Una red social espa?ola compite con Facebook entre los estudiantes
Tuenti, una comunidad creada en Madrid por dos espa?oles y dos norteamericanos, se diferencia en que el acceso a la p¨¢gina es por invitaci¨®n - El n¨²mero de personas registradas supera a los grandes de la Web 2.0
El n¨²mero de registrados es uno de sus secretos mejor guardados. No quieren entrar en la guerra de cifras porque, dicen, su apuesta es por la calidad, aunque aseguran que el n¨²mero es "muy superior" a los 380.000 de Facebook. "Nuestros usuarios son reales. El mayor n¨²mero de cambios se produce para borrar el nick y poner el nombre real. Si no eres t¨² mismo, no eres nadie en Tuenti". El que habla con esa contundencia y una sonrisa es Zaryn Dentzel, cofundador y consejero delegado de Tuenti.
Zaryn es un californiano de 24 a?os que se enamor¨® de Espa?a cuando aterriz¨® en un pueblo extreme?o hace nueve a?os. Algunos a?os m¨¢s tarde se uni¨® a Felix Ruiz, un marbell¨ª al que conoci¨® durante su estancia como estudiante de intercambio, Joaqu¨ªn Ayuso y Kenny Bentley, con el que ya hab¨ªa creado una red en Estados Unidos.
Se podr¨ªa decir que la nueva oficina de Tuenti en la calle de Barquillo, en Madrid, es una suerte de Naciones Unidas en la que lo mismo se puede encontrar a un norteamericano que a un londinense, un argentino o un marbell¨ª. Su ¨²ltimo fichaje: un sueco llamado Tomasz Matuszczyk, que estudia c¨®mo llevar la aplicaci¨®n del ordenador al tel¨¦fono m¨®vil. En total 19 empleados de seis pa¨ªses.
Puertas adentro en la sala de los desarrolladores, el idioma que se maneja es el del c¨®digo, en el que se escribe la aplicaci¨®n, o el ingl¨¦s en su defecto. Y suenan nombres como Rupert Van Millinguen, responsable de estrategia (tiene 25 a?os y ha llegado de Google) o Kenny Bentley, que escribe c¨®digo hasta en el autob¨²s.
Pero ni esto, ni los 24 a?os de edad media de los trabajadores es la principal peculiaridad de la red social Tuenti. Si hay algo que llama la atenci¨®n de esta red, que se ha convertido en fen¨®meno social en Espa?a, es que crece hacia dentro: "Anteponemos la privacidad de nuestro p¨²blico al crecimiento sin control", prosigue Zaryn. Por eso s¨®lo puedes registrarte en Tuenti si una persona ya registrada te invita a entrar. "De ese modo cuando entras en la red ya tienes, al menos, un amigo".
Podr¨ªa parecer que esta restricci¨®n (tres invitaciones por cada nuevo usuario) aboca a Tuenti al fracaso en favor de otras redes sociales abiertas como Facebook o MySpace, pero lo cierto es que el boca a oreja, "trasladando a la red lo que sucede en la vida real", seg¨²n Zaryn, ha sido la mejor campa?a para su difusi¨®n.Los universitarios fueron los primeros en engancharse a Tuenti (hay m¨¢s de 25.000 usuarios que est¨¢n o han pasado por la Complutense de Madrid), aunque la viralidad de Internet ha llevado r¨¢pidamente a esta red a otros segmentos de poblaci¨®n.
"Las empresas no entend¨ªan c¨®mo pod¨ªamos necesitar tantas m¨¢quinas y con tanta urgencia. Trabajamos a una escala completamente diferente a lo que hab¨ªa hasta ahora, as¨ª que, para optimizar, ahora montamos nosotros mismos los servidores", dice Zaryn.
Esta es la ¨²nica manera, cuentan, de soportar el tr¨¢fico de m¨¢s de 70 millones de p¨¢ginas servidas todos los d¨ªas a su p¨²blico (en torno a 2.100 millones cada mes) que, seg¨²n el informe Nielsen, pasan diariamente m¨¢s de una hora enganchados a Tuenti. El triple de lo que permanecen los internautas en Facebook.
?Qu¨¦ otra cosa les diferencia de sus competidores? "No hay ruido en Tuenti, hay informaci¨®n real y conexiones reales", afirma el consejero delegado. "No queremos tener al usuario ocupado con un mont¨®n de aplicaciones que no sirven para nada", dice en referencia directa al sinf¨ªn de utilidades que Facebook ofrece a sus visitantes. "Nosotros apostamos por la localizaci¨®n y por los canales de informaci¨®n relevante. La idea es reproducir la red social que se da en el mundo y las relaciones reales que se dan en la vida".
La apuesta es por la comunicaci¨®n: "No queremos que lo que te escriben tus amigos est¨¦ en el ¨²ltimo lugar, sino en el primero", concluye Zaryn.
"Hace un par de d¨ªas encontr¨¦ en Tuenti a gente de mi colegio a la que hac¨ªa a?os que no ve¨ªa. Volvemos a estar en contacto y ella sigue tan guapa como cuando ¨¦ramos unos cr¨ªos". Javier Mellado es un malague?o de 25 a?os que ingres¨® en Tuenti en junio de 2007, seg¨²n cuenta su perfil. Es uno de los desarrolladores de la aplicaci¨®n y esta entrevista se hace a trav¨¦s del correo con el que se comunican los tuentis. Para llevarla a cabo nos invitan a registrarnos: se introduce una direcci¨®n de correo electr¨®nico y la contrase?a. A partir de ah¨ª cada uno podr¨¢ decidir qu¨¦ nivel de detalle aporta. La confianza que Tuenti genera en sus clientes hace que, seg¨²n sus creadores, el grado de detalle sea alto.
A?adimos nuestras aficiones, imagen, presentaci¨®n, datos para seleccionar y ser seleccionados en la Red (edad, colegio, universidad, ciudad, zonas de marcha por las que salimos, empresa en la que trabajamos, etc¨¦tera). Ahora que tenemos dentro un contacto podemos ver a sus amigos, al igual que los cambios que realicen ¨¦stos en sus perfiles y que aparecen resaltados en verde.
La idea es a?adir tales b¨²squedas como subredes o grupos. Despu¨¦s tendremos la posibilidad de publicar entradas en nuestro tabl¨®n y enviar mensajes privados o p¨²blicos. Una de las herramientas m¨¢s ¨²tiles, a primera vista, es la de crear eventos a los que la gente puede apuntarse. "Son la ca?a, y m¨¢s con la opci¨®n de ver el mapa de localizaci¨®n".
Tambi¨¦n es posible colocar videos y compartir fotos (no s¨®lo para ver las de nuestros amigos, sino tambi¨¦n en las que salimos) y ver las de nuestros amigos y las de los suyos, si ellos lo admiten. "Cada vez entra m¨¢s gente y se queda m¨¢s tiempo. Es un reto que todo siga funcionando sin problemas para que la gente pase m¨¢s tiempo conectada", prosigue Javier v¨ªa Tuenti. "Yo disfruto sobre todo de la opci¨®n de poner v¨ªdeos de YouTube en los perfiles de los compa?eros extranjeros. V¨ªdeos de Alfredo Landa para el sueco Tomazs, para que vea qu¨¦ exuberantes ¨¦ramos los espa?oles para las suecas en los a?os sesenta".
"Hablo espa?ol mucho buenos, or not :)", dice Tomasz, invitando a unirse a su grupo. Este sueco es ejemplo de la atracci¨®n que suscita Tuenti. Rupert, uno de los fundadores, era amigo de un colega de Tomasz. "Rupert me llam¨® en Nochebuena para proponerme una entrevista y pens¨¦: 'Estos chicos est¨¢n realmente implicados con Tuenti'. Antes de A?o Nuevo ya me hab¨ªan convencido". El 11 de febrero Tomasz estaba en Espa?a con un perro para su novia y el prop¨®sito de llevar Tuenti al m¨®vil.
TUENTI: www.tuenti.com
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