Casi tres a?os de abandono
Los padres de la primera muerta espa?ola por la enfermedad protestan por el olvido de la Administraci¨®n
Los padres de Mar¨ªa, la primera v¨ªctima reconocida por la enfermedad de las vacas locas, y ¨²ltima hasta los dos casos de Le¨®n, est¨¢n dispuestos a luchar. Y de llegar a donde haga falta. Han pasado casi tres a?os desde que muri¨® su hija y en ese tiempo no han recibido ninguna ayuda ni reconocimiento por parte de la Administraci¨®n. "Al principio, todo fueron buenas palabras. A¨²n recuerdo a Manuel Lamela [ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid] diciendo que no nos faltar¨ªa de nada. ?Cu¨¢nta mentira!", se queja ?ngel Arias, el padre de la fallecida.
Mar¨ªa Arias, de 26 a?os, era una mujer "muy alegre, muy vital y que siempre hac¨ªa re¨ªr a los que estaban junto a ella", seg¨²n recuerdan sus padres. De repente, empez¨® a sentirse mal. Al principio, parec¨ªa que era una depresi¨®n, pero los s¨ªntomas se fueron agravando. No escrib¨ªa bien, le costaba hacer algunas tareas cotidianas... Hasta que un d¨ªa sus compa?eras del banco de sangre del hospital La Paz, en Madrid, decidieron que no condujera hasta su casa, en M¨®stoles. Le pidieron que fuera a urgencias. Qued¨® ingresada durante 15 d¨ªas y el diagn¨®stico fue err¨®neo: "Trombosis cerebral". Su situaci¨®n empeor¨® hasta un punto que los padres decidieron llevarla a un m¨¦dico privado. ?ste tir¨® abajo el pron¨®stico nada m¨¢s ver la resonancia.
Tras estar ingresada una semana en el hospital de M¨®stoles, los m¨¦dicos le dieron el alta a la espera de los resultados. Pero Mar¨ªa empeor¨®. "Como ten¨ªa una amiga en el Ruber Internacional, la llevamos a este hospital. Tardaron s¨®lo tres horas en darnos el diagn¨®stico. Y no fallaron. Por desgracia", explica Luisa, la madre. "Cuando fuimos a recoger los resultados a M¨®stoles, el m¨¦dico que atend¨ªa a mi hija me dijo que ya sab¨ªa c¨®mo iba a morir, que fallecer¨ªa por asfixia. Lo solt¨® sin ninguna delicadeza", a?ade. El novio de Mar¨ªa la dej¨® cinco meses antes de que muriera, el 10 de julio de 2005.
La situaci¨®n de Mar¨ªa fue a peor. Ten¨ªa que estar asistida en todo momento por sus padres. Dej¨® de comer, no pod¨ªa andar, tampoco hablaba. Adem¨¢s, sufr¨ªa ataques de p¨¢nico cada vez que alguien se la acercaba.
Durante los ¨²ltimos 15 d¨ªas de vida, Mar¨ªa sufri¨® un ataque de asfixia. Estaba ingresada en la Fundaci¨®n Hospital Alcorc¨®n. "C¨®mo hab¨ªa ocurrido el caso de las sedaciones de Legan¨¦s, los m¨¦dicos no quer¨ªan hacer nada. Al final, tuve que ir llorando a un m¨¦dico para que acabara con tanto dolor y sufrimiento. Mi hija muri¨® a los tres d¨ªas y todos descansamos", concluye la madre.
Al principio, todos fueron buenas palabras. Centenares de amigos y compa?eros dieron el ¨²ltimo adi¨®s a Mar¨ªa. Todo el mundo se volc¨® entonces. Pero todo se qued¨® en palabras. No han recibido ni un c¨¦ntimo de indemnizaci¨®n, pese a que hay una ley que la recoge. "Tuve que dejar el trabajo para cuidar a Mar¨ªa. Me dijeron que me dar¨ªan un trabajo. Ahora s¨®lo me contratan temporalmente en el hospital Doce de Octubre", protesta ?ngel.
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