianza. / Sol¨ªcitos, ofrecen sus servicios y sonr¨ªen, / sonr¨ªen".
"Pido que Espa?a expulse a esos demonios. / Que la pobreza suba hasta el Gobierno. / Que sea el hombre el due?o de su historia".
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